Prólogo

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Eran casi las una y media de la madrugada, en aquella cava en la cual con la poca iluminación que nuestras linternas, nos podría llegar a brindar, como a su vez ayudar.

— Cuando los últimos desmonoramientos, caigan sobre sus propios cuerpos, tanto los recuerdos de su infancia como los recuerdos de ahora, se borraran al instante... como si un simple virus informático, los hiciera anular por completo, todas sus memorias, sus anécdotas y sus recuerdos, que cada uno de ellos han tenido, durante todo este período del tiempo—

— Entonces podríamos decir....

— Sí, Efectivamente, la mayoría de ellos, podrían llegar a tener unas heridas no muy graves por todo su cuerpo, pero que tanto su memoria como sus recuerdos, de a poco irán recobrando sus conocimientos antiguos y nuevos que ellos mismo han adquirido, durante todo el desarrollo de esta etapa de sus vidas—

— Además— Dijo la señora vidente, apoyando su mano izquierda hacia una de sus mesas de robles. — Uno de de estos quince hombres, solamente y escúchame muy bien vos,S............., s............, s................, solamente cinco van a poder sobrevivir— Imploró con un tono de voz no muy encantador, la dama mayor mientras que  después ella, con una pequeña mueca que hacía en sus respectivos labios, Velozmente y sin tiempo de dcir ni una sola palbra más, la pitonisa mayor dió la vuelta y empezó a dirigirse caminando en línea recta, hacia uno de los más oscuros y peligrosos pasadizos nocturnos.

Sos Mi CarbonWhere stories live. Discover now