Rock: Rock- Julia Benassi

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Argumento de la autora: mi género musical es el rock, e investigando un poco junto a lo que ya sabía, éste tiene muchas variaciones o sub-géneros, que son diferentes pero con un mismo origen. Tomé esto, y escribí una historia en la que los personajes no son lo que uno piensa que son, si podemos decir, tal y como no muchos saben que muchos géneros en realidad nacieron del rock.

ROCK
Julia Benassi



A Maia no le gustaba que le pusieran reglas, horarios de llegada y castigos sin sentido. Por eso era que siempre les daba la espalda a sus padres, o se reía en la cara de sus profesores, para ganarse después sanciones o trabajos después de clase. Sus compañeros solían llamarla "un alma libre, rebelde". Y muchos querían ser como ella, tener la valentía para cuestionar todo lo que los adultos decían o hacían.

Hasta el día en el que Maia fue arrestada.

En realidad, eso no hizo más que convertirla en el modelo a seguir de muchos adolescentes a los que les gustaba buscar pelea. Pero, al contrario de lo que todos pensaban, Maia no estaba a favor de ese juego. A ella solo le gustaba jugar con los adultos que pensaban que podían hacer lo que querían con las influenciables vidas de los jóvenes, pero odiaba a aquellos chicos que jugaban con la vida de otros chicos.

Y nadie sabía eso, porque lo intentaba guardar para sí misma hasta que la situación requiriera de ese poco de empatía que tenía. Y, unos meses antes de terminar la escuela, esa situación llegó.

Se trataba de un chico un año por debajo de Maia. Era menudo, con anteojos y orejas soplonas. Unos chicos le estaban diciendo algunos insultos y comentarios burlones acerca de su apariencia y de sus buenas notas, mientras el que estaba siendo molestado se apretaba contra la pared de la zona administrativa de la escuela.

Maia estaba haciendo su camino hacia la salida cuando los vio. Se ajustó los mitones, un accesorio que siempre le pareció atractivo, para parecer ruda, y le palmeó el hombro a uno de los dos idiotas.

—Déjalo— dijo simplemente, cuando él se dio la vuelta para mirarla. Si hubiera sido otra chica, él se hubiera burlado de ella, porque Maia no tenía un aspecto imponente. Era petisa, rubia teñida de marrón oscuro y delgada. Pero no era cualquier chica, y el chico ni siquiera mostró una mirada de burla ni le dirigió una sonrisita socarrona.

— ¿Por qué?— preguntó el segundo chico, que también la estaba mirando.

—Porque no les ha hecho nada— Maia se cruzó de brazos, y los miró entrecerrando los ojos—. ¿Y saben qué significa que no les haya hecho nada?— ninguno de los dijo nada, por lo que Maia respondió por ellos—: que deberían irse. Ahora.

Chico dos la miró, y tuvo el descaro de reírse.

—Vamos, Maia...— empezó, pero al ver que Maia no se reía como él ni decía nada más, se calló.

—Si desaparecieran de aquí le harían un gran favor a la humanidad— masculló Maia, y se tiró hacia la espalda el cabello. Le gustaba ser una diva además de ser una rebelde.

Los dos chicos se miraron, miraron al chico que se estaba apretando contra la pared, y salieron corriendo, mientras se decían cosas inentendibles entre ellos. Si planeaban una venganza contra Maia, les convenía que fuera una muy buena. De otra manera, esos dos se meterían en más de un problema.

Pero en ese momento no iba a pensar en eso. Maia le dirigió una mirada al muchacho frente a ella, le dirigió una sonrisa un poco falsa y se encogió de hombros.

—Gracias— dijo él.

—No tienes que agradecerme nada— Maia agarró la tira de su mochila y lo miró de nuevo al chico—. No te deberían haber dicho todo eso.

Él se frotó el cuello con una mano.

—Sí, ya lo sé— dijo, y Maia notó que una de sus orejas estaba llena de aretes, así como tenía un pequeño piercing en la nariz. Lo observó atentamente, pensando en que probablemente había mucho más en ese chico de lo que esos dos idiotas estaban diciendo—. Soy Lucas.

Maia lo miró de nuevo, ahora un poco desinteresada.

—Maia, aunque seguramente ya lo sepas.

Lucas asintió con la cabeza y se apoyó despreocupadamente contra la pared.

—Déjame agradecerte por lo que has hecho— dijo, y de uno de los bolsillos de sus vaqueros claros sacó una caja de cigarrillos. Le ofreció uno a Maia, y con un poco de recelo ella lo agarró.

—He dicho que no era necesario— Maia dejó que Lucas encendiera el cigarrillo, y después se lo llevó a los labios.

—Mi banda y yo tenemos este concierto el sábado...— Lucas la miró mientras él también se llevaba el cigarrillo a los labios.

Maia levantó una ceja.

— ¿Me estás invitando a una cita? — le preguntó, cortante. Muchos habían intentado invitarla para salir, o habían intentado robarle un beso. En ninguna de esas ocasiones las cosas habían terminado muy bien para el otro. A Maia no le gustaba que pensaran que era una chica que necesitaba ser cortejada o que era solo el objeto de entretenimiento de una noche para un chico.

Lucas simplemente se rió.

—Claro que no— se separó de la pared—. Aunque no lo parezca, no soy ese tipo de chico. Y tú tampoco pareces ese tipo de chica— pasó a su lado—. Tengo una banda de rock, solo para que lo sepas. Avísame si quieres venir.

Maia se giró para verlo mejor.

— ¿No puedo escuchar un poco de lo que tocan para ver a qué me estoy entregando? — preguntó, y metió las manos en los bolsillos de su buzo extra-grande. Lucas se dio la vuelta para mirarla y se rió.

— ¿Por qué no? — del bolsillo de sus vaqueros, sacó un celular viejo y un par de auriculares, y se los entregó a Maia.

Ella escuchó atentamente, y se sorprendió al escuchar rock alternativo. Miró al chico frente a ella, y no podía imaginárselo en una banda como la que estaba escuchando. Parecía más bien uno de los que escuchaban música clásica mientras tenían la cabeza metida en un libro.

Cuando terminó la canción, además de estar gratamente impresionada, le entregó los auriculares y le preguntó:

—¿Y qué haces tú? En la banda, quiero decir— le preguntó, y Lucas guardó todo de vuelta en sus bolsillos.

—Toco el teclado y soy la segunda voz— respondió—. Entonces, ¿qué dices?

Maia volvió a agarrar la tira de su mochila.

—Creo que voy a ir— empezó a caminar hacia la salida del lugar, y Lucas se le unió—. No parecías ser uno de esos— comentó, mientras bajaban las escaleras para ir a la calle.

—Muchos me lo dicen— Lucas miró el cielo, que estaba nublado—. Y yo siempre digo lo mismo.

Maia miró el cielo también. Parecía estar a punto de llover.

—¿Y qué es lo que dices? — preguntó.

—Como el rock, tengo muchos géneros— dijo—. Y para cada parte de mi vida, muestro uno.

Maia se rió.

—Entonces, ¿el sábado escucharé otro género de ti? — preguntó.

Lucas sonrió.

—No, no escucharás— y terminó de bajar las escaleras—. Lo sentirás.

Y luego, se marchó, y Maia se preguntó si sería como él: un género musical con muchas variaciones.



Wattpad: @Jules_Raccoon

Escribiendo Junto a la MúsicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora