Casual sex part 2

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Kise ya no tenía escapatoria, su espalda daba contra la cabecera de la cama, se resignó, que pasara lo que tenía que pasar, se conformaría con una sola noche de sexo, su corazón quedaría tranquilo pues compartiría con Aomine e ignoraría el hecho de que esa sería su única oportunidad con su eterno amor.

Aomine gateó hasta kise nuevamente y quedó a pocos milímetros de los labios ajenos.

-¿Quieres que te bese? – Inquirió el moreno de forma provocativa.

Kise sintió como su rostro se pintaba de rojo... Claro que quería probar los finos labios de su compañero, había soñado con la sensación durante años.

-S-si Aominecchi... Bésame- kise respondió con timidez. Aomine sonrió triunfante y sin esperar más unió ambos labios. El rubio se sorprendió pues lo primero que había sentido era un fuerte dolor en su labio inferior, Aomine le había mordido de manera casi que caníbal, con sorpresa se lamio la parte afectada y reconoció de inmediato ese sabor a metal, estaba sangrando.

-A-aominecchi... ¿Qué?- No pudo terminar con la oración pues nuevamente sus labios fueron atacados pero a diferencia de la primera vez, esta fue de manera dulce y con amabilidad.

El rubio se dejó llevar por su acompañante y empezó a acariciar el torso desnudo del moreno aun con sus manos atadas, por falta de aire se separaron y Aomine antes de separarse del rubio le dio otro mordisco pero esta vez fue uno suave. Kise respiraba con agitación sentía sus labios arder de manera deliciosa. "Quiero más" pensó sin saber que eso era lo que iba a tener.

Aomine adivino lo que Ryouta estaba pensando, ¿Por qué? , fácil porque él también quería más del rubio. Continuaría hasta donde él se lo permitiese, no quería asustarlo pero quería ¿que kise supiera sus más oscuros deseos.

- kise, dime. ¿Qué sientes por mí? – preguntó Aomine mientras sentía como el rubio acariciaba su vientre con sus pálidas y delicadas manos.

El rubio pensó un poco, sabía lo que sentía pero le asustaba lo que pudiera decir su moreno amante. Suspiro con nerviosismo y detuvo el movimiento de su manos, unió su mirada ámbar con la mirada azul metálica de Aomine – Me gustas mucho Aominecchi- declaro por fin.

El moreno sintió como su pecho se llenaba de ese sentimiento tan reconfortante, había esperado años por aquella confesión.

-¿Y tú, que sientes por mí? – inquirió kise mientras desviaba la vista.

-¿Quieres saberlo?

Kise asintió y de los nervios empezó a mover sus manos aun atadas.

-Te lo diré cuando lo vea conveniente- sentenció Aomine.

Ryouta se sorprendió ante el comentario, estaba dolido. Daiki se aprovecharía de su amor, lo utilizaría para desahogar su frustración sexual y luego lo desecharía. Lo peor de todo es que él estaba dispuesto a ser utilizado, vaya masoquista. Con fuerza mental suprimió sus sollozos. – Utilízame como quieras Aominecchi- dijo de manera sumisa mientras abría su boca y sacaba su rosada lengua en busca de contacto.

Daiki sintió como su pene tembló de la excitación, había soñado noches enteras con ver a Kise de manera. Soltó una carcajada y murmuro – Maldición Ryouta- y sin más se abalanzo hacia el rubio y unió sus bocas en un feroz y pasional beso.

Los gemidos que Ryouta emitía se perdían en la boca de su amante, sabía que Aomine podría a llegar a ser un dios del sexo, tan perdido estaba por las sensaciones que no supo a qué horas el moreno se despojó de sus pantalones de mezclilla.

Aomine por fin dejo en paz a los rosados labios del rubio. Se levantó nuevamente mientras se lamia la boca saboreando el dulce néctar que recién había probado. Sin decir nada se dirigió hacia su armario y de ahí saco una caja de tamaño medio, kise no le dio importancia pues estaba tratando de recuperar un poco de aire. Daiki rebusco dentro de la caja y de ahí saco algo que Ryouta no supo distinguir.

Casual Sex: AoKiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora