Compañeros De Casa

Capítulo 32

Rió, su risa es tímida pero a la vez un poco ruidosa, y por alguna extraña razón, se me hace graciosa, y en poco tiempo las dos estábamos riendo.

Llegamos a un café, no tan conocido, pero muy rústico, que, curiosamente, estaba abierto y casi vacío.

— Me gusta este café— así que ya lo conocía, interesante—  es muy hogareño y me encanta el chocolate caliente de aquí...
— No tomas café?— pregunté un tanto asombrada y ella negó con la cabeza.
— No... simplemente no me gusta su sabor amargo, prefiero cosas dulces
— Pero... si sabías que le puedes poner azúcar, no?
— Aún así— cerró los ojos y suspiró— ¿Te mencioné que  y me gustan tus ojos?
— No, pero gracias— sonreí— los tuyos también son bonitos
— No es verdad, los míos son color caca— reí con su comentario— es verdad! En cambio, los tuyos son de color y aparte  y eres rubia...
— ¿Y eso que? Ser "rubia" y con "ojos de color" no me hace más atractiva...
— Mentira
— No es cierto— reí y me crucé de brazos viendola a los ojos directamente.
— Mi pelo es color caca al igual que mis ojos y para rematar soy chaparra! En cambio, tú pareces modelo!

Ahora sí que no aguante la risa, es bonita, no sé por qué se hace menos, yo quisiera ser un poco más chaparra o inclusive de su tamaño no me gusta mi estatura...

Le iba a decir que todo lo que dijo no es verdad y que yo quisiera ser como ella pero me entró una llamada, me disculpé con ella y salí del café para responder.

*Hola?
* ¿Por que te fuiste tan temprano de la casa? Sabes que podemos ir juntos...
* Se tardan mucho...
* Perdóneme señorita Flash
* Tampoco, eh?— reí y sonreí como una tonta
* ¿Y por que te vas tan temprano? Apenas son las... ¡4:25!
* Quería dar una vuelta... ya sabes
* Pero si vas a ir a la escuela, no?
* Obvi! No quiero atrasarme más de lo que ya estoy...
* Bieeen... ¿y donde estás?
* Con una nueva amiga...
* ¿Amiga?— preguntó curioso
* Si, amiga— resalte la a
* ¿Nueva?
* Si
* ¿Que tan nueva?
* La acabo de conocer...
* ¿Como?
* Desde cuándo esto es un interrogatorio?
* Perdón, sólo quería saber... ¿pero segura que es amiga?
* Que si!— volví a reír
* ¡Ya apúrate Daniel! O ¿que tanto haces?— se escuchó la voz de Laura por el teléfono— ¡Esto es importante! Aún estamos a tiempo!
* Hablamos en la escuela, no vaya ser que vayan a regañar al niño— me burle de él.
* Ja Ja Ja que graciosa eres
* Lo sé, soy muy cómica
* Era sarcasmo
* Eso también lo sé
* Muy bien, te dejo, pero de esta no te salvas, entendiste?— le quise preguntar de qué pero colgó el teléfono.

Reí una vez más, y volví con Rebecca.

— ¿Tu novio?— ¿como lo supo?
— Si...— respondí sentándome
— Te preguntas como lo supe, no?— asentí— ninguna chica sonríe como una tonta, a no ser, de que sea su pareja...
— ¿Me estabas viendo?— pregunté divertida
— No lo sé, a lo mejor— le dió un sorbo a su bebida, que supongo es chocolate.
— ¿Y que hay de tí? ¿Tienes novio?
— No... tengo filofobia...
— ¿Filofobia?— ¿eso se come?
— Miedo a enamorarse, miedo al amor...
— ¿Y por que tienes eso?
— Larga historia...
— Tenemos mucho tiempo
— Pero no es el momento indicado, y sin ofender, nos acabamos de conocer...

Reí sin ganas... tiene razón, es que agarro confianza muy rápido.

Narra Laura

— ¡¿Ya!?— le grité a Daniel, lleva años en el baño, y lo necesito ocupar!
— Ya casí! Y deja de gritar que estamos en la misma casa!
— Pero parece que no entiendes!
— ¿Que son estos gritos? Que no ven que quiero dormir?
—No!— gritamos al unísono
— Insensibles...
— Listo!
— Pues sal del baño!— golpeé la puerta por milésima vez
— ¿Se calman?
De nuevo gritamos no al mismo tiempo.
— Insensibles por dos... lo mejor será que los dejé solos... y me voy a desayunar..
— Tampoco nos cuentes tu vida, eh?
— Insensibles por tres...— arrastró sus pies hasta que desapareció por el pasillo, ni se ha cambiado...
— Sal, Maldita sea!— abrió la puerta de repente, me asustó pero lo pude disimular.
— Listo señorita! Ya puede ocupar el baño, y para su información sólo llevaba 5 minutos ahí!
— Si claro, y yo soy un unicornio rosado, no?
—  Si te lo imaginas, si