Cap 8

1 0 0
                                    

8: Adiós carrera.

Luego de haber hablado con Nicky, me dijo para vernos en Starbucks después de clases. Bueno, después de sus clases, yo no fui. Abrí silenciosamente la puerta, y al entrar, mi padre estaba tirado en el sofá, ya se imaginaran, pues ebrio.
Subí a mi habitación y me eché a descansar.

***

Oh Dios, ¿Qué hora es? ¡Son las 4:00 de la tarde! Oh no, Nicky me matará.
Agarré un jean de mi armario junto a un polo blanco, me lo puse junto a mis botines y salí disparada de la casa, tomé un taxi.

- A Starbucks de la Av. 33 por favor.- Dije. Y el taxista asintió y empezó a manejar.

Saqué mi celular y le envié un mensaje a Nicky.

Ya llego, tuve un problema.

No pasaron ni dos minutos para que la respuesta de Nicky sea llegada.

¿Problema? Seguro te quedaste dormida.

Sonreí. Este chico me conoce muy bien, ni mentirle puedo.

- Ya llegamos Señorita.- Dijo el taxista.

- Gracias.- Le dije entregándole el dinero y bajándome del carro.

Entre a Starbucks y mesas atrás estaba Nicky sentado. Levantó su cabeza y sonrió, yo también sonreí, para luego caminar hasta donde estaba él.

- ¿Pediste algo?- Le pregunté sentándome.

- Aun no, ¿Qué se te antoja?- Me dijo.

- Un frapuchino de caramel.- Dije.

- Ahora vengo.- Dijo guiñándome un ojo para luego levantarse.

Saqué mi teléfono y entré a galería. Sin ver, le di a una foto con Sam, como la extraño. Lamentablemente después de que se fuera, intenté comunicarme con ella, pero resulta que la conexión telefónica no es buena de acá hasta donde esta ella, y las vídeo llamadas se cuelgan. Lo único que tenemos son las cartas, pero llegan después de un mes, así que prácticamente, no puedo comunicarme con mi mejor amiga.

- Un frapuchino de caramel para la señorita guapa.- Dijo Nicky con los frapuchinos en mano.

- Gracias joven.- Dije sonriéndole tomando el Frapuchino.

- Jess, ¿Me puedes contar lo de la leucemia?- Dijo algo deprimido.

- Claro.- Dije.- Me lo dijeron recién ayer por la tarde, no te lo dije porque no quería que te preocuparas, además, estaré bien. Las quimios me ayudaran, lo malo es que ahora estaré pelada.

- Igual te veras guapa.- Me dijo tratando de poner una sonrisa en su rostro.

- Lo sé.- Le dije sonriendo sarcásticamente.

- Te tengo una sorpresa.- Dijo sonriendo.

- ¿Que es?- Le dije curiosa.

***

Luego de terminar los frapuchinos, caminamos hasta un lugar, la verdad que no sabia cual, llevaba los ojos vendados, dice Nicky que era parte de la sorpresa.

- Listo.- Dijo Nicky sacándome la venda de los ojos.

No lo podía creer. Era "La caverna". Un lugar muy conocido en este país, donde van muchas personas, y muchos cantantes se presentan. A mi me encanta cantar, pero nunca tuve la oportunidad de hacerlo en un escenario tan grande, a penas en el colegio.

- ¿Que hacemos aquí?- Pregunté asombrada.

- Cantaras.- Me dijo.

- ¿En serio?- Dije a punto de explotar de la emoción.

- Si.- Y salté en su encima.

- Gracias, gracias, gracias.- Le dije besando su nariz.

Entramos y un señor nos dijo que estábamos tarde, que ya teníamos que salir. Si, Nicky saldría conmigo tocando la guitarra.
En minutos, ya estábamos en el escenario frente a mucha gente.

- Hola.- Dije en el micrófono.- Soy nueva en esto. Siempre fue mi sueño cantar en este lugar, y hoy les voy a cantar una canción de un grande de la música, Juan Gabriel con la canción "Abrázame muy fuerte".

Nicky empezó a tocar la guitarra y yo a cantar. Al terminar todos aplaudieron y yo me retire del escenario.
Al bajar un señor mayor bien vestido se nos acerco.

- Hola señorita, soy Thomas Gómez y soy dueño de una disquera, me encanto como cantó y quisiera que me diera su número.- Dijo aquel señor. Mi boca ya llegaba al suelo.

- Si señor.- Dije tartamudeando y sacando un papel y apuntando mi numero en el.- Tome.

- Gracias, la llamaré señorita...

- Jess.- Dije.

Y cuando el señor se retiró, mire a Nicky que también estaba con cara de sorprendido, y sin pensarlo dos veces, gritamos muy fuerte.

***

- Llegamos.- Dijo Nicky estacionándose frente a mi casa.

- Gracias por hoy, por todo.- Dije y le di un beso en la mejilla para luego bajar del auto.

Al entrar a casa, vi a mi padre y al decano de la Universidad en el mueble.

- Hola.- Dije algo confundida.

- Jess, debemos hablar.- Dijo mi padre.

- Ha faltado mucho al instituto señorita Jones, y ya jaló el ciclo.- Dijo el decano.

- Bueno...- Dije yo.

- Jess, debes de ir al instituto.- Dijo mi padre enojado.

- Ya no, dejo la Universidad.- Dije.

- ¿Que?- Preguntaron mi padre y el decano.

- Que le digo adiós a mi carrera.

Nada Es Para Siempre Where stories live. Discover now