In Hell

✖Silas✖

-Mamá y yo ya no nos queremos Helena, somos amigos...

-Pero antes se amaban-dijo mirando por la ventana.

-¿Mamá te dijo eso?-ella negó-lo importante es que te queremos y Freya es una chica muy buena...

-Pero por tu novia...

-Freya no tiene la culpa Helena, hace años tu mamá también tenía novio y estabamos separados al igual que ahora.

-Pero aún así mamá se quedó conmigo, no como tú.

No dije nada más, no quería pelear con ella el primer día juntos.

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-Pensé que no vendrias-dijo Silas cuando nos abrió la puerta, su mirada bajó hasta encontrarse con la rubia (la cual no quiso tomar mi mano porque aún seguía enojada)-hola nena-el niño se puso de cuclillas para quedar a su altura-soy Silas y ¿tú eres?-mi amigo estiró la mano y Helena se la estrechó.

-Helena Dynner, pero puedes decirme Lena-Silas le sonrió y nos dejó pasar.

Niko ayudaba en la cocina a Elizabeth, y Dom charlaba con el hermano mayor del niño.

-Ven nena-alce a la rubia para acercarme a mis amigos-Dom-se dio vuelta y al ver a Lena una enorme sonrisa apareció en su rostro y se acercó para besarla y abrazarla.

-Hola Helena-mi niña lo miraba raro ya que la última vez que vio a mi entrenador tenía un año-seguro no te acuerdas de mi-ella negó.

-El es abuelo Dominic-le dije pero ella se escondió en mi cuello mostrando verguenza.

-Ya nos llevaremos bien otra vez-dijo Dom.

-Hola linda-la saludó Zachary y ella lo saludó agitando su mano.
Me acerqué a la cocina y ningún mayor se había dado cuenta de mi existencia ya que hablaban alegremente.

-Elizabeth-ella se dio vuelta y le sonrió a Lena-ella es...

-Helena-dijo ella sola.

-Hola Helena, yo soy mamá de Silas-Liz le dio un beso en la mejilla y mi hija le sonrió.

El rostro de Niko mostraba felicidad pura, ambos entrenadores veían a la pequeña como una nieta.

-Hola pulga-la rubia rió al escuchar el apodo que le había puesto el calvo-no debes acordarte de mi pero antes me decías abuelo, puedes decirme así o si quieres solo Niko-ella asintió y la baje, dos segundos después las gemelas corrieron hasta ella, la invitaron a jugar y ella aceptó gustosamente.

-Es hermosa-me dijo la madre de mi amigo.

-Gracias-me senté junto a Silas y todos volvieron a sus conversaciones-tu familia es genial-le dije pero él estaba perdido en sus pensamientos-oye, ¿en que piensas?-el salió de su trance y me prestó atención.

-En nada, sólo una tontería.

- Entonces dimelo.

Él lo pensó por unos segundos y suspiró.

-Despidieron a mi hermana...

-Lo siento amigo.

-Mi madre aún no lo sabe, ella no para de llorar, Tamara era la que nos pagaba nuestra ropa y ahora con el invierno llegando y ella sin trabajo será algo muy duro.

Esta familia pasaba por cosas horribles, y aún así ninguno lo demostraba, era una familia fuerte, fuerte y unida.

Saque mi billetera del bolsillo de mi campera y de allí saqué mil dolares para entregárselo a mi amigo.