DÍA 2: "Un Chimpancé aprendiendo Matemáticas"

Comenzar desde el principio
                                    

—Jake, sé que quizás te parezca aburrido pero mañana vas a estar tu sólo en tu turno y tienes que seguir los procedimientos, ¡pero no vas a poder seguir nada si no los conoces!

—Domi, ¡relájate! Esas son cosas básicas que no hay que darle prioridad...

—¿Cómo que no hay que darle prioridad? ¡Hablamos de higiene! ¿Quieres que en tu turno preparen pizzas asquerosas?

—¡No, Domi! Mira, no digo que no es importante, sólo que son cosas en las que simplemente con echarle un ojo a los letreros que están en todas partes uno ya recuerda que tiene que "Lavarse las manos", "Ponerse la gorra", "Mantener limpio el uniforme", y Blah...blah...blah... Pero, ¿Cuál es realmente el corazón de esta empresa?

—¿"El corazón" de esta empresa? Jake... ¿Qué rayos estás diciendo?

—¡Vamos, Domi! Piensa...

—Mi nombre es "Dominik"... Do – mi – nik, no es tan difícil...

—Bien, Domi... El corazón de este negocio son... ¡Las pizzas! ¿Sabes que la pizza es mi platillo favorito? ¿Cuál es el tuyo?

—¿Y qué tiene que ver eso?

—Anda, Domi. ¿Cuál es tu comida favorita? ¡Espera! Una persona tan..."formal" como tú quizás le guste... ¿La comida asiática? ¿La comida China quizás? ¡No! ¡La japonesa! Apuesto a que mueres por rolls y el sushi...

—¿Qué? Jake... ¡Por Dios! Son casi las diez de la mañana y no hemos más que perdido el tiempo hablando tonterías. Tenemos que repasar las normas de higiene, seguridad, el protocolo para atender a los clientes en el local, todo el proceso para los pedidos a domicilio, la parte de administrativa... ¡Jake!

—Te estoy escuchando, Domi...pero es que aun no entiendo por qué el chico tiene que dar tantas vueltas para hacer una pizza...

Me puse las manos en la cara frustrado. ¡Este tipo es insufrible! ¡Y lo peor de todo es que si me fascina el sushi!

—¿Puedes olvidar al pizzero un momento?

—¡Ok! ¡Ok! ¿Qué es lo que sigue?

—En serio me preocupa que no estés tomando notas de nada...

—¡Oye! ¡Ya! ¿Sabes que te preocupas demasiado? ¿Qué edad tienes?

—Voy a cumplir veintidós el mes que viene.

—¿Veintiuno? ¡Wooooh! Con ese carácter yo te hubiera calculado cuarenta y cinco...

—Jake, sé que te encanta perder el tiempo hablando cosas personales, pero es mi deber enseñarte todo lo relacionado con el Manual de Procedimientos, que mañana tú debes seguir y asegurarte que el resto del personal también lo cumpla. Luego de la jornada laboral puedes hacer lo que quieras y hablar de lo que quieras, pero ahora préstame atención.

—¡Bien! ¡Lo que tú digas, Domi!

Sabía que estaba perdiendo mi tiempo con Jake, él sencillamente no iba a aprenderse nada y aunque así fuese no creo que se apegara a las normas, ¡era como tratar de enseñarle matemáticas a un chimpancé! Ni siquiera me imagino qué le pasará por la mente mientras le hablo porque se distrae con demasiada facilidad, como si de un niño de cinco años se tratase. Pero por otro lado, aunque resultara un terrible desastre, al menos todos se darían cuenta en pocos días de que NO es el indicado para este trabajo y mi jefe terminaría reemplazándolo antes del viernes. ¡Así que o se va por su cuenta o lo terminarán echando de todos modos!

De todas formas yo soy muy responsable con mi trabajo, y aunque no le daba ni una ínfima esperanza de quedarse con el puesto de subgerente, igual cumplí con mi deber. Hicimos el recorrido por el local, logré terminar de explicarle las normas de higiene y las de seguridad, y le presentaba al personal del turno.

Esto es la GUERRA  (¡Disponible versión en Papel!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora