| Capitulo 56 |

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- Pff... agotador.

- Pues tienes que estar preparado a las ocho, tienes juego. - me miró.

- Bueno, faltan cuatro horas.

- Ya lo sé. ¿No tienes hambre? - asintió.

- Un poco, ya sabes, no alcancé a comer mucho por el entrenamiento. - sonreí.

- Y yo ¿vamos a comer?

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- No puedo más. - dije.

- ¿Enserio?

- En serio.

- No pasa nada, yo me lo como.

- Te vas a poner gordo. - reí.

- ¿Tú me querrás igual?

- Claro.

- Pues entonces me da igual.

***

- ¡Suerte Agus! - gritó Karol cuando Agus fue con los demás chicos.

- ¡Gracias!

- ¿Y a mí no me deseas suerte? - dije por detrás haciendo que Karol diera un salto del salto.

- Claro que sí, tonto, suerte. - me dio un pequeño beso.

- Pasquarelli, mueve tu trasero de ahí. - gritó el entrenador.

- ¡Ya voy, entrenador! Anímame mucho, si gano, esta noche te quedas en mi casa. - le di un pellizcon disimuladamente en el trasero.

- Auch. - rio ella. - Eres un tramposo, siempre pierden contra ese equipo.

- Lo sé. - reí.

- ¡Pasquarelli! - volvió a gritar el entrenador.

- Ya voy, ya voy.

El partido comenzó.
Íbamos 2-2 y tomamos un descanso.
Karol se me acercó mientras estaba bebiendo agua. Rodeó mi cuello con sus brazos y me abrazó.

- ¿Qué te está pasando hoy, Ruggerito? - preguntó divertida.

- Es que pienso demasiado en ti y verte con ese uniforme no ayuda. - reí.

- Ya, en serio, más te vale que te esfuerces, si quieres que me quede en tu casa. - dijo en mi oído.

- Ganaremos 100 a 2. - dije causando que ella riera.

- Te quiero, tonto.

¡Ganamos! Y para celebrar nuestra victoria fuimos a cenar todos juntos.
Karol tenía frío, ya que su uniforme no abrigaba mucho.

- Toma, muñeca. - dije poniendole mi suéter.

- Me encantan tus suéter. Y encima huelen tan bien. - sonreí.

- Al final hemos ganado.

- Sí, gracias a mi precioso Agus. - apretó las mejillas de él.

- El cariño duele. - dijo Agus y reímos.

.

- Para, Agus. - dijo Karol sin poder parar de reír.

Todos reíamos de las tonterías que Agus decía.

Después nos fuimos a nuestras casas.

- ¿Quieres algo, muñeca? - le pregunté yendo hacia la cocina.

- No amor, gracias.

- Ve y llena de agua la bañera.

- ¿Te vas a bañar? - negué.

- Nos vamos a bañar. - sonreí.

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Maratón 4/5 🌻

Muñequita  | Adaptada | RuggarolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora