Capitulo I: Un raro sabor.

3.7K 211 39
                                    

N/A: la historia tendrá muchos, pero muchos cambios, ¡Espero que no te molestes MaliciusMeh !! :3

~~~~~~··~~~~~~~··~~~~~~··~~~~~~

Salgo de mi auto y camino hacia la gran casa -o mejor dicho, mansión- de la única persona que aprecio en esta vida. Toco el timbre de la gigantesca puerta, escuchando un peculiar, pero ya conocido -o al menos para mí- tono del ya dicho timbre. Mientras esperaba, observo el gigantesco jardín repleta de flores azules, habían de muchas clases: rosas, rulipanes, claveles y entre más flores; y sin decir de los bien cortados arbustos verdosos. Mi vista se fijó en un punto algo lejano, obviamente ya conocía ese lugar; consistía de un pequeño grupo de flores rosas, con centros amarillos y de tallo delgado; eran las flores favoritas de ella, la que inició con todo esto; justamente después de unos tres minutos de estar observando a los muy conocidos alrededores, escuché el ruido de la puerta abrirse; volteo rápidamente viendo a una joven bajita de piel blanca, cabello rubio con reflejo azules, no podía ver sus ojos ya que su fleco lo impedía. La joven a verme se puso a un lado dejándome entrar; ya he pasado tanto tiempo aquí, que ya saben la razón por la que vengo.

Paso a la casa y sin dudar nada, camino hacia el segundo piso donde debería estar la persona que busco. Me dirijo hacia su oficina y sin tocar, entro como don Juan; me quedo quieta a ver que la habitación solo había un gran escritorio junto a una silla y lo típico que debería haber en una oficina. Suelto un leve gruñido a notar lo vacío que estaba, y sin desperdiciar el tiempo, cierro la puerta del cuarto y camino hasta otra habitación.

La puerta estaba entre abierta, dejando notar que había alguien dentro del cuarto. Como hice con la habitación pasada, entro como si fuera mío el lugar, sin dejarme llevar la sorpresa de quien estaba dentro.

— Blue... —Murmuré seria, pero por dentro me dolía verla así.

Blue Diamond, a quién conocen por tener un corazón frío y calculador, se encontraba al frente de una ventana sin siquiera notar que estaba ahí. Sé claramente que está llorando, es lo que siempre hace cuándo está en esta habitación.

Observo a mí alrededor mientras camino hacia ella; la habitación era rosada -literalmente-, la cama era matrimonial, con un edredón rosa pastel decorado junto a unos cojines del mismo color, todos de diferentes modelos, el resto de las cosas eran lo típico de una habitación -menos por el hecho de que todo es rosa-. Dejé de mirar todo para dirigirme a Blue, quien ya había notado mi presencia.

— Yellow, ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendida dirigiendo sus delicadas manos hacia sus ojos, secando lo que parece ser sus lágrimas.

— Blue, ¿Que te he dicho de volver a éste lugar? Mira como estás, debes ser fuerte, no débil —Le respondo posándome a su lado, encarándola; ella bajó su mirada, tal vez avergonzada, tal vez pensando en que responder, o tal vez, finalmente rendida; cualquier cosa podría ser la respuesta -e incluso una que no haya pensado-, porque después de todo, ella es un saco de sorpresas.

—.... ¿¡Por qué no me dejas en paz?! —Gritó elevando su mirada enojada hacia mí.

Debo admitir que me sorprendió que me gritara, ya que normalmente siempre está tranquila, callada, persuadida, y aunque deba decirlo, deprimida. Pero como dije antes, ella es un saco de sorpresas.

— ¡Porque debes volver a realidad, ella no volverá! —Vuelvo a responderle del mismo modo; y estoy más que arrepentida por responderle de esa manera, tan directa y seria; como si no me doliera nada.

Desde que su hermana menor, Pink Diamond fue asesinada, Blue ha quedado en una profunda depresión, y más cuando los oficiales dijeron que no tenían más pista y que bebían cerrar el caso, el que podía acabar con el paradero de la muerte de ella. A mí también me duele, pero debemos seguir adelante, ¿No?

