Capítulo 42

30.1K 1.6K 101
                                    

42. Agobio.

Adam nos miraba con el ceño fruncido y las manos echas puños.

—¿Qué tendría que estar pasando? —pregunté mirándolo.

—No sé, dímelo tú, vengo a ver a mi novia que esta escondida de mi hermano chalado y me la encuentro abrazada a mi Beta, eso muy normal no es. —dijo cruzándose de brazos.

Me quedé mirándolo incrédula.

—¿Estás pensando que tenemos algo o algo por el estilo?

Él se quedó callado.

Me eché a reir.

Adam me miraba aún más enfadado.

Me levanté y me acerqué a él.

—Adam, es tú Beta, tu mejor amigo, y el único con el que hablo aquí aparte de tí, lo considero como a un amigo, eataba preocupada por tí y por qué estaría pasando y él quería tranquilizarme, deja los celos que no ha pasado nada.

—Pero...

—Pero nada Adam, yo estoy contigo y te quiero a tí, eso no va a cambiar.

Él suspiró.

—Lo siento, —dijo mirándonos a Andrew y a mí— esto es muy nuevo para mí, no esperaba tener celos con mi mejor amigo... —dijo sobándose la nuca, estaba nervioso y arrepentido.

—No pasa nada Adam, entendemos que hayas podido malinterpretar las cosas, pero soy tu amigo y nunca haría nada con la Luna,  —lo miré mal— quiero decir, con Zoe.

Reí.

—Anda vamos a comer celoso, que tengo hambre. —cogí su mano y tiré de él hasta la cocina.

—¿Qué ha ocurrido en esa habitación? —pregunté apoyando mi barbilla en mi mano, mientras me comía una galleta.

—Pues... Nada, él sólo venía a reclamarme por lo que le hice a su chico, y quería intentar que te fueses con él. —dijo encogiéndose de hombros.

—Wow, ¿Y estás tan tranquilo? Eso es muy raro en tí... —entrecerré los ojos.

—No es que esté tranquilo, estoy nervioso como la mierda, pero aumentaré la seguridad y no te dejaré ni un segundo sola, siento que te vaya a agobiar, pero no puedo hacer otra cosa.

Niego.

—Si es por mi seguridad y mi protección de ese chalado, por mí está bien, pero no hará falta que nos vigilen en todo, ¿no? Habrá cosas que podremos hacer solos.

Él me miró con una cara pervertida.

En cuánto lo pillé me sonrojé.

—¡No me refería a eso! Me refería a pasear un poco cerca de aquí y cosas como esas, dios, ¿Nada más piensas en lo mismo o qué? —dije riendo.

Él rió.

—No es que piense lo mismo, pero lo has dejado de una manera que ha sonado bastante mal, y eso no es mi culpa, además, soy un tio y encima un hombre lobo, mis instintos están ahí...

Negué con una sonrisa.

—Pero entonces, ¿Podrémos salir solos? ¿O siempre tendremos que estar acompañados?

—En principio no creo que salgamos solos, ya que no sabemos ni cuándo, ni dónde, ni cuántos podrían venir a buscarte...

—¿Pero nunca? —hice un puchero.

Él suspiró.

—Podremos salir sólos tu y yo cuando te sientas muy agobiada o tú quieras salir un poco, pero siempre vas a salir o conmigo o con Andrew, no podemos dejarte sola.

Mi Alfa, Mi Mate [MAMM1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora