Ocho.

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Querido— o no tan querido, chico de las cartas:

Se ve que no puedes con tu ego.

Pero, bueno, está bien, así me das a conocer del verdadero tú y no tu prototipo del chico perfecto mal procreado.

No estás hecho para ser perfecto, cielo. Siento decírtelo ;)

Por otro lado, si, lo admito. Me gustan tus cartas, mucho. No podría mentir aunque así lo quisiera, sin embargo, este es un juego bastante largo para una chica como yo: bastante para una chica lo demasiado curiosa para no morir en el intento.

Siendo así como se dan las cosas, paremos el romanticismo al que no estás hecho y dime de una vez, ¿Quién eres?

La chica de la mochila azul.

Casillero equivocado. [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora