Capítulo 27 Más vueltas que una noria (sin corregir)

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Espero a que Marc se acerque, pero está hablando, mejor dicho discutiendo con Alex.
Me encantaría irme con mis amigas, pero las muy zorras se han ido antes y las únicas que quedan son Lorena, Lidia, Aurora, Janire y Lulu, por lo que no puedo irme con ellas en coche.
Suspiro.
-Chicas iros, yo llegaré bien a casa- les digo, miro a Lorena- te veo en casa- me despido de Lorena que es la que conducirá.
Tito se acerca a mi, estoy por pegarme un tiro.
-Es idiota pero te quiere- dice abrazandome por los hombros.
-Si, lo se, por eso le mete la lengua hasta la campanilla a otra chica estando yo presente, si es asi como me quiere prefiero que no me quiera tanto, ¿sabes lo que me ha costado decidir que le dire que si?- digo apollandome en su hombro- ¿pero sabes que? Le van a dar por culo, paso de está mierda.
-No corras tanto, es un desliz- le corto.
-¿Tito, que hubiera pasado si le digo que si desde un primer momento?- pregunto separandome de el- tendría unos cuernos que no cabrían en casa- le digo sonriendo.
Dejamos de hablar, sabe que no podrá hacerme ceder.
Alex llama a Tito y se van para su coche, Marc se acerca y abre el coche.
Me subo y me pongo el cinturón.
Arranca y no decimos nada.
Pongo la radio y suena "Los charcos" de Dani Martín.

Lo que me faltaba para rematar la noche.
Inconscientemente la tártaro, ¿Nunca os ha pasado que no podéis dejar de cantar una canción? ¿Aunque la odieis o no sea el momento mas adecuado de cantarla? Pues así me siento yo.
-¿Podemos hablar?- pregunta cauto.
-Nadie te lo impide- le digo tranquila, respira, respira, el asesinato es delito, es ilegal.
-Me gustaría pedirte perdón- dice bajito.
-¿Porque me tendrías que pedir perdón?- pregunto extrañada- No has hecho nada mal- le digo tranquila.
Se queda sorprendido, Marc antes de una tormenta está la calma, nunca te fies de una mujer calmada, porque encierra una fiera que en cuanto pueda te destripara.
-¿No estas enfadada?- pregunta con esperanza, que inocente.
-¿Por que tendría que estar enfadada? ¿Por meterle la lengua hasta la garganta a una chica cuando minutos antes te me has declarado?- digo tranquila- no veo motivo para estar enfadada.
-Vale, la he cagado, pero- le interrumpo, si habla la cagara otra vez.
-Si se te ocurre decir algo más te mato, Marc, tienes razón, no somos nada, por lo tanto no pasa nada, pero que sepas que estoy dolida porque mientras tu le comias la boca a la morena, yo ilusa y estúpida de mi, hablaba con tu hermano de la oportunidad que te iba a dar, cosa que ahora como comprenderás no te daré, pero como te he dicho, no pasa nada, tu eres libre y por ende yo también- digo mirando por la ventana.
Se hace un silencio mortal. Creo que en este momento me duele más a mi que a el, pero no lo pienso admitir, ¿Cómo he podido pensar que el se fijaria en mi? Creo que soy tonta.
Suspiro, respiro ondo y me doy cuenta que ya estoy en casa.
-Gracias por traerme- digo saliendo del coche.
Sacó las llaves del bolso para poder abrir la puerta.
-¿Y ya esta?- oigo susurrar en gritos a Marc detrás de mi, me giró y le miro.
-¿Qué quieres, que te grite?- pregurto calmada.
-Si es necesario gritame, pegame, lo que sea, pero no me dejes asi- se acerca alterado.
-¿Dejándote como? Como si no me importaras- le digo cruzando los brazos- lástima, es lo que te mereces, hace un tiempo te habría gritodo como una loca, pero no vale la pena, tu tomas tus decisiones y yo las mías- digo mirándolo a los ojos- acción reacción, pues se maduro y acepta la reacción que ha desencadenado tu acción, buenas noches Marc.
No dejo que diga nada, abro la puerta y entro, cierto con llave.
Lorena esta en casa, veo sus llaves en el mueble de la entrada.
Me quedo apollada en la puerta, resbaló y me dejo caer al suelo.
Jure no derramar una lágrima más, como se nota que ni yo misma me creía capaz de cumplir esto.
Lorena se acerca a la puerta.
-¿Estás bien?- pregunta agachandose a mi lado.
-¿Si te digo que si, me creerás?- pregunto escondiendo mi cabeza entre mis piernas que están recogidas en mi pecho.
-¿Tú en mi situación lo creerias?- pregunta intentando hacerme reír.
-No, pero tu eres tú, y yo soy yo- le digo frustrada.
-Si no me lo quieres contar no me lo cuentes, pero salte de aquí, vete a dormir y ya verás que mañana todo se ve mejor- dice ayudándome a levantarme.
-A veces pareces madura y seria- le digo abrazandola.
-Lo se soy la mejor, pero recuerda soy la reina de las hijas de puta- dice riendo- no puedes decirle a nadie que he sido buena.
-Luego dices cosas como estas y dejas de parecerlo- le digo entrando en mi cuarto.
-Buenas noches- me grita desde su cuarto.
-Descansa- contesto. 
Me encierro en la habitación, me pongo el pijama y me tumbo en la cama.
Miro al techo esperando que el sueño me haga dormir, pero como el universo me odia, pues no logro dormir.
Doy vueltas intentando conciliar el sueño.
Miro el reloj, son las seis y media, suspiro frustrada.
Me levanto sin hacer ruido, Lorena esta durmiendo. Voy a la cocina y cojo un vaso de leche con Colacao, y un paquete de galletas con chocolate.
Me conecto al ordenador, y empiezo a hacer cosas para clase, necesito tener la mente despejada y si no consigo dormir pues trabajo.
De repente me llega una llamada por Skype, la ignoro, pero llama de nuevo, miro quien es, Alex.
Suspiro, pongo mis auriculares y le contesto.
-¿Qué haces despierto a estas horas?- le pregunto sonriendo débilmente.
-Eso te quería preguntar, ¿Estás bien?- me pregunta preocupado.
-¿Que tengo que contestarte para que no me insistas?- le preguntó comiendo una galleta- Alex está noche era para animarte a ti, y en vez de eso...- suspiro frustrada.
-Eso no es el punto, el punto es que mi hermano es imbécil- dice visiblemente enfadado.
-Lo se, pero no hablemos de ese idiota, ¿Cómo estás?- pregunto sonriendo- Te he visto con una chica- le digo sonriendo.
-Si pero no es nada- dice riendo.
-Eso es lo de menos, lo que importa es que estés mejor, entiendo que es muy reciente, osea ha sido hace apenas doce  horas, pero me alegra que hables con chicas, me siento orgullosa de ti chico farola.
-Gracias- dice bostecando.
-Vete ha dormir, yo haré lo mismo, hablamos más tarde.
Nos despedimos, yo cierro todo. Miro la hora, joder las siete y cuarto, suspiro y me voy a dormir.
Después de dar más vueltas que una noria consigo dormir.

Siempre a tu lado (Marc Marquez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora