- Lo siento papá. - dije y casi me caía pero Agustín me agarró.
- Karol...
- Agus, sólo nos divertimos un poco.
- Pudieron avisar, estabámos todos preocupados por ustedes. - empecé a reír y él negó sonriendo.
Lo abracé y besé su mejilla.
-- Necesito un buen chape. - dije tranquila.
- ¿Karol? - dijo Agustín sin creer.
- Iré a casa de Rugge. Hasta mañana. - le di otro beso en la mejilla y salí.
- Pero Karol...
Eran las 5:34 de la mañana cuando toqué la puerta de Ruggero. Con mis tacones en las manos espere a que abriera. Y así fue, Ruggero abrió con sólo unos pantalones y sin camisa, sabía que se los acababa de poner ya que solo solía dormir con bóxer.
Con cara de dormido abrió y lo besé.
Entramos en la casa mientras él cerró la puerta aún basándonos.
Se separó poco a poco y me miró.- ¿Qué haces a estas horas aquí?
- Tenía ganas de ti, Ruggerito. - me mordí el labio.
- Estás borracha.
- ¿Yo? - reí. - Sólo un poquito.
- Ven, anda, te darás un buen baño y a dormir.
- Podría hacer eso en casa. Necesito otra cosa. - bajé mi mano hasta llegar a su 'paquete', lo empecé a acariciar. - Te necesito Rugge, toda la noche. - le mordí el labio. Ruggero no dijo nada.
Intentaba provocarlo y para que negar, daba resultado. Su miembro creció en cuestión de segundos.
- Pero estás... borracha.
- ¿Y qué?
- Bueno... no sé.
- Ash, que aburrido eres. - dije de mala gana. - Me voy.
Me separé de Ruggero.
- No voy a dejar que te vayas. - me miró.
- Vamos Ruggerito... - tomé sus manos. - hazme tuya.
- Estás jugando con fuego.
- Estoy dispuesta a quemarme.