—Estás dejando de lado que Audrey no es una ingresante cualquiera... —musita Jota, que está echado sobre un sillón con los brazos cruzados y la mirada hacia abajo—. ¿Tú crees que en serio no se darán cuenta de que la Hija de Gea falta?

—Podríamos pedirle a Danna que nos eche una mano —interviene Marshall, encogiéndose de hombros—. Incluso Elliot está dispuesto a ayudarnos con eso.

—¿Y qué crees que dirán? —pregunta Jota, siendo lo más lógico posible. Sigue mirando a Marshall como si no le cayera del todo bien— ¿Que la multi simplemente no tenía ganas de venir a la fiesta?

—Tampoco es que deban tenerla vigilada todo el santo día —bufa Ashley, que está sentada sobre una mesa como si eso no importara—. Yo estoy llevándola y trayéndola del colegio todos los días, y nunca me han hecho ningún problema cuando ella me pide quedarse más tiempo.

Alzo la mirada. Por un momento quiero saber si tiene dudas sobre la vez que me quedé toda la noche en lo de Ebby, luego de decirle que sólo estaría unas horas en la escuela. Incluso me gustaría saber si tiene sospechas de las veces que me he ausentado por culpa de los encuentros con Sam.

—Exacto —concuerda Marshall, y Ash clava la mirada en él—. Es tan sólo una noche más. Sí, lo sé —ataja antes de que Jota ataque—, es la festividad de la Iniciación, ¿pero acaso dudas de que Kendrick no sepa que a Audrey no le interesa ir?

Aprieto los labios. Yo sólo he mostrado interés en la primera prueba porque no quería que la hicieran tardar más. Es cierto que nunca demostré tener ganas de asistir a una fiesta... espero que se hayan percatado de eso.

—No es como si Audrey de repente faltara a la Iniciación —prosigue Marshall—. Eso sí es más importante, y más sospechoso.

Jota no tiene nada para objetar, sino que se queda pensando, aunque se nota que no le guste darle la razón. Cuando lo veo, mi mirada se va instintivamente hacia Fénix, que está a su lado. Está callado, pero su expresión me dice que está atento a la conversación.

—Pues otro momento no hay —añade Ash—. Creo que sería más fácil que nos descubrieran si vamos una noche cualquiera. Hoy casi toda la academia será un lío; creo que es perfecto para escabullirnos todos juntos.

Pienso que tiene razón. Es cierto que podrían dudar de mi ausencia en esta fiesta, como dice Jota, pero sería más sencillo atraparnos si nos fuéramos cualquier otra noche normal.

Jota se encoje de hombros, sin admitir mucho que los demás también tienen buenos argumentos. Pero si no contradice nada más, es porque ya ha aceptado que tienen cierta razón.

De repente, la voz de Fénix surge, ronca y profunda.

—Creo que Audrey debería aparecer en la fiesta —comenta, echándome una mirada—. Creo que todos deberíamos aparecer al menos en la primera hora, aunque no juntos. Podríamos tener un lugar de encuentro y vernos a la medianoche. Hablé con Danna y está dispuesta a ayudar, porque sabe lo que esto significa para nosotros; podría decir, si alguien le pregunta o se lo cuestiona, que Audrey se ha sentido mal de repente y se ha ido a su dormitorio —lleva la mirada hacia el suelo, como si estuviera haciendo un cálculo en su mete—. Nadie dudará, porque todos ya la habrán visto un rato. Y nadie se lo cuestionará, porque no hay nada más normal que sentirse mal después de un par de copas.

Todos quedamos en silencio un corto rato, y puedo ver cómo la sonrisa se extiende en el rostro de Ashley y cómo Marshall asiente con la cabeza mientras observa a Fénix.

Hawa: Debemos salir a flote | #2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora