It's Evil

pt. I

Aquella avaricia solo fue el llamado al infierno.

La oscuridad de la cámara no lo dejaba ver el camino, el miedo abrumando sus sentidos, a la distancia se escuchaban la respiración agitada de un animal. Más no había suficiente luz para saber de que se trataba y fue entonces cuando el murmullo de una voz llenó el espacio.

-Juguemos en el bosque mientras el lobo no esta...- HoSeok vislumbró un haz de luz apareciendo a metros frente a él.- juguemos en el bosque mientras el lobo no esta...- El ruido de las respiración del animal se detuvo.

Con el haz de luz iluminando el lugar pudo distinguir un suelo pavimentado bajo sus pies, paredes enladrilladas, la habitación se tiñó color vino.Miró hacia delante;un rastro de sangre lo guiaba hacia dos túneles sombríos además se percató de un espectro acercándose.

Ya frente al muchacho, el aparecido lo tomó del brazo clavando las largas uñas en su antebrazo. HoSeok pudo distinguir la apariencia demoníaca del personaje y una sensación de pánico invadió su cuerpo.-Juguemos en el bosque mientras el lobo no esta HoSeok.

Un aullido resonó en las paredes de aquella cámara subterránea de ahí el único objetivo del joven fue correr dentro del túnel hasta encontrar una salida de aquel averno.

El enemigo lo perseguía.

La presencia del demonio había desaparecido de su vista al entrar al túnel aún así sentía aquella mirada diabólica clavada en su espalda; los murmullos se habían convertido en gritos que atormentaban su conciencia, lo seguían a través de la oscuridad.

-Juguemos en el bosque mientras el lobo no esta...- HoSeok sentía la voz cerca; no había lugar donde esconderse. - juguemos en el bosque mientras el lobo no esta...- A lo lejos divisó un cuarto iluminado por lo que parecía ser la luz de luna.

Llegando a la entrada de lo que parecía ser un buen escondite se dejó caer en el suelo, éste se encontraba frío, similar a la escarcha que se formaba en invierno.

La entrada estaba compuesta por un arco y un escalón que llevaba hacia el cuarto parcialmente iluminado por la luna que entraba por un gran tragaluz en una de sus paredes. La pieza se veía amplia y solitaria, habían rejas obstruyendo el paso a puertas destrozadas anteriormente y un olor a vino que impregnaba el ambiente.
HoSeok entró a la habitación y deambulando pensó sus actos, hechos que lo conllevaron a una retorcida realidad.

Ya no había retorno.

Su pecado consistió en haber estrechado la mano con el diablo hace un tiempo atrás.

Fue la ambición la que lo llevó a mudarse a la ciudad y dejar atrás su vida en el pueblo, provenía de una familia donde el trabajo manual era la fuente de recursos y al ser el único hijo varón se le asignó trabajar durante su adolescencia junto a su padre.Su familia era reconocida por ser dueños de uno de los más antiguos y privilegiados viñedos de la zona.

La ignorancia y engaño llevaron consigo al despojo de la posesión de las tierras a manos de los hombres de traje que provenían de las lejanías, aquellos empresarios de ciudad que marcaron un antes y un después en la vida de aquel adolescente.

El trabajo en los viñedos seguía, su labor era cosechar el fruto y obtener un mínimo de ganancia que le pagaban los hombres de traje. Ese había sido el trato. En el comercio y en la industria todo el mundo roba, incluso yo mismo he robado bastante mediante la inequidad.

Pero yo enseño como robar.

El sueño de HoSeok era devolver las tierras a sus antiguos dueños por medio de la compra del terreno y para eso necesitaba dinero.Hace siete meses partió a buscar una oportunidad en aquella selva de asfalto, más su poca experiencia laboral le impedía lograr su cometido en aquel lugar.
La desesperación por no conseguir dinero le tormentaba el sueño, le hacía plantearse otras opciones de trabajo donde conseguir pago y en ese período de insatisfacción fue cuando la realidad paso a las garras del lobo.