°Partida Difícil. -Armin&Sucrette°

Cap. 46. -Un ángel.

Aquel chico y su padre me ayudaron a levantarme. Me dolía mucho el pecho y sangre salía de mi herida.

-¿Logró hacerte algo? -Preguntó el hombre viendo mi herida.

-S-Si... -Dije.

Empecé a ver borroso y sentí como mi cuerpo se desvaneció.

(...)

Abrí los ojos lentamente y desperté en una cama pequeña en una casa con olor a madera.

-Mamá ya despertó la señorita. -Dijo el niño.

-Daniel, ve con tu padre me gustaría hablar con la chica. -Dijo la señora.

El niño se fue y me dejo sola con ella.

-Hola, mucho gusto mi nombre es Renata. -Señora presentó.

-Mucho gusto. Mi nombre es Sucrette. -Dije.

-¿Como te sientes Sucrette? Al parecer extrajeron una bala de tu pecho, pero no alcanzaron a cerrar la herida. -Dijo.

-Ay no... -Dije.

-No te preocupes, ya te cerrado la herida. Yo era la enfermera personal de Karen. -Dijo.

-¿Puedo hacerle una pregunta? -Dije.

-Claro. -Sonrió.

-¿Por que me estan ayudando? -Dije.

-La señorita Karen era una persona muy ambiciosa, a pesar de pertenecer a una familia de dinero, se metía con poderosos empresarios casados.
Ella nos rescató a mi y a mi esposo cuando estaba embarazada de mi hijo. Nos prometió un lugar donde vivir si hacíamos todo lo que ella decía.
Nosotros aceptamos, pero esta chica nos tenía encerrados y nos dejaba salir solo para cumplir sus deberes.
Nosotros ya estábamos cansados de eso y decidimos informarle a la esposa de un empresario lo que ella hacía con su esposo.
Nos enteramos de sus planes contra ti y no íbamos a dejar que otra persona muera por su culpa, eres una chica inocente y de cierta forma nos recuerdas a nosotros.

-Mucho gracias. -Dije. -Esta chica acaba de destruir mi carrera. Ahora toda mi familia y amigos piensan que estoy muerta.

-Lamentablemente estamos muy lejos de donde perteneces. Karen tardó 2 días en traerte aquí sin ninguna sospecha por parte de la policía.

-¿Como le hizo para que mi familia crea que estoy muerta? -Dije triste.

-Ese mismo día Karen asesinó a una esposa de su amante. Ella era una chica joven de 25 años. Llevó su cuerpo al hospital y lo cambio con el tuyo, junto con tus verdaderos análisis.

-Pero, cualquier persona se pudo dar cuenta de que no era yo. -Dije.

-Karen copió tu letra, escribió una carta donde decía que tú no querías que nadie te viera en ese estado, por último tomó tu huella y la puso en la nota.

-¿Y los doctores?

-Karen los compró con dinero. -Dijo.

Voltee a ver a mi dedo y efectivamente tenía tinta sobre él.

-No puedo quedarme aquí, yo necesito decirles que estoy bien. -Dije y unas lágrimas salieron en mi rostro.

-Lo entiendo linda, pero en este momento no podemos.

-¿Por que? ¡Karen ya está muerta! -Dije.

-Por eso mismo. Karen está muerta, pero no está sola. Karen tiene aliados, ellos ya deben de haberse enterado que la hemos traicionado, si nos encuentran nos asesinaran a nosotros y principalmente a ti. -Dijo.