Dandonos un respiro (epilogo)

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-No se preocupe joven, nos encargaremos de que esto no sea publico.

-Espero que sea asi, lamento haber venido a estas horas de la noche, pero teniamos que preucurar que el este con la justicia.

-No tiene de que molestarse, ah hecho bien en hacerlo al instante, no sabemos muy bien que les hubiera hecho este delicuente si despertaba- miro el cuerpo del trenzado- hace unos minutos hemos mandado a unos oficiales a ver el edificio donde se encuentran sus complices - comunico a Akashi que habia vuelto a tener sus dos ojos gindas- y no se procupe, han ido silencioso para no levantar ninguna sospecha de algun espectador.

-Le agradezco bastante que nos halla ayudado en esto, la necesitabamos-  regalo una sonrisa al oficial que tenia enfente.

-No deberia agradecer, es nuestra obligacion hacerlo, ademas son menores de edad y seria inaudito si no pudieramos ayudarlos - correspondio la sonrisa del peliginda.

-De todas maneras es muy amable de su parte hacer esto por nosotros, les debemos un agradecimiento- cerro los ojos inclinando su cabeza hacia adelante.

-Le digo que no es nada, mas bien le recomendaria que fuese a un hospital- lo miro de arriba abajo - su apariencia esta de horror y viendo las grabacion donde aparece se le ve que afecto mucho a su fisico.

-Si, ire de inmediato junto a mis acompañantes. Una vez mas, muchas gracias por todo - se inclina hacia el oficial.

-Nuevamente, no es nada, estamos a los servisios de la gente en peligro, que tenga muy buenas noches - se inclino de igual manera y se retiro.

El emperador se dio media vuelta y cojeando un poco se fue directo donde se encontraban sus amigos que estaban sentados en un banco cerca de la comisaria con canzancio en los rostro y dolor a la vez, nadie de ellos se habia librado de alguna agresion, todos estaban por algun lado heridos, pero como ahora estaban al aire libre sin ningun peligro podian relajarse de la tension que sentian. Muchos de ellos estaban dormidos en el hombro de  alguien, la noche fue muy agitada para todos y no era de menos, casi pierden la vida al intentar pasar todos esos retos, pero se aliviaban de que su agresor este en buenas manos de los oficiales que les habian comunicado que mañana temprano iria a la prision de tokyo, los videos eran suficiente prueba de lo que vivieron y en todas ellas se le ve perfectamente el rostro de Haizaki, estaban tranquilos que no habria que hacer un juicio para demandarlo, eso si seria algo que sus padres los descubririan.

El viento de la madrugada hacia a algunos de los chicos abrazarse a si mismos para darse el calor que necesitan, el invierno venia con fuerza y a esas horas era mucho peor, hasta algunos ya empesaban  a temblar por la briza que los empapaba, todos tenian sus ropas humedas por la lluvia, si combinaban ambos, sabian que podrian enfermarse mucho y sinceramente ya no querian mas de esa noche.

Akashi llego a paso lento donde se hallaban todos su acompañantes, era un alivio que no habia tnido problemas con los oficiales sobre el chico, ademas que les habian creido con las pruebas que se habian llevado de aquel lugar, solo espera que aquel policia cumpliera con su peticion de no hacer publico el problema.

-Chicos- iba a dar un paso mas pero las heridas que tenia empezaban a arder con el aire que se programaba. Al instante todos se pararon a acercarse al peliginda, que tenia los ojos apretados resistiendo el ardor que tenia en todo su cuerpo. Quien tenia la maxima preocupacion era el castaño de todos que fue el primero en acercarse al emperador- Es mejor ir al hospital para que nos curen a todos - reafirmo el peliverde que tenia abrazado al alcon que sufria del frio.

Todos estuvieron de acuerdo con ello, ayudaron a los mas lastimados a caminar mientras que cargaban los bolsos que llevaban con ellos desde un principio. Fueron hasta la salida de aquel parque y cruzaron la calle para quedarse parados en un paradero- Oi taxi!- grito el moreno levantando el pulga hacia afuera cuando vio un automovil cerca, este para la buena suerte paro cuando lo llamaron- A donde los llevo? - pregunto desde la ventanilla - El hospital mas cerca de aqui, por favor - el peliceleste fue el primero en acercarse para avisar el lugar donde querian ser trasportados. El chofer al ver el estado de todos ellos y que apenas podian caminar o mantenerse de pie, abrio la puerta de su auto y salio de este para abrirles la puerta trasera donde podian meter al emperador que era en el peor de estado, despues le siguio el alcon que le temblaban las piernas y le dolia a horrores la cabeza vendada, el siguiente fue el castaño que podia caminar con un pie pero se encontraba en estado debil, todos entraron lo mas que podian al auto, por supuesto evitando dañar a los mas graves, en la parte de adelante se sento Midorima poniendose el cinturon, volteo su cuello para verlos a todos, uno que otro cargando a uno de los chicos- Estais todos bien? - pregunto antes de que el taxi avanzara, algunos asintieron y otros hisieron un sonido de afirmacion, volteo su mirada a Takao que le sonrio debilmente en señal de que no se preocupara, ganando solo lo contrario. El chofer entro despues de cerrar la puerta de atras, al igual que el megane se puso el cinturon y empezo a marchar hacia el hospital mas cerca.

Perdidos en el entrenamientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora