Capítulo 47

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47. Eres igual que Adam.

Adam hizo un gesto, detrás de él, aparecieron muchos hombres lobo, y Adam nos puso a los dos detrás de todos ellos.

—¿Sabías que vendría? —lo miré frunciendo el ceño.

Él se encogió de hombros.

—Lo intuía.

—¿Qué lo intuías? ¿Por qué no me dijiste nada? —dije algo enfadada.

—Tampoco era muy dificil de pensar, es una reunión de toda la manada, y una celebración, era probable que apareciera, así que me preparé por si las moscas, y me alegro de haberlo hecho. Y no te lo dije para no preocuparte, no quería asustarte por si al final no aparecía, para que tuvieses un buen día, pero ahora todo se joderá.

—¿Por qué?

Adam cogió mi cara entre sus manos.

—Zoe, ha traído a un ejército, quiere dar una especie de golpe de estado y quedarse como el Alfa de la manada, ha roto los pactos que teníamos, nos ha declarado la guerra.

Esto no me gustaba nada.

Él siguió hablando.

—Ahora quiero que te vayas al refugio con mi madre y las mujeres y niños de la manada.

—Adam no quiero irme.

—Eres su Luna Zoe, tienes que irte con ellos y cuidar de que no les pase nada.

Niego.

—No puedo, no puedo volver a estar encerrada en esa habitación, esperando por a saber cuánto tiempo para averiguar si habéis ganado o qué ha pasado.

Se acercó más a mí.

—Zoe no puedo permitir que te quedes, no puedo dejar que corras peligro, si estás aquí intentarán ir a por tí para distraerme de mi lucha contra mi hermano.

—Sé luchar, tú me has estado enseñando...

—No es suficiente, eso eran clases y entrenamientos, no te va a servir aquí de nada, si estás aquí no voy a poder dejar de preocuparme por si te hacen algo, no voy a poder concentrarme... Ve, porfavor, te prometo que pronto estaré contigo... —acercó su cara más a la mía y me besó, pero este beso era diferente, se estaba despidiendo de mí.

Se alejó de mí y volvió a su puesto delante de todos, frente a Cade.

No sabía que hacer, lo había hecho muy bien en los entrenamientos, sabía que podía contra ellos, pero estaba asustada, Adam tenía razón en que estaríamos más pendientes del otro que de la propia guerra.

Decidí entrar con las mujeres y niños, yo no podía entrar la primera, me tenía que asegurar de que todos entraban, así que le pedí a la madre de Adam que fuese primero.

Todos entraron, intentando no formar mucho jaleo, para que no los descubrieran y por los pequeños.

Justo cuando iba a entrar ví a uno de los hombre de Cade correr hacía mí, así que cogí lo primero que pillé, que fue una escoba, y esperé a que se acercara mientras los que faltaban entraban.

Ese lobo vino corriendo, intentó alcanzarme con sus garras, pero yo le dí en el hocico, volvió a intentarlo pero le dí una patada, mandándolo unos metros lejos de mí.

Uno de los chicos de Adam se acercó a él y lo mató.

Levanté la vista y era el padre de Adam.

—Gracias.

Él asintió con la cabeza y le propinó un buen golpe a otro lobo que lo atacó.

Ví a Andrew correr hacia mí.

—Zoe ¿Qué haces aquí? —preguntó empujándome hacía dentro de la casa.

—Puedo hacerlo, me he enfrentando a un lobo que venía a atacarme, puedo participar, siempre vendrá mejor una persona más.

Negó.

—No si se trata de tí, por favor, ve dentro.

—Eres igual que Adam. —ví que uno venía corriendo a por Andrew— ¡Cuidado! —me puse delante de él y le inqué el palo en el pecho— Ves como puedo sola, allí dentro lo que haré será volverme loca.

Él suspiró.

—Haremos una cosa, te dejaré quedarte sólo si no te separas de mí, y mejor vamos a conseguirte un arma mejor que un palo.

Me llevó dentro corriendo, cogió una espada y me la tendió.

La cogí sin pensármelo.

Salimos y fuimos a ayudar a los nuestros a los que los aliados de Cade estaban derrotando.

De vez en cuando le echaba miradas al lugar dónde se encontraban los hermanos luchando, convertidos en lobo.

No me sorprendía que el lobo de Adam fuese más grande que el de Cade.

Ahora sólo esperaba que fuese mucho más fuerte.

—¡Zoe concentrate!  —gritó Andrew y volví a dónde estábamos peleando nosotros.

Si no me hubiese avisado ahora estaría muerta, ya que alguien aprovechó que estaba distraída para venir a atacarme, menos mal que Andrew me aviso y se puso en medio.

—Ves, por esto tienes que quedarte dentro.

—Ha sido un error, me he distraído un momento, no va a volver a pasarme, lo siento.

—¿Estás segura de que quieres seguir?

Asentí.

—Ya te he dicho que no puedo dejar que luchéis vosotros solos, puedo y quiero participar, quiero ayudaros a que Cade no se haga con el control de la manada.

Andrew suspiró una vez terminó de pelear con otro tipo.

—Más nos vale que Cade no gane a Adam...

—¿No crees que Adam pueda ganarle? —fruncí el ceño.

—No es eso, sé que es muy fuerte, pero conozco a Cade, él es mucho de jugar con trampas, algo tendrá escondido para asegurarse que pueda ganar a Adam y poder quedarse con el título de Alfa.

—Pues si es así, tenemos que averiguar que es y evitar que lo haga, tienen que hacer una guerra justa.

Asintió.

—Exacto.

Escuchamos un grito y nos giramos hasta Adam y Cade.

Cade tenía a Adam debajo de él y herido, le había mordido.

Cade lo miraba con rabia, gruñendo, avisándole que si se movía un poco le haría más daño. Y por lo que parecía, le estaba hincando las garras, ya que se escuchaba como Adam hacía ruidos de dolor.

Ví que Adam estaba mirándo alternativamente entre su hermano y yo.

No podía creerlo.

—Mierda, la distracción era yo, me ha usado para poder vencer a Adam, me habrá visto aquí y me ha usado, maldita sea.

Xx.

Penúltimo capítulo de la historia, espero que os gusteeeee.

Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora