Curious《Bloody Painter》

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Capítulo 2. Helen

20:00

Helen lavó sus manos anteriormente cubiertas de sangre, había estado horas en su taller y finalmente pudo terminar con su nueva obra de arte. Miró su rostro en el pequeño espejo del baño y salió de allí para dirigirse a la sala principal.

Dirigió su vista al sofá al darse cuenta de que Jeff se encontraba ahí, limpiando su cuchillo con la sudadera que traía puesta. A veces pensaba en el descuido que tenía su compañero con su apariencia, aunque jamás comentaba nada, ese no era su problema.

—Volveré después —dijo Helen tomando sus pertenencias.

Jeff se puso de pie y dirigió su vista a él.

—¿Vas a tu "actividad recreativa? —preguntó ensanchando su sonrisa. A cualquier persona le parecería grotesco, pero Helen estaba más que acostumbrado a Jeff.

—Como quieras llamarle —se limitó a contestar.

Jeff se encogió de hombros y se dirigió a la especie de cocina del lugar, mientras Helen salía del lugar y comenzaba a caminar.

A pesar de que Helen se sentía bien solo, sabía que Jeff no era bienvenido en la mayor parte del lugar y a él no le había causado problemas, por lo que no tuvo inconvenientes a la hora de aceptarlo. No podía juzgarlo, ambos se dedicaban a lo mismo.

Helen salió del bosque y no le extrañó que estuviese desierto el camino.

Cuando el sol comenzaba a ponerse la gente evitaba estar por el lugar, debido a las personas desaparecidas o muertas. Pero sólo eran mortales, ellos jamás descubrirían su ubicación a menos que pudieses cruzar "la barrera" que los separa. Además, si alguien lo hiciera, ¿acaso le creerían?

~*~

Leah se apresuró en llegar a su primer día, no quería comenzar llegando tarde. Notó que había ya un par de personas que la examinaron con la mirada al entrar, no de forma grosera, pero fue suficiente para hacerla sentir incómoda.

Se sentó en silencio y poco a poco los asientos se iban ocupando, se sorprendió al ver llegar al chico del parque a paso lento, con el semblante serio y dando una mirada de "si me hablas, te mato". Leah creyó que quizá tuvo un mal día y prefirió no hablarle por el momento.

Notó como algunos comenzaban a susurrar, lo que le pareció extraño; él no parecía un chico problemático, si era algo extraño, pero no lucía como un buscapleitos.

El encargado del taller entró al lugar y todos guardaron silencio.

—Helen, me alegra que hoy hayas llegado temprano —comentó el hombre con una amigable sonrisa.

—Trataré de hacerlo más seguido.

Leah volteó levemente para ver de quien se trataba y se emocionó internamente al ver que era el chico del parque. Ahora sabía su nombre.

21:30

Leah vio como todos comenzaban a despedirse entre sí y a abandonar el lugar. Mientras ella guardaba sus cosas en silencio y evitaba el contacto visual con los demás, creyó estar sola hasta que notó la presencia de Helen, el cual hacía lo mismo que ella.

—Hey —se limitó a decir Leah llamando la atención del muchacho —. No esperaba ver alguna cara conocida aquí, es un alivio porque todos parecen muy... observadores.

Helen la miró unos segundos, pensando en dónde la había visto, hasta que un pequeño recuerdo del parque vino a su mente y prefirió no ser tan descortés, en esta ocasión.

—Si, vengo de vez en cuando —contestó Helen—. Aunque yo diría que parecen chismosos.

Leah sonrió levemente y se dio cuenta que él también sabía que murmuraban sobre él y le gustaba que eso no le importara en absoluto.

—Si, estoy de acuerdo con eso —comentó Leah mientras ambos salían del lugar.

Helen no estaba allí para hacer amigos, sólo quería distraerse un rato y si le apetecía, buscar víctimas en el camino de vuelta.

—¿Vives muy lejos? —cuestionó Leah.

—Algo —respondió Helen con su mismo semblante de siempre.

Leah asintió sin saber que decir, sentía que estaba molestándolo. Helen notó eso y pensó que era mejor si se alejaba de él, a menos que quisiera convertirse en una pieza de su taller.

—Nos vemos, Leah —se despidió Helen.

La muchacha le hizo una seña con la mano sonriendo con algo de desilusión, mientras veía como este se alejaba y desaparecía en la distancia.

Leah se dio cuenta de lo callado que era Helen, pero a la vez se preguntaba si quizá ella no le agradaba, sea cual sea la respuesta, ella iba a averiguarla.

~*~

Por alguna razón Helen no podía quitarse la cara de decepción de Leah de la mente, como si hubiese sido culpa de él que ella se haga ilusiones tontas de amistad o algo más, ese no era su problema.

Aquel pensamiento, por alguna razón, hizo que se sintiera furioso. De sólo pensar en la sonrisa de Leah le hacía enojar en este momento, la maldecía internamente.

Abrió la puerta y la cerró con fuerza tras de sí llamando la atención de Jeff, ya que no era común que Helen se comportara así a menos que estuviese tratando con una víctima.

—No es de mi incumbencia —comenzó a hablar Jeff—, pero ¿pasó algo?

Algo que Helen agradecía mucho era que Jeff no se metía en sus asuntos, solo se preocupada por él mismo y es algo que muchos deberían poner en práctica.

De todos modos, acabar con la escoria de la ciudad con alguien que podría cubrirte la espalda en más de una ocasión no estaba demás, desde su punto de vista.

—Ya es hora de salir, ¿no? 

Jeff notó como la mirada de Helen se volvía más sombría que de costumbre y una sonrisa, que para otros sería escalofriante, se asomó en la boca de éste. Por lo que entendió perfectamente lo que quería decir, Jeff ensanchó aún más su sonrisa y ambos salieron del lugar.