El tono de "Blanco y Negro" nos despertó. Era mi tono de llamada. Estiré el brazo hasta llegar al móvil y descolgué sin mirar quién me buscaba. Con voz de dormida respondí, Malú se tumbó boca abajo y suspiró, metiéndose bajo la almohada.
-Hola Marina. -saludó seria... Vanesa. Solté un "pff" desganado y me dejé caer sobre el cabecero de la cama. Con la mano libre acaricié la espalda de mi enamorada. -Joder, que alegría te da hablar conmigo. -dijo con ironía.
-Pues ya ves. -contesté borde. No me gustaba responder así, pero no me sentaba nada bien que me despertaran, y menos ella, después de lo que había hecho.
-Te llamaba para decirte que recogieras todo lo que hay en casa.
-Dame tiempo, aún no tengo... -no me permitió terminar la frase.
-Búscate la vida. No quiero ver nada tuyo por aquí. No tardes en venir. -ni me dejó contestar, me quedé petrificada mirando el teléfono.
-¿Quién era? -balbuceó bajo la almohada la cantante.
-El demonio o algo parecido. -tiré el móvil con desprecio a la mesilla de noche. Mi chica salió de su escondite y me miró con unas grandes ojeras y cara de dormida.
-¿Qué dices? -apenas vocalizó.
-Vanesa me echa del piso. Como si la hubiese molestado, vamos. Ni si quiera he dormido allí cuando ha estado.
-¿Y a dónde te vas a ir?
-Un momento. -se me ocurrió una idea. Agarré el Xperia y abrí la conversación con Li.
-¿POR QUÉ ME DESPIERTAS? NO SON NI LAS NUEVE. -contestó aparentemente enfadada. -Perdona por ser tan borde cielo, ¿pasa algo?
-Hombre pasar, pasa... Vane me ha pedido que me vaya de casa... ¿Te parece bien si compartimos piso?
-¡MEGA GUAY!
-Cariño, ¿por qué sonríes? -preguntó Malú, que me observaba tumbada y con las manos bajo la almohada.
-Ahora te cuento. -después de una caricia en su pelo, volví a la conversación. -pero tenemos que ajustar cuentas. Pagaré el alquiler contigo, eh.
-Vale. Voy a seguir durmiendo. -que le gustaba un fin de semana a mi amiga.
Le conté mis planes a Malú y no parecieron gustarle mucho.
-Pensé que te gustaría venirte a vivir conmigo. -un escalofrío recorrió mi cuerpo al oír sus palabras. -No estaría nada mal verte las veinticuatro horas del día los siete días de la semana. -sonreí y me tumbé de lado para poder ver su rostro. No pude evitar acercarme para besarla.
-Todo a su tiempo. Te hartarías de mí muy pronto y quiero tenerte a mi lado más de lo que llevamos.
-Tonta. No me cansaré de ti.
-Eso dices ahora. -reí.
-Venga, vente a vivir conmigo. -me hizo pucheros y se subió sobre mi cuerpo, repitiendo la frase una y otra vez.
-Me hace mucha "ilu". -A mi sí que me hacía ilusión irme con ella y comenzar a vivir juntas. No deseaba otra cosa en el mundo... pero por otro lado no quería correr y hacer las cosas deprisa.
-Te quiero. -le susurré al oído.
-Pues vente conmigo. ¿O es que prefieres a Lidia?
-Malú, no quiero fallarte. -negó con la cabeza y me llamó estúpida. -No puede salir mal, me importas demasiado. -me miraba con aquellos ojos brillantes y sus dedos entrelazados en los míos, sobre mí.
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EL MAYOR DESAFÍO DE LA VIDA ES VIVIR
同人小說El mayor desafío de la vida es vivir, narra la historia en primera persona de Marina, una chica de 25 años que se gana la vida en el bar de los tíos de su novia. Escapó de casa huyendo del maltrato por parte de sus padres y buscó una nueva vida en M...