Eran las cinco y media de la madrugada, los fuertes vientos del sector sur hacían que las vestimentas que estuvieran tendidas en los patios de cada uno de los jardines de aquel pueblo, se desprendiera con una total facilidad.
— ¡Ay, dios mío!, ¡Qué tormenta!.
— Si quieres bajar y tener ese cuerpo que siempre has querido tener, durante todo este verano, entonces no dudes en llamarnos al número que aparece en pantalla, 0351- 433- 6666, 0351- 433- 6666, ¿Qué esperas?, llama ahora, y si tú eres una de las primeras cinco personas en llamar, te obsequiaremos el cinturón, la guía para completar y hacer tus ejercicios y-
— Gracias Dalmiera, entre otras noticias...., nuestro equipo de producción ha encontrado en los impluvios de nuestro canal, una oruga que no solamente da consejos a todas las personas que pasan por allí, por esos pasillos, sino que también, este pequeño e insignificante animal, parece ser que también canta, es toda una noticia, estodo muy increíble, ¿no, Santos?—
— ¿Orugas cantantes?, ¿Orugas consejeras?, ¡Ay, Dios!, no no no no no no—
— Q............, q............., q............, ¿Qué está ocurriendo?, ¿Qué te pasa Carolina?— Preguntó arrodillándose una de las primas de su familia, mientras que Ella le tomaba con sus ambas manos, observándola a los ojos con una cara muy preocupada, hacia una de sus primas favoritas.
— N.........., n............., n................., no, no no no no, vos no me hagás caso en lo que yo misma me estoy diciendo, vos quedáte y no te movás de acá, por favor ¿sí?—
