Capítulo III: Un Enorme Riesgo

1.6K 81 42
                                    

Editado el 15 de agosto del 2017, publicado a inicios de diciembre de 2016.

Me preparo rápidamente y bajé las escaleras. Saludé a Alfred y a Bruce, cuando sirvieron el desayuno empecé a comer algo rápido mirando al reloj que estaba allí.

—¿Por qué tan apurada?

—Recibí un mensaje de Jim diciendo que hay algo nuevo en el caso.

—Te acompaño.

—Está bien—Estaba por comer otro bocado cuando Bruce me interrumpió.

—No comas tan rápido—Acerco el bocado a mi boca un poco más lento y como de forma normal—. Mejor—Sonrió y yo reí ligeramente con la boca cerrada.

Después de eso, fuimos a la estación policial y nos encontramos con Jim.

—Recibiste mi mensaje.

—Sí. ¿Qué es lo que tienen?

—Esto—Me da una nota envuelta en una bolsa transparente—. La encontramos en la escena del crimen. No tiene huellas de nadie y está impresa. Se supone que sólo tú la puedes leer.  

Leo la nota en voz alta.

"Con que volviste a Gotham, éso es bueno. Aún debes seguir esperando a saberlo o mueres. Como siempre, sabes quién soy".

—¿A qué se refiere con eso?

—No tengo idea; pero es muy obvio que no va a poner su nombre.

—O piensa que sabes quién es.

—Si lo supiera, no habría llegado a Gotham en primer lugar. Ni siquiera podría estar viva ahora.

—Tienes razón.

—Entonces tendrás que esperar.

—Sí, y mucho por lo que parece.

Luego de eso, volvimos a la mansión Wayne y Alfred me llama.

—Señorita Elena, tengo algo que decirle.

—Claro, Alfred. Adelante.

—Nos conocemos desde hace poco pero le he agarrado mucho cariño, ya que recuerdo haberla visto antes como usted y el amo Bruce hacen, y quiero lo mejor para usted así como sus padres lo quisieron—Sonreí junto con él—. Así que volverá al colegio como toda niña normal.

Hablando de eso, el hecho de que Bruce y Alfred me estén recordando y yo a ellos podría significar que sabían de la verdadera pronunciación de mi nombre, ya que los Wayne lo sabían. Pero, no lo sé, no sé si alguno de los tres está listo para esto, pero quiero que se enteren por mí. Algún día de estos lo sabrán.

—Estaría bien, es mejor que estar solo—Bruce entró en la sala.

—Fue a propósito—concluí.

—Sí, lo fue, debo admitirlo.

—Bueno, ¿cuándo empiezo?

—... Empieza el miércoles, señorita Elena.

—Está bien, Alfred.

En ese momento se me ocurrió la idea más loca, riesgosa y estúpida de todo el mundo. Recuerdo que mi tía había comprado muchos cuadernos para el colegio, además de que había una pequeña biblioteca con varios libros que me servirían.

"Si no voy acompañada sería mi fin, el asesino podría estar ahí. Creo que Selina es la indicada, vive en las calles; sabe defenderse" pensé.

—Elena, ¿en qué piensas?

—... Creo que ya es obvio—Intenté no sonar tan fría con Bruce.

Gotham Cittá: El ComienzoWhere stories live. Discover now