Capítulo XII: Una Incógnita Más

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—¿Y qué me ibas a decir tú? Ya sabes, tus presentimientos.

—Oh, sí. Digamos que tengo los presentimientos desde que tengo memoria, o desde el asesinato de mis padres; así que sé diferenciarlos de un pensamiento... Y a la vez no. La diferencia es que los presentimientos pueden hacerme ver cosas que en realidad no están ahí, cuando tengo la mirada perdida y no parpadeo es cuando pasa.

—Vaya.

Luego del colegio, llegué a la mansión Skyline.

Digamos que tenía una carpeta con todo lo que tenía sobre el caso de mi familia hasta hoy.

Ni siquiera Jim o Bruce saben de esto, quiero investigarlo sola, así como mis encuentros con el asesino—lo cual llamaría como Trabajo de Campo—, sólo que Bruce sí lo sabe. Apenas empezaba, no tengo pistas sobre quién es el asesino además de su cabello, ojos y edad.

Acerca del trato tampoco. No tengo nada. Recibo una llamada—y sí, me consiguieron otro teléfono—y contesto.

—¿Hola?

—¿Elena? Vaya, no puedo creer que seas tú. Pensé que habías muerto, ¿entiendes? Porque estás en Gotham.

"Ya sé quién me llama."

—Lucas, no tengo tiempo para esto, y no puedo volver a Gather. ¿Recuerdas que asesinaron a mi tía?

—Quería saber que estás bien, por eso conseguí tu número, lo cual fue un poco difícil luego de enterarme de que el otro ya no existe. ¿Le digo a Kyle?

—No, no quiero saber de él—dije cortante y rápidamente—. Ni quiero que él sepa de mí.

Colgué.

Lucas era uno de mis "amigos" cuando vivía en Gather, mientras que Kyle... Bueno... Mejor ni les menciono.

Ahí es cuando de todas mis cosas veo a un joyero.

"¿Por qué no? Tal vez sea superficial pero de todos modos es mi joyero."

Lo abrí y veo zarcillos, pulseras, uno que otro collar y en una cajita más pequeña había algo negro, pero estaba cubierto de gasa.

"Un método para proteger las joyas del polvo y cosas así". Lo abro y veo un piercing. "Oh, es verdad. Recuerdo ese día, ahí fue cuando lo decidí junto a un amigo."

Me miro en el espejo que tenía en mi cuarto y me lo pongo. Bruce entró.

—E-¡Elena! ¿Qué es eso? —Apuntó al piercing.

—Déjame explicártelo, Bruce. Antes, cuando "trabajaba" en el bar de Fish, me di cuenta de que ella... Ya sabes, torturaba a las personas.

—Ajá, y, ¿qué tiene que ver? —Se quedó en silencio—... ¿Te hizo algo malo, Elena?

—¡No! Sí... Es complicado, pero no fue ella. Tenía 13 años.

Ahí recordaba las cosas en mi mente a la par que le decía a Bruce lo que pasó:

<<Me dijeron que me escondiera en un lugar que conectaba con el bar.

Siempre me he preguntado por qué Fish me dice que me oculte cada vez que los policías llegan al bar a hablar con ella.

Ahí fue cuando un tipo me sorprendió. Era de alta estatura, moreno e incluso llevaba una aguja larga consigo.

—Hola, bonita—Saludó sonriendo sádicamente—. ¿Qué haces aquí? ¿Quieres jugar?

Gotham Cittá: El ComienzoWhere stories live. Discover now