—Alex ¿Cómo es esto posible? Sales en esa maldita cosa y no te llevas el puto casco, tienes dos, ¿Qué tal si en una de esas sufres un accidente y tu cabeza se estrella contra el adoquinado? ¿Entiendes que pasaría? ¡Mueres!

—Oliver... solo fui por un helado a dos cuad...

—Oliver nada, tienes que ser más consciente por Dios. Te mostraré unos videos donde las víctimas sin cascos son las primeras en morir.

Y hasta yo me traumo viendo estos videos, no me imagino a mi Alex así, muchas más razones para deshacerme de esa motocicleta, mañana mismo voy a hablar con los amigos de Rosa.

Luego Alex me hizo cambiar de ánimo a su manera, y es que como seguir molesto cuando esas piernas me aprisionan y esos labios me devoran.

Hasta me sonó a novela erótica.

Al día siguiente, elaboro un informe sobre mi cama mientras ella se cepilla los dientes.

—Oliver, me dijiste que no tenías Facebook.

—No tengo Facebook amor, eso es una pérdida de tiempo.

Nunca he tenido ninguna red social.

—Bueno, aquí dice: Oliver Anderson quiere ser tu amigo —inmediatamente levanto la mirada y frunzo mi entrecejo.

—Y es una foto tuya durmiendo sobre mi sofá de mano. ¿Cómo es que no te gustaba? —¿Qué?

—¿Cómo? —me levanto y camino hacia ella.

—Hasta tienes un comentario en tu foto del señor William Argazzi.

"Descansando estimado Anderson."

Y comentaste: Así es niño William.

Tomo el celular y lo observo ¡Joder! Yo sé quién hizo esto.

Puta.

—ROOOOOSSSAAAAAAAAAA —salgo de la habitación a paso rápido con los puños apretados, tengo mi mandíbula tensionada —ROSA, JODER ¿DONDE PUTA— ESTAS?

—¿Qué mosca le picó ahora niño Oliver? —Rosa sale de la cocina limpiándose las manos en una toallita de papel, bajo las escaleras rápidamente y Alex viene detrás de mí.

—¿COMO QUE QUÉ MOSCA ME PICÓ? ME HICISTE UN MALDITO FACEBOOK Y LE MANDASTE SOLICITUD A UNO DE MIS SOCIOS MAS IMPORTANTES.

—¿Quién? ¿Yo? ¿Por qué dice que fui yo? —lleva sus manos a su cintura con indignación. ¿Y todavía?

—PORQUE ES AL UNICO DE MIS SOCIOS QUE CONOCES Y TAMBIÉN ¿QUIEN MAS VA A CONTESTAR "GRACIAS NIÑO WILLIAM"?

Rosa se suelta en risas. Y a mí me encabrona más.

—YO NO LE VEO LA PUTA GRACIA, ROSA. ESTAS DESPEDIDA.

—Pero el niño William tampoco tiene feibu, no se preocupe niño Oliver —y se suelta en risas —sólo quería ver su reacción y ya que me despidió me voy a ver mi novela.

Y se fue sin más, no puede ser. Vuelvo mi mirada a Alex quién está detrás de mí suelta en risas, estas dos juntas van a matarme. Llevo mi mirada de desaprobación hacia Alex pasando a su lado, no hablamos el resto del día.

Rosa volvió al día siguiente.

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Llegó la navidad y la abuela Carlin nos tejió guantes a todos, mi abuela nunca me tejió guantes, por lo tanto ya quiero a la abuela como una abuela propia.

Natalie como siempre arruinando todo, nos compró gorros navideños y nos hizo usarlos a todos, puedo ver las ganas de David de matarla pero de ahí no pasa.

Cuando mis padres llegaron y la abuela les dio sus guantes, mi padre se volvió loco. A él tampoco alguien le había tejido guantes y mucho más porque los suyos tienen bordado "Feliz Navidad" en Alemán.

El regalo que Alex le hizo a David me hizo reír por horas, no sólo porque era un afeitadora, sino más que todo la dedicatoria.

"David, entiendo tu estilo hippie y bohemio, pero lo de querer parecer Dumbledore no te queda. Feliz navidad"

David la quedó viendo por horas con sus ojos pequeños entre-cerrados, mientras Natalie y yo moríamos de risas.

El fin de año también la pasamos todos juntos, si bien trabajé medio día es porque tenía que terminar algunas cosas, Alex me llamó para decirme que saldría con su padre en la motocicleta solo un par de horas, luego me quedé pensando en la maldita motocicleta, cuando llegué a casa ella no estaba, me ejercité, almorcé, bromeé con David y su camiseta "I love Christmas". Observo el reloj y Alex y su padre no regresan. Comienzo a llamarla y no me contesta, todos mis nervios se alteran ¿Qué tal si les pasó algo?

—Oliver ¿Sabes algo de los dos Alex? —pregunta doña Alicia limpiando sus manos en un delantal.

—No, estoy llamando a Alexandra y no contesta.

La señora Alicia chilla ¡ah! Ya entiendo de donde Alex sacó ese grito tan agudo. Comienza a correr revolviendo todo en su bolsa, hasta que saca su celular.

—¿Qué tal si les pasó algo? ¿Qué tal si están con sus sesos regados por el pavimento? ¿Qué tal si están muriendo en un hospital?

La señora Alicia me alarma, no no no.... noooooo. Comienzo a llamar más al igual que Alicia pero nada. Esto no puede estarme pasando, hasta comienzo a hiperventilar.

Hasta que por fin llama de regreso, ya estaba a punto de darme un colapso nervioso.

Oliver... estoy bien —escucho justo al descolgar.

—Alex, por Dios, casi me vuelvo loco, me dijiste hace dos horas que ya venían de regreso.

Lo sé pero aquí afuera está estupendo ¿Quieres venir?

Claro que quiero ir, en cuanto llego la abrazo fuerte, casi muero por su culpa.

Me entiendo bastante con el señor Alexander, y es que no solo yo noto que Alex se lleva la atención hasta del dueño de esta cafetería que estamos.

—Tú mandas, lo secuestramos y lo quemamos vivo —el señor Alex llama mi atención.

—O lo desmembramos y lo tiramos a un río.

—O le arrancamos los dedos uno por uno.

Sí, dije que me entendía con él. A Alex le causa gracia, pero yo soy capaz de hacerlo.

Por primera vez en la vida paso año nuevo junto a mi familia viendo los juegos artificiales, siempre si no estaba trabajando asistía a fiestas con David, conocer chicas y terminar con alguna en un hotel, pero eso ya ni siquiera llama mi atención. En serio que esto es mucho mejor, mi esposa, mi mejor amigo y mi familia. Todos juntos.

Al día siguiente ya todos tienen que irse, mucho más Alexander y Frank quienes habían dejado sólo a su hermano Samuel a cargo del viñedo. Una imagen bastante tierna llama mi atención al salir de la casa. Es Alex abrazándose junto a su padre mientras él besa su frente y le murmura unas palabras que no logro escuchar, me acerco a ellos, no porque quiera saber que están hablando si no porque me tengo que despedir del señor Carlin.

—Adiós, Alexandra. Te llamo cuando llegue —dicho esto, extiende su mano hacia mí y el señor Alexander se retira. Puedo ver por un momento la expresión de nostalgia de Alex al verlo retirarse y la de él al verla por la ventana.

Ojalá algún día mi padre quisiera mejorar su relación conmigo.

Casado con mi secretaria © (Borrador de la 1era edición - 2016)Where stories live. Discover now