>Capítulo 8<

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Waylon se quedó frio. ¿Qué contestaba a aquella proposición?

Lo último que quería era decepcionar a su amigo o que pensase que era un mentiroso el cual no merecía la pena.

Se separó del ordenador, escribiendo rápidamente que iba a por un vaso de agua.

Se levantó lentamente de ka silla, para luego dirigirse de manera precipitada al baño. Se observó en el pequeño espejo con puntas redondeadas que estaba sujeto a la pared, observándose detenidamente.

Su color de pelo era rubio, lo que podría llegar a parecer bonito, pero era un rubio apagado, casi más como el color del oro. Sus ojos eran de un color azul claro, pero portaban unas grandes ojeras bajo ellos y su piel era demasiado pálida. No llegaba a dar asco, a parecer un monstruo, pero Waylon pensaba que eso no le hacia ser bonito. No era atractivo, o eso pesaba el joven informático.

Sus brazos, ahora apoyados en el lavamanos, era delgados y parecían irse a romper en cualquier momento.

-Tendré que apuntarme a un gimnasio.-Susurró deprimido el chico, al cual no le había gustado nada que tuviese que ver con esfuerzos físicos.

Se mojó la mano con agua fría y se la pasó por la frente, volviendo al salón, donde se encontraba su ordenador.

Se paró frente a este y, dudoso, dirigió su mano hacia el botón de apagado.

Eddie aún no tenía nada de él salvo un correo electrónico, el cual se podría borrar sin ningún inconveniente. Solo apagaría el ordenador, desaparecería de su vida y al final cada uno seguiría su camino, como si ese encuentro no hubiese ocurrido.

Sí, lo iba a hacer.

Lo haría justo en ese momento.

Y el teléfono sonó.

-¿Diga?-Aceptó la llamada, sin mirar quien le llamaba y teniendo su vista aún fija en la pantalla.

-¡Way-way!-Contestó por la otra línea su amigo.

-¿A qué debo tu llamada?-Dijo, absorto aún en sus propios pensamientos.

-¡Tengo grandes noticias!-Esperó un poco de emoción por parte del rubio, y al no obtenerla continuó.-Acabo de hablar con mi prima sobre lo de esta tarde, ¿no estás emocionado?

Waylon retiró la mano del botón de apagado, dudando.

-Sí, sí.-Respondió, sin prestar verdadera intención a la conversación.

-¡Lo sabía! Me vas a deber una amigo. La verdad, nunca nos llevamos bien del todo, ya ha sido así desde pequeños, pero tu felicidad va antes todo. Si te hace daño yo mismo iré y mataré a la perra de Lisa Way.-Dijo riendo por su último comentario.

-Espera, ¿qué?-Reaccionó el informático al escuchar la mención de su ex.-¿Lisa? ¿Que armaste ya Miles? Por dios bendito.

Waylon se dio media vuelta y se dirigió a los sofás, tirándose en uno con desgana y enfado, echando la cabeza hacia atrás en el reposa-cabezas del sillón y pasando su mano por el pelo.

-Tú me quieres matar.-Volvió a hablar, mientras bufaba molesto.

-Venga ya, no seas vergonzoso. Mi primita siempre te volvió loco, y no es que seas un hombre muy experimentado en cuanto a mujeres se refiere Way, no me extraña que aún sigas colado por ella. Aunque enterarme de ello por venir a mi casa a pedirme fotos de ella fue algo extraño.-Soltó una carcajada.

-No, estás confundiendo las cosas Mi...-El moreno le cortó para seguir parloteando.

-Sorprendentemente ella aceptó quedar a tomar algo contigo. Aunque, en el fondo, no me sorprende. Yo siempre he opinado que eras mucho para ella Way.

Este último comentario sorprendió al rubio.

-¿Cómo que era mucho para ella? ¿Tú la has visto Miles? Ella es...-Suspiró.-Lo que todo hombre busca.

Incluido su Eddie.

-No es así Way-Way.-Dijo su amigo, hablando seriamente. Una de las pocas veces que lo había visto hablar así.-Tú solo la has idealizado.  El amor te hace ver así de perfectas a las personas, pero no quiere decir que sean tal y como las vemos. Sé que esto va a sonar a una puta cursilada, pero tu eres genial Waylon, por dentro y por fuera. Lisa solo es una idiota que se lo tiene muy creído.

Waylon se quedó boquiabierto. Su amigo nunca le había dicho algo así, y dudaba de que este suceso se volviese a repetir.

Una ligera risa inundo la llamada, llevándose consigo todas las dudas y preocupaciones que el joven rubio tenía antes.

-Bueno, Way, me llaman, me tengo que ir. Hablamos luego, ¿vale? Ya te pasaré la información de lo de Lisa.

-Sí, escapa cobarde, pero ya sé que me quieres.-Dijo risueño.

Estaba seguro de que Miles escapaba al no estar acostumbrado a todo aquello.

-Claro que sí, bebé. No me pongas muchos los cuernos.

Y con un último beso en broma por parte del moreno, la llamada se cortó.

Waylon se situó frente al ordenador, más seguro que antes, y escribió.

Lisa:

Claro, ¿por qué no?<<

Dime dónde y cuándo Eddie, lo estaré deseando.<<

Sí, puede que no fuese Lisa, y puede que al principio Eddie se sintiese traicionado, pero iba a ser el mismo Waylon, iba a ser su mismo amigo. ¿Qué mejor forma de decírselo que viéndolo a la cara? Era hora de ser sincero con él, Eddie se lo merecía.

EddieGlskn:

>>Estaré deseando que ese día llegue.

>>Espero poder controlarme cuando te vea, Darling.

>>No creo que quieras que ponga mis manos sobre tu cuerpo nada más conocernos.

Y Waylon se alegró, pensando que su amigo estaba deseando abrazarle.

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