Capítulo 7.

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Camille corrió hacia su casa después de haber comprado algo de ropa para Blas. No podía usar la que tenía, ya que estaba toda rota y manchada y no se podía hacer nada.

Blas había pasado toda la noche con extraños temblores mientras decía cosas que Camille no podía entender.

Jake se había marchado temprano de casa, así que dejó a Blas solo allí, de momento no corría ningún tipo de peligro en su casa.

Camille después de entrar a casa, subió hacia su habitación y vio a Blas aún tumbado en su cama, pero ahora tenía las vendas manchadas, no exactamente sangre, si no un color más rosa y muy clarito. Ella dejó la ropa encima de su escritorio y se dirigió hacia el, para después arrodillarse al lado de la cama, le agitó un rato para poder despertarlo.
Blas poco a poco fue abriendo los ojos, hasta que sus ojos se abrieron del golpe, cambiando a un color negro como la oscuridad, después soltó el grito más fuerte que Camille había escuchado, ella se tuvo que tapar los oídos ya que sentía como el tímpano se iba a romper, quince segundos después, había parado y Blas se levantó con cuidado para sentarse en la cama.

-Blas... -Susurro Camille mientras se sentaba a su lado.- Las vendas... están manchadas...

Blas comenzó a llorar mientras se tapaba la cara con sus manos, ella se acercó a él acariciandole el hombro con las yemas de sus dedos.

-Voy a perder mi trabajo...Ya no seré más un ángel de la guarda...

Susurro Blas entre sollozos, a Camille le costó entenderlo.

-Eres un ángel... nadie te va a quitar tu trabajo, Blas... Te traje ropa...

-Voy a ser un ángel caído... Me han quitado las alas y todos mis poderes, los arcángeles me castigarán y me convertirá en un ángel caído.

Camille no sabía que decir, simplemente bajo la cabeza. Ella se sentía culpable en cierta forma, si no hubiera sido por ella, Blas no hubiera tenido ganas de ir a visitarla y tal vez si no la visitaba, aún seguiría con sus alas y poder...

-¿Me pasas la ropa? Tengo frío...

Dijo Blas mientras la miraba e intentaba sonreír, el siempre tenía una sonrisa para ella.

Camille asintió y se acercó hacia la bolsa para poder cojerla y acercarsela a el.

-Te dejó que te cambies.

Dijo ella sin esperar respuesta alguna.

Camille pensaba que tenía que hacer algo, no podía ver a Blas así, no podía verle triste...
Necesitaba conseguir de nuevo sus alas, conseguir que Dios no le despidiera ni nada de eso. Aún no sabía cómo lo iba a hacer, pero de seguro se le ocurriría algo, mientras tanto, necesitaría acostumbrar a Blas al mundo real y esconderlo de Jake...

Después de unos minutos, Camille subió rápido, se le había olvidado cambiarle las vendas, entro a la habitación y allí estaba Blas quitándose las vendas. Ellos dos se miraron y Blas la sonrío, ella la devolvió la sonrisa como pudo y se acercó a él.

-Ya te ayudo yo...

▫️▫️▫️

Camille le sirvió a Blas un plato de macarrones, el lo miró raro mientras cogia cada macarrón con el tenedor.

- Y esto es...

-Macarrones con queso.  ¿Nunca los has probado?

Rió Camille.

- No... Nosotros no comemos, no nos hace falta.

Camille asintió.

Nunca había sabido este tipo de cosas, Blas nunca le había contado cómo vivía, ni las cosas que hacían.

Ella se sentó al lado de el y comenzó a saborear sus macarrones, mientras tanto Blas la miraba raro.

-Come.

Dijo Camille com diversión al ver su cara, Blas se metió un macarrón en la boca y comenzó a saborearlo. Camille se río al ver las expresiones tan extrañas que hacía.

-Está bueno...

Susurro el para volver a meterse otro macarrón, así hasta que se acabó.

-Gracias.

Dijo Blas algo tímido.

-No las des, es lo menos que puedo hacer por ti.

Después de que los dos recogieran todo, Camille comenzó a prepararse, tenía que ir a su trabajo, a un bar a media hora de su casa, donde trabajaba como camarera.

-¿Te vas?

Dijo Blas mientras miraba como se ponía sus botas negras. Ella asintió y después de prepararse del todo, cogio su mochila.

-Blas... Si viene escóndete o simplemente sal de casa, ¿si? -El asintió no tan seguro, le daba miedo quedarse solo en esa casa.- ¿No quieres venir?

Blas se lo pensó unos segundo.

Que era mejor... ¿Quedarse en la casa solo con el peligro de que Jake fuera a por el? o...¿Ir con Camille a un bar donde habría gente, pero de todas las maneras estaría con ella?

-Voy contigo entonces...

Even Angels (Blas Cantó.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora