Capítulo 10

3.2K 179 38
                                    

Esteban insistía con la mirada para que Héctor hablara pero segundos atrás María le había pedido con un gesto de súplica que se callara todo lo que había escuchado de la boca de Servando.

-Héctor, habla.
-Héctor escuchó mal Esteban, le estaba contando a María de mis amores...

Escuchar eso no lo dejo más tranquilo pero por lo menos había aflojado un poco su ceño, pasó a la oficina para estar más cerca y acercarse a Servando.

-Nunca me contaste nada sobre tus amores, es más... cada vez que te preguntaba me evadías.
-Sabes que soy un tipo reservado.
-Igual Servando ya se iba, estaba despidiéndolo... me quiso contar pero la verdad es que tengo mucho trabajo, así que si quieren seguir la conversación sería divino que lo hicieran en tu oficina.
-Si te diste cuenta que María siempre fue una buena anfitriona...

Todos sonrieron del comentario de Servando, claro que María y Esteban solo por cortesía. Ella se acercó a la puerta aprovechando para abrazar a Héctor que aún seguía ahí.

-Gracias mi amor. –le susurró al oído-

Esteban se quedó platicando con Servando un poco más, no le habían convencido sus palabras pero este último había podido desviar la conversación hacia algo menos complicado.

-Me voy. –mientras agarraba su bastón-
-Te acompaño a la puerta. –se ofrecía Esteban-
-No es necesario, puedo solo. María, un placer como siempre...

Quiso contestarle que para ella había sido un martirio, una especie de maldición tener que verlo pero se calló, se tragó sus palabras porque aún tenía a Héctor abrazado por la cintura. Cuando Servando salió recién se permitió mirar a Esteban, había estado evitando sus ojos toda la mañana.

-Hola pá, no te saludé con esto de Servando. –Héctor se acercaba a darle un beso- Vine a saludar a María porque Lupita me dijo que no había terminado tu video llamada.
-Sí, pero estoy listo. ¿Vamos?
-¿A dónde van? –preguntó María curiosa-
-A comer, ¿quieres venir con nosotros?

Le decía su hijo mientras ella sonreía meditando aceptar la invitación.

-¿Qué van a comer?
-No sé, ¿dónde vamos pá? –lo miró-
-Por qué no salen hoy con Estrella en la noche, ¿va ser mejor no crees?
-Pero igual María, tiene que comer ahora.
-Sí pero se va enfadar, la conoces... no quiero oírla hacer un berrinche porque no le avisamos.
-Estrella puede no enterarse pá.
-Sí lo sé pero tengo que hablar contigo, un rato a solas... -palmeaba el hombro de su hijo-

Se dio cuenta de inmediato que Esteban se negaba a compartir la invitación y ella que justo había decidido por acompañarlos.

-No te ofendes María, ¿verdad?
-No por supuesto que no... mejor me quedo y adelanto trabajo. –volvía para sentarse en su silla- Vayan y pásenla bien, coman rico por mí.

Héctor la saludó con un beso y salió, Esteban no le había vuelto a dirigir ni la mirada. Tuvo un escalofrío en su cuerpo cuando cerraron la puerta, no sabía por qué le seguía doliendo la indiferencia de Esteban, siempre había sido un punto débil en su sistema que él la evitara. Él lo sabía, María odiaba que Esteban la evitara, cuando peleaban él aplicaba la ley de hielo y María se desarmaba por dentro, no podía aceptar que Esteban no le regalara una sonrisa o una mirada tierna pero ya no eran los mismos y eso de ahora en adelante iba ser normal, esa era la relación que ella buscaba y que deseaba a tener con él, entonces era hora de asumir las consecuencias.

-¿Por qué no querías que viniera con nosotros? –ya andaban en el carro-
-¿Siempre va tener que estar María cuando yo quiera estar con mis hijos?
-Paaaa... -le dio gracia su pregunta- ¿estás celoso de María?
-No, no estoy celoso solo quiero estar con mi hijo.
-Nunca te vi celoso.
-Nunca nadie me dio motivos...
-se reía-Son cosas distintas, María viene a calmar una falta que nos hace a mí y mi hermana. Tú eres el único...

Lazos de Mentiras. #MyEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora