veintiocho

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Xu MingHao

El castaño se colocó los audífonos para comenzar su camino a casa; Tenía los ojos llorosos por lo que se encontraba cabizbajo, logrando evitar el contacto visual con los demás. Sin embargo, antes de poder partir a su casa, su teléfono celular había comenzando a vibrar.

Tenía un mensaje de su madre. Eso parecía, hasta que comenzó a leer.

"Joven MingHao, su madre me ha dicho que le envíe este presente para decirle que pase a buscar unas cosas a la recepción de la compañía. Me comentó que usted ya sabe como pedirlo.

Su madre dice que lo quiere y que vaya con cuidado.

Tenga buena tarde."

MingHao bufó al terminar de leer el mensaje. Le dolía el saber que su madre ni siquiera se tomaba la molestia de enviarle un mensaje.

Derramó algunas lágrimas durante su camino a la compañía en la cual trabajan sus padres; Había tenido un miserable día en el colegio y fuera de este, como casi todo el tiempo.

Ofensas por parte de sus compañeros de clase, el estrés que acumulaba durante las clases le presionaba a estas horas del día, la sensación de sentirse solo a pesar de que sabía que no lo estaba, el miedo que sentía cuando por su mente vagaban los pensamientos más erróneos que se pueden llegar a pensar. Lo vulnerable que se sentía al llorar dando a entender que tras esa sonrisa que siempre mantenía frente al colegio, se ocultaba la gran tristeza y soledad que sentía.

Tan vacío. Quería que sus padres vieran por él siquiera un día, quería saber si aún podía contar con ellos, quería sentir la cálidez de los brazos y besos de su madre que ahora sólo formaban parte de los recuerdos del castaño; Desde unos años antes que se mudaran a Corea del Súr, cuando ya preparaban su llegada al mencionado país, el chico había notado el desinterés de sus padres, logrando obtener de ellos ordenes y constantes rechazos para todo, haciéndolo sentir de menos.

Sus padres eran buenos, eso lo reconocía. Pero, ellos preferían relacionarse en asuntos de su trabajo; Su padre, siempre trabajaba y cuando lograba tener éxito en sus proyectos, lo celebraba con su esposa y amigos cercanos. Su madre también estaba estaba la mayor parte del día en la oficina, pero cuando tenía tiempo libre gustaba de salir con sus amigas. Al parecer olvidaban que tenían un hijo en casa que esperaba por ellos hasta tarde.

MingHao sufría por eso, si no fuera porque el siempre estaba entretenido haciendo tarea o algo que le subiera el ánimo y el extra de que ahora contaba con la presencia de su mejor amigo, quién preocupado por la situación de MingHao viajó desde su país natal sólo para ver a su pequeño amigo bien; Éste no tardaría en caer en una gran depresión.

Cuando llegó a la compañía, saludó tímido a todo el personal que se encontraba en la recepción. Caminó hacia donde la recepcionista esperando a que ésta no notara sus ojos hinchados por las lágrimas que había derramado.

ㅡBuenas tardes Yebim noona, mi madre dejó algún encargo ó eso mencionó... ㅡHabló sin despegar la mirada del suelo.

ㅡ¡Oh! Sí, espera un momento. ㅡSonrió a pesar de que MingHao ni siquiera le viera.

La pelirroja se puso de pie y fue a la bodega para sacar las cosas que la madre de MingHao había mencionado; No tardó en volver con unas cajas pequeñas entre sus manos.

ㅡAquí está, también... ㅡHabló mientras buscaba algo en el escritorio. Tomó unos papeles y se los entregó a MingHaoㅡ. Tu madre dice que los coloques en el escritorio de su despacho.

MingHao tomó las cajas y los papeles. Intentó guardar las cosas en su mochila, pero solo lograron entrar dos cajas y los papeles. Gruñó molesto.

ㅡGra... Gracias Yebim ㅡLe dio una sonrisa sincera a la pelirrojaㅡ. Nos vemos.

ㅡYa no llores más MingHao, me estás preocupando mucho. ㅡYebim miró triste al castaño. Se acercó a él y le abrazó.

El personal presenció tal escena por lo que todos, sin excepción alguna, quedaron sorprendidos. En un instante lo susurros comenzaron a hacerse presentes.

"¿son pareja?" "¿qué pretende Yebim al coquetear con el joven MingHao?" "seguro quiere algo"

Yebim seguía abrazando a MingHao cuando soltó una pequeña risa. ㅡEres como el hijo que no planeo tener, pero si tuviera, le querría más que a mi propia vida.

MingHao llegó a sonrojarse ante las palabras de la pelirroja; Él sabía que Yebim en verdad le quería. Sin querer comenzó a llorar, lo cuál hizo que el resto de las personas se incomodaran y volvieran a su trabajo.

ㅡGracias Yebim.

ㅡDe nada pequeño. ㅡRió ante su propio comentario. Ella era muy pequeña al lado del castaño.

Estuvieron abrazados hasta que las lágrimas dejaron de brotar, MingHao negó con la cabeza para luego arrugar la nariz, algo típico de él cuando se sentía avergonzado.

ㅡVete ya MingHao, Jun debe estar esperándote en casa. ㅡYebim palmeó el brazo del mencionado.

ㅡSí... ㅡEncogió sus hombrosㅡ. Adiós Yebim, cuídate.

Luego de recibir otro abrazo fugaz por parte de Yebim salió de la compañía retomando su camino a casa.

Estando a unas cuantas calles de su hogar, su celular volvió a vibrar; MingHao bufó molesto creyendo que se trataba de su madre.

"MingHaooo ¿Has llegado bien a tu casa?"

"Recuerda que tienes que ir con cuidado eh"

"Lo digo por si aún no llegas y estás leyendo los mensajes eh"

MingHao sonrió torpemente al terminar de leer; Soonyoung.

Soonyoung era el nombre del chico que todo este tiempo había sacado grandes sonrisas sinceras de MingHao; Éste se sentía tan afortunado de haber conocido a alguien como Soonyoung.

MingHao estaba realmente agradecido con él, le quería demasiado. A su parecer, se sentía tan bien cuando hablaba con aquel chico.

Y en verdad esperaba que la amistad que mantenía con Soonyoung durara más de lo que él pensaba.


Porque ahora más que nunca, sabía que no quería perderlo.

wrong number » h8shi/soonhaoWhere stories live. Discover now