— ¡Yo no quiero!... —cae de rodillas dirigiendo sus manos a su rostro— no quiero aceptarlo... no quiero... —dirige sus manos a su cuerpo abrazándose a sí misma— no quiero... —comienza a sollozar en silencio.

Trago saliva y me agacho igual, dirijo una de mis manos a su mentón elevando su mirada; y nuestros ojos se conectaron después de mucho tiempo.

— Yo estoy aquí, yo te ayudaré a superarlo —Digo con la voz más suave que puedo.

Ella simplemente se lanza hacia mí abrazándome mientras lloraba en mi hombro. La abracé para transmitirle todo el cariño y calor que podía. No soportaba verla de esa manera, no podía, simplemente no podía.

No sé cuánto tiempo pasamos así, porqué cuando le hablé no me respondió, dejándome notar que estaba dormida.

— Blue... ¿Qué haré contigo? —hablé al aire mientras la acomodaba en mis brazos, dándome la oportunidad de ver su rostro, se veía tan tranquilo y pacífico, tenía demasiado tiempo sin verla así, realmente la extrañaba; sin duda la ayudaré a superar su hermana. Acaricio su cara secando las lágrimas que aún tenía; la cargo estilo nupcial llevándola a su habitación. Esta era casi idéntica al otro cuarto dónde estábamos, solo que esta era de color azul, y era más para adultos que para una adolescente a punto de entrar a la edad adulta; y sin olvidar, que la habitación de Blue tenía su toque más artístico.

La acuesto con suma delicadeza en su cama, y la acobijo para luego quedarme observándola un buen tiempo; acariciaba una vez más su suave rostro blanco, y sin pensarlo le doy un cálido y casto beso en su frente.

— Volveré mañana —le murmuro, aunque sé muy bien que no me escucha.

Salgo de la habitación para dirigirme a mi mansión; si no tuviera este maldito orgulloso miedo ya hubiera dicho lo que sentía desde hace mucho...

--

A la mañana siguiente vuelvo más temprano; llevando la sorpresa de que Blue aún estaba dormida. Me acerco lentamente hasta su cama, se encontraba en posición diferente a como la había dejado antes, su respiración era tranquila y lenta, no pude evitar acercarme más a ella hasta el punto en que nuestros labios estén por rozarse, no había nadie a los alrededor por el hecho de que todos estén -o al menos la mayoría- aún dormido; Blue es muy suave con ellos.

No soporte más y la besé... Sus labios eran muy suaves, algo secos, pero aún así, adictivos; dandome el pensamiento de hacerla mía, quiero, pero no puedo, ella no me lo permitiría, y yo nunca le haría daño. Ahg, soy muy precoz.
Me alejé rápido a escuchar como la respiración de Blue se volvió más fuerte; espero no haber entrado en problemas.

— ¿Hmmm? —se removió en su cama hasta voltear a verme— ¿Yellow?, ¿Qué haces aquí a estas horas? —preguntó sentándose en su cama restregando sus ojos como si de esa forma su sueño desaparecería completamente.

— Son las seis de la mañana, Blue —respondí seria.

— Aún es temprano —musitó volviendo a acostarse relamiéndose sus labios para humedecerlos— que raro...

— ¿Qué?

— Tengo un raro sabor en la boca —Respondió dirigiendo su mano a sus labios, ahí comencé a ponerme nerviosa de nuevo.

— ¿Raro mal o raro bien? —pregunté poniendo todo mi esfuerzo en no mostrar mi nerviosismo.

— Creo que raro bien —respondió dando una risa que tenía tiempo sin oír.

Mis labios hicieron una curva denominada sonrisa, no solo por oír su delicada risa, sino porque también le gustó el beso.

Nos quedamos hablando todo el día, y por fin, luego de 10 años, ella se olvidó al menos por un día la muerte de ella; pero tengo por seguro que eso no durará...

Continuará...

Te quiero aunque sea orgullosa (BellowDiamond)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα