5-Confianza.

14 0 0
                                    

James y Sarah llegaron a la recepción del hospital. Se podía notar la sombra de agitación de la noche pasada. Quedaban dos policías en la sala de espera y James pudo ver cómo un tercero se dirigía hacia los pasillos.

Sarah se adelantó a la hablar con la recepcionista mientras James miraba a su alrededor agobiado.

Aquel hospital le recordaba el día que le llamaron para comunicarle que su padre había sido tiroteado a la salida del juzgado. Recordó la ansiedad, la angustia del no saber. Odió los hospitales desde el momento que tuvo que identificar el cuerpo de su padre, el simple olor que desprendía el hospital le causaba nauseas ya que le rememoraban todo lo sucedido.

-Buenos días, soy Sarah Black. Me gustaría saber si sería posible ver o saber sobre el agente Cho, tenemos entendido que ingresó aquí esta misma noche.-la voz de Sarah le sacó por un momento de su bucle y recibió toda su atención.

Sin contestar, la recepcionista se limitó a buscar en su ordenador como tantas veces lo había tenido que hacer durante todo el día y en un momento su rostro se desencajó.

-¿Sois familiares del agente Choi?

-Soy el ab..-antes de que James pudiera explicarle que era el abogado de un caso, Sarah le interrumpió:

-Es un gran amigo del agente, somos cercanos a su familia.

James la miró extrañado pero antes de que pudiera rectificarla, la mujer tras el tablero lo dijo, dijo exactamente lo mismo que aquella vez;

-Lo siento muchísimo, no pudimos hacer nada por él.

James notó como la respiración se le cortó por un momento, pero el aire volvió a sus pulmones cuando Sarah le cogió de la mano haciendo que la mirara.

-Lo siento mucho, cariño. Te juro que cuando llamé me dijeron que estaba en cuidados intensivos.-se disculpó Sarah.-Pensé que aún...

James dio un golpe al mueble haciendo que todas las personas que estaban en la sala de espera se girarán sorprendidos.

-¡Tengo que verle!

-No tienes por qué hacerte esto.-susurró Sarah cogiéndole del brazo.

-No. Lo que no puedo permitirme es no ver su cuerpo, ese capullo nos dio la vara diciendo que nunca vimos el cuerpo de Víctor.-gritó James sin poder controlarse.-¡Tengo que verle!

-Señor, tengo que rogarle que no levante la voz.-dijo la recepcionista mientras se levantaba exaltada.- Puede dirigirse a la sala que hemos preparado en la morgue para familiares de los agentes fallecidos esta noche...

-¿Han habido más fallecidos?- preguntó Sarah sin dejar de coger a James.

-Lo siento señorita, no se nos permite revelar más información. Si van a la sala 3 de la morgue, encontrarán al teniente Holmes que les informará de todo.

Sin esperar ni un segundo más James se dirigió al ascensor casi tirando de Sarah. Dejaron atrás la multitud molesta en la sala de recepción. James había conseguido calmar su mente diciéndose a sí mismo que todo aquella rabia, dolor y ansiedad que sentía era por el recuerdo de su padre. Al entrar en el ascensor apretó al botón -2 con insistencia.

-James, intenta calmarte. ¿Sabes dónde estás yendo?- Sarah pasó el brazo por la espalda de James y le acarició para intentar calmarle, desde la muerte de su padre nunca le había visto tan afectado.

-Ya he estado en la morgue de este hospital, sé el camino.- respondió rápidamente James, en realidad sabía dónde estaba la morgue en cada hospital de la ciudad. Su trabajo le había hecho frecuentar hospitales, cárceles, comisarías y juzgados.

El suave tacto del metal.Where stories live. Discover now