Muerde la manzana (Bite the apple) +18

Firmando el contrato. parte I

Abrí mis ojos y descubrí que Nicole se había largado y  la realidad es que la pase muy bien en la noche, digamos que...valió cada minuto que pase con ella, es buena en lo que hace, ¿Apoco creyeron que les contaría?
quizás la próxima ves mis queridos lectores, por ahora tengo que ir a visitar a mi querida... olvide su nombre, bueno le llamaré Wilma.

Me fui directo al baño a pegarme una buena ducha, después de lo de ayer, si que es muy necesaria.
Quitar los fluidos de Nicole no será tarea fácil.

***

Después de mi refrescante ducha emprendí camino hacia la casa de Wilma, que claro que no camine nada, solo abrí un portal y llege a su enorme y a"COGE"dora casa.

Llege a el porche y me escondi directo en  los arbustos donde ella se encontraba limpiando la escalera con un trapo.
¿Quién mierda limpia la escalera con un trapo?
Explote a carcajadas, de verdad que si es todo un personaje.

-¿Me estas espiando?-. Estúpidamente olvide que ella puede verme y al parecer escucharme   y ahora si que me había metido en un lío.
-¿Yo? Solo me encontraba detrás de este lindo arbusto, ¿acaso esta prohibido?. Sus ojos se ven enormes a través de esos  anteojos, debo decir que sorprendentemente no es tan fea como la recordaba.
-Está bien, te dejare pasar a mi casa a que me hables de la palabra de Dios-. Esto sí que me había caído de sorpresa, y se pondría mejor, me dejaría pasar a su casa, y los estúpidos ángeles no podrían hacer nada, ¡Te amo libre albedrío!.

-Oh, me siento muy agradecido por eso, estaré "ENCANTADO" de hablarte de el mensaje que el señor me ah dado para ti, y también puedo "Mostrartelo".
-¡Bien! "MUESTRAME". se que ustedes no desisten tan fácilmente-. Esto es una oportunidad de oro, se giro y dirigió a su casa, ya me empezaba a imaginar las terribles cosas que la haría hacer, quizás la obligaría a tragarse mi...
¿Que rayos?, Su ángel...¡no está!, no siento la presencia de el o ella, Observe su casa detenidamente, quizás habría alguna pista de donde se encontraba.

-Y para todo esto ¿cual es tu nombre?.- Frunció ligeramente su ceño, pero para ser honesto seguía sorprendido que no tuviera un ángel dentro de su casa, esta tipa se encontraba expuesta a cualquier cosa... podría hacerle cualquier cosa...
Sonreí maléficamente para mis adentros y quizás un poco para mi afuera.

-¿Estas bien?.- definitivamente su gesto fue algo preocupado, y seguramente fue por mi sonrisa maquiavelica. Algo inevitable en mi.
- Lo siento señorita, mi nombre es Lestath-. Me incline haciendo una reverencia cuando abrió su boca.
-¡tu..tu..tu nombre es como el va...vampiro!-. Pero que expresión más divertida a puesto, me recuerda a un niño.
- No se de que me habla, pero supongo que así es-. No pude evitar sonreírle sinceramente, después de esa cara, me fue imposible.
-Muy bien "Lestath", estoy lista para escucharte, de hecho quería hablar contigo, solo que el día de ayer realmente me asusté, llegaste de la nada y pues verte en mi ventana fue algo que no me esperaba.- empujó hacia dentro con su pequeño dedo sus horribles lentes, dejándome ver sus ojos mas enormes que hace un rato.

Acaricie mi cabello pasándolo hacia atrás y sonreí de lado, mostrando mis relucientes dientes, claro los demonios teníamos ese "pequeño" toque de sensualidad y claro que lo usaría, seria divertido cogerme a este intento de mujer.
-Dime lindura, ¿que es eso que querías decirme?.- guiñe mi ojo esperando a que se lanzará sobre mi, quizás Nicole perdería antes de lo esperado.

Se quedó mirándome fijamente... hasta que hiso una mueca demasiado divertida para mi gusto.
-¿Estas coqueteandome?-. Apuntó su dedo hacia ella, y su cara me demostraba que jamás habían coqueteando con ella, esto se estaba tornando algo desesperante, pero quizás yo podría dar el primer paso, su ángel no está y no tengo que atenerme a ninguna consecuencia...

-Yo...quizás si te...¿¡Que demonios!?-. La jale hacia mi, librandola de aquél demonio de posesión que se acercaba a ella.
La puse detrás de mi espalda y me prepare para discutir sobre este mal entendido.
-¿Qué haces aquí?, Ella es mía, tengo el contrato. -¿Tuya? .- dijo Wilma. Maldita sea, esto se esta poniendo jodidamente  mal.

-Te dejo pasar Lestath, y sabes bien que al dejarte pasar y no tener ángel esta expuesta, cualquiera puede venir por ella, ahora haste a un lado-. Me Gruñó el pequeño demonio.

-Tienes que respetar la ley, maldito rastrero, aun que me haya dejado pasar, ella es mía. ¡Y no puedes interponerte!.  -Lestath, ¿Con quien estas hablando?, no me digas que padeces ezquisofrenia, conozco un buen doctor que podría ayudar.
-Te podrías callar un segundo, las cosas se están complicando demasiado.-

-Ya no es tuya Lestath, ahora puede ser de cualquiera-. Mostró sus ridículos dientes de tijera.
- Mira pequeño gnomo es mejor que te alejes en este instante antes de que te mate, sabes que las llevas de perder así que es mejor que te vayas mientras puedas. -¿A quién matarás?, ¿Lestath?-. Sentí como su cuerpo temblaba al decir esas palabras.

-Bien, Quizás ahora me retire, pero en cualquier momento que te descuides aún que sea un poco, será mía.

Vi como se esfumó en la nada dejando una estela de putrefacción en el ambiente que tanto me molestaba, esos demonios son de lo peor, asquerosos y sucios,  es mas divertido hacer que los humanos caigan solos a obligarlos, estos no tienen dignidad.

-¿Lestath?,¿Que cenaste?, realmente apesta, creo que aquí tengo una medicina para las flatulencias, solo dame un momento-.
Gire lentamente hacia ella, apuntó de explotar de irá,  que acaso no sabe tomarse las cosas con seriedad, y yo que crei que el payaso era yo.
-¡Estúpida! Yo no tengo flatulencias-. Apreté mis dientes al punto que sentí que se romperían-.
-Pues yo no fui, así que el único que queda eres tú, y aparte ¿Quién te crees para llamarme estupida?-. Posó sus manos en sus caderas y me miro fijamente.

-Me creo el tipo que acaba de salvarte de que un asqueroso demonio intente poseerte, ahora me debes un favor.

☆Beth,  pero para mi queridisimo Lestath Wilma.