Entregándome al destino

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*Me quedé a dormir por ese día en aquella casa qué en realidad era un pequeño hueco en el suelo, se podría decir qué sería algo así como una alcantarilla de alguna ciudad grande por ejemplo Nueva York o Pekín.

Algunos restos de comida qué caían del exterior llegaban a la casa, aquél chico los recogía y los llevaba dentro de una pequeña canasta la cual estaba escondida dentro de algunas sábanas ya viejas.

Estaba acostado encima de unas bolsas llenas de algún objeto pero por como se sentía era algo suave y reconfortante, éste se acercó con algo entre sus dientes y al estar cerca de mi rango de visión logre visualizar que era un funda de algo parecido a malvaviscos pero estos estaban ya algo viscosos y con un olor no muy agradable*.

-¿quieres? *me ofreció la funda, no quería pero como se había ofrecido en ayudarme y dejarme pasar el día en su "casa" no podía decirle que no de forma brusca*.

-gracias pero no tengo hambre.

-entonces más para mí, además si no comes te desmayaras.

*Él se fue hacía algún lugar de la casa, terminé quedándome dormido encima de aquellas bolsas apoyando mi cabeza en mis brazos, aunque el lugar era cómodo extrañaba mi casa ya qué había vivido en aquel lugar desde qué todo esto comenzó.

Luego de un tiempo sentí la sensación de ser movido levemente, abrí los ojos lentamente viendo como Valentín me mecía de un lado a otro pero al notar qué estaba despierto dejo de hacerlo mostrando una bolsa llena hasta la mitad, la lanzó a mi lado y a tomar la bolsa observé que estaban llenas de galletas*.

-pensé que no ibas a comer nada de lo que tengo, entonces traje algo que me dieron.

-¿la robaste?

-no la robé, solo lo pedí prestado *respondió con una sonrisa*

*No me dejó darle las gracias cuando ya estaba saliendo de la casa, mire la bolsa de galletas y sin dudarlo comencé a comerlas como si no hubiera un mañana, no quería decirlo pero tenía hambre.

Cuando las criaturas del exterior comenzaron a entrar a sus casas y el ruido de sus pies caminando por nuestra cabeza censaron me indicó qué había llegado la noche y mi suposición fue confirmada cuando las luces artificiales qué alumbraban toda la nave bajaron su tono.

El calambre en mis piernas y brazos comenzó a molestar, con dificultad me levante de las bolsas y me estire como si fuera un gato en el suelo, me senté sobre mis rodillas y viendo el lugar me decidí en investigar un poco.

Me di cuenta qué el lugar tenía varías entradas aparte de la que yo había entrado, para una mascota que era callejera eso le beneficiaba ya qué si lo acorralaban de un lugar tiene otras más por la cuál escabullirse.

Me asomé por una de las entradas viendo qué está daba al otro lado del pasillo, le quedaba al frente una tienda de accesorios caninos y al lado un puesto de comida para aquéllas criaturas.

Seguí explorando el lugar hasta qué me canse y me senté en el medio de aquella casa, al rato Valentín regresó trayendo consigo otra funda hasta la mitad pero en éste caso de nueces.

Me lanzó la funda a mis pies la cuál le quedé viendo por un rato hasta qué me decidí en tomarla pero al ver que éste seguía su recorrido hasta llegar a la canasta y tomar de ella una manzana algo podrida.

Regrese mi vista a las nueces y con la funda entre mis dientes caminé hasta él colocando la funda a un lado de éste*.

-creo qué la necesitas más qué yo.

-pero...

-no tengo hambre.

*Caminé de regresó a las bolsas en las cuales había pasado todo el día lanzándome a ellas y a continuación acostarme en ellas, cerré los ojos pensando qué al día siguiente debería ir a la casa de la dueña sino quiero qué está llamará a los "humanera" o a la perrera en éste caso.

HumanoidesWhere stories live. Discover now