– Ken...

– Mierda... –murmuró.– Mierda... ¡Joder!

– Ken.

Tn acercó su mano a él, pero antes de tocarlo el chico levantó una mano golpeando la de ella. La fémina no dijo nada, simplemente alejó su mano y volteó la mirada. Cuando Kaneki logró calmarse, la miró.

– ...Lo siento.

– No importa –lo miró.– ¿Estás bien? Vi que Sachi te golpeó fuerte.

– Estoy bien, tranquila. ¿Cómo es que viste eso?

– Me mandaron a vigilarlos para ver que hicieran las cosas bien, pero...cuando vi como te golpeó decidí intervenir.

– Entiendo. Creo que estamos a mano.

– No –Kaneki levantó una ceja, confuso. Ella rió.– Aún te debo una.

– ...Ya veo –rió.

– Levántate, vamos.

Tn se levantó, ayudando a Kaneki a ponerse de pie. Ambos se miraron, sus rostros estaban muy cerca el uno del otro.

– ¿De verdad estás bien?

– Claro que sí. ¿Desde cuándo te preocupas por los demás? –bromeó.

– Cállate. Deberías agradecerme por preocuparme por ti, un medio humano.

– No te pedí que lo hicieras.

– ...Tch –frunció el ceño.– Cállate Ken.

Kaneki soltó una pequeña risa, mientras ella lo miraba con el ceño fruncido y un leve sonrojo en sus mejillas.

– Ejem –carraspeó su garganta Tsukiyama.– No quiero interrumpirlos, pero...Kaneki-kun, debemos irnos.

– Ah sí –lo miró.– Ya voy.

– Antes de que te vayas...

Kaneki la miró, Tn se acercó al oído del albino para susurrarle.

– Te diré dónde puedes encontrar a Madam A.

– ¿Qué?

– ¡Shh! Es solo para "saldar mi deuda"...y no digas a nadie que yo te dije esto –susurró. Él asintió.

Tras darle la información al albino, la fémina se fue. Kaneki miró a su grupo e hizo una seña para decirles que era hora de volver a casa.

Tn llegó y se sentó en el barandal, mirando a Eto y Naki.

– ¿Tatara sigue con esa chica?

– Sí.

– Tch. Que fastidio.

La pelinegra se recostó en el barandal, haciendo un pequeño equilibrio para no caer.

– ¿Eso no es peligroso? –preguntó Naki.

– Ella siempre hace eso, es una suicida –dijo Eto. Tn rió.

Abused 🚬 Ken KanekiWhere stories live. Discover now