Capitulo 1

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"Si queremos vivir un amor joven, será mejor que empecemos hoy."
Imagine Dragons – Not Today


El verano estaba por terminar y el pueblo entero estaba disfrutando de ello. Era un pueblo frío en el que siempre llovía y el sol apena salía, razón por la cual todos ellos disfrutaban más que nadie del verano.

Entre todo el pueblo había una casa en la que residía la familia Lincer. La familia más bondadosa y caritativa del pueblo, quizá. Muriel y Adrian Lincer se ocuparon de inculcar en sus hijos bueno valores, y sin duda, triunfaron al hacerlo.

Mientras todo en el pueblo disfrutaba de una tranquila mañana, la casa de la familia Lincer era un alboroto.

— ¡Eileen! —gritó Muriel a su hija tercera.

— ¡Un momento, ya voy! —respondió Eileen, quien sacaba ropa de un armario y la guardaba en una pañalera.

— ¿Un momento? ¿Acaso crees que podemos darnos el lujo de esperarte en esta situación? —respondió con histeria su madre.

Adrian Lincer se pasó una mano por el rostro para quitar el sudor que había en el. Corrió a través del pasillo, tropezándose con Odell, su hijo más pequeño.

—Me has golpeado —se quejó el pequeño.

Adrian cogió las llaves del auto que estaban sobre una pequeña mesa y respondió sin siquiera voltear a ver a su hijo.

—Lo siento, hijo —se disculpó y salió de la casa.

—Tengo la pañalera —anunció Eileen al entrar al cuarto de su hermana mayor, Nellie.

Muriel sostenía la mano de Nellie y soplaba aire en su rostro.

—Aricia, trae la cámara —ordenó Muriel a su segunda hija, Aricia.

— ¿La cámara? —le preguntó confundida.

—Debemos tener una foto para recordar este momento —explicó su madre.

Aricia y Eileen se miraron entre sí.

— ¡Madre! —gritó Nellie— No tengo tiempo para fotos, estoy a punto de dar a luz.

Muriel rodó los ojos y no discutió. Quería una foto, pero su sentido común le hizo darse cuenta que no era el momento adecuado, ya podrían hacerlo luego.

—Tengo las cosas en el auto, vámonos —dijo Adrian mientras entraba en la habitación.

Sujetó a Nellie por los brazos y la ayudó a ponerse de pie. Muriel tomó la pañalera y siguió a su esposo y a su hija.

Todos salieron de la casa, pero solo Adrian, Muriel, Nellie y Eileen subieron al auto.

—Aricia, te he dejado la lista en la mesa —dijo Muriel por la ventanilla—. No olvides llevar tú celular...

Siguió dándole instrucciones a Aricia, pero Adrian no se detuvo a esperar a que su esposa terminara de hablar y siguió manejando.

El pequeño Odell soltó un suspiró y se pasó una mano por la frente.

— ¿Cansado, amiguito? —le preguntó su hermana.

—Necesito dormir —respondió dando la vuelta, regresando al interior de la casa.

Aricia se quedó de pie en el porche, observó la casa de al lado. Dos noches atrás se había mudado una familia, el mismo día de la mudanza, acompaño a su madre a dejarle una tarta de manzana a sus nuevos vecinos. Tuvo la oportunidad de conocer a Stella Pride, una mujer rubia y de voz tierna, quien soltó una lágrima al ver el regalo de Aricia y su madre.

Espera Por Mí Where stories live. Discover now