Capitulo 4

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Faltaban 5 minutos para la hora y ya estaba en su portal, vestido y preparado. Aunque la pregunta era ¿preparado para qué?, que debía esperar de esta noche... ¿podía considerarlo una cita? Tras intentar poner en orden mis pensamientos, me arme del valor suficiente para llamar a su timbre.

-Que puntual –Contesto la voz de Amanda- Enseguida bajo....

"Enseguida bajo....", esas palabras dichas por una mujer podían significar una eternidad, resignado, me senté en el bordillo de la puerta. Solo 10 minutos después vi la sombra de su figura por la puerta. Me levante para saludarla y casi me caigo en el intento al verla. Llevaba el pelo liso y le caía en cascada por los hombros desnudos, un traje de una pieza rojo brillante y unas botas a juego completaban su vestuario.

-¿Estoy bien? –Pregunto con un sonrojo- Creo que es un poco excesivo...

- Estas perfecta- conteste anonadado- ¿Vamos? –pregunte ofreciéndole el brazo.

-¡Vamos! –Contesto cogiéndome del brazo, esto provoco una inmediata subida de mi tensión y de mi temperatura.

Así paseamos por las calles principales de la ciudad. Muchos hombres a nuestro paso, incluso los que tenían pareja, le dedicaban una lasciva mirada a Amanda. Yo me sentí muy honrado de poder acompañar a esta bella mujer. Tras caminar un rato la lleve a una discoteca tranquila, entramos sin problemas, el gorila de la entrada incluso me insinuó que cuidase bien de la chica.

Entramos en el mundo de colores y sonidos de otro mundo, de ritmos enfermizos y sensaciones excitantes, en la discoteca vaya cercamos a la barra y pedimos unas bebidas. Tras tomárnoslas, Amanda comento que le gustaba el local y querría bailar un poco. Yo asentí y le indique que fuera ella primero.

Fuimos a la pista de baile, siguiéndola en todo momento y nos pusimos a bailar al son de la canción de moda. Amanda reía viéndome imitar torpemente los movimientos de los otros bailarines.

Tras casi una hora de baile ya me sentía extenuado, un joven que estaba bailando a nuestro me pareció familiar... ¡Era de mi clase! Rápidamente agarre a Amanda por el brazo y me intente alejar de él. Pero el bullicio era tal en la discoteca que no pude caminar más de dos metros.

-Señorita Amanda - Grito Pablo acercándose a nosotros- que Guapa esta señorita, nunca la había visto por aquí ¿este es su novio? –dijo señalándome a mí.

-Hola Pablo... –contesto la señorita, que me lanzo una mirada de terror- si... es mi novio

-hola, encantado –Dijo Pablo estrechándome la mano- soy uno de los alumnos de su novia, bueno les dejo que ya veo que estáis en pareja...

Increíble, Pablo no me había reconocido... ¿tan diferente estaba como cuando voy al instituto?

Amanda y yo conseguimos salir del local y caminamos algunas calles, hasta que no pudimos más y detuvimos en una esquina para reímos. Apoyados uno en el otro.

-¿por qué le has dicho eso a Pablo?- le pregunte cuando deje de reír-

-No se me ocurrió nada mejor- Contesto sonriente- ¿Además ha salido bien no?- Me hizo un guiño-.

En lo que nos quedó de noche visitamos otros tantos locales, esta vez sin dificultades para mi alegría. Acabamos en un café, que nos refresco y nos despertó lo suficiente para llegar a su casa. Los dos habíamos bebido pero ella era la que estaba más afectada, cuando llegamos a su casa casi se desmaya, tuve que cargar con ella hasta su piso. Donde le saque las llaves del piso y me metí dentro con ella a cuestas (suerte que había ascensor).

Cuando estuvimos dentro entre en el dormitorio y me asombre al ver que estaba lleno de trajes y zapatos desparramados por el suelo. Amanda ya dormía entre mis brazos. Con el máximo cuidado la deje en la cama y la arrope. Al verla tan hermosa y tan indefensa, no pude contenerme y le di un tímido beso en los labios. Acto seguido me dirigí a la cocina y le deje una nota, agradeciéndole la noche tan fantástica que había pasado y explicándole que la había traído a casa.

Y así la deje, con cuidado cerré la puerta de la vivienda y me aventure hacia mi casa, donde nada más llegar me quede dormido sobre el colchón.

Era ya entrado el medio día cuando mi madre me levanto, con pesadez Salí de la cama y vestido aun con las mismas ropas de la noche conteste el teléfono.

-¿diga? –Pregunte taciturno-

-Soy Amanda –Contesto- Quería darte las gracias por lo de ayer, te comportaste como un caballero.

-Gra-gracias, fue un placer –Dije con el corazón acelerado- Espero que durmieses bien.

- Lo hice –hizo una pausa- por cierto... estaba despierta, muchas gracias – dijo cortadamente antes de colgar-.

¿¿Que estaba despierta??........

My English TeacherWhere stories live. Discover now