Capítulo 5

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Todo estaba completamente oscuro. Delante suya, un largo puente que parecía no tener final, detrás, exactamente lo mismo, como un espejo de una macabra realidad. No tardó en  distinguir una silueta unos metros más alante, una silueta masculina, de una persona alta, fuerte y que caminaba lentamente, con cierta chulería en su paso. Una chulería que le resultaba familiar, sabía que era su hermano. El confundido chico comenzó a intentar alcanzar aquella silueta, pero por mucho que avanzara, siempre estaban a la misma distancia. Intentó a la desesperada llamar a lo que creía que era su hermano, pero no lograba generar ningún ruido. Lo intento de nuevo, esta vez más fuerte, pero obtuvo el mismo resultado. Mark, ya asustado, comenzó a correr con todas sus fuerzas, pero no recortaba ninguna distancia.

La fatiga empezaba a apoderarse del americano, que atemorado decidió a mirar hacia detrás. Allí ya no quedaba nada, bajo sus pies el puente iba destruyéndose, y para su sorpresa, cuando se giró, por delante tambien.

La figura se paró unos metros antes del precipicio, que iba acercandose hacia sus pies, y el chaval, por fin fue capaz de acercarse a él. Apenas estaba a unos metros, pero justo antes de que lo alcanzará, se giró, y como había sospechado, era su hermano.
-No lo intentes, nunca has podido y nunca podrás...- susurró en voz baja, algo macabra, que escondía rencor y maldad.

Al terminar estás palabras, se dejó caer al vacío, con los brazos en cruz, y la mirada al cielo.

Destruido, tras ver como perdía a su hermano, se paró en seco, y quedó sobre una rodilla, ofreciéndole la mano, que ya no podía coger. Era cuestión de segundos que él también cayera al vacío, pero el puente dejo de romperse, parecía satisfecho con su víctima. Pero Mark, se levantó, y sin ayuda ninguna, salto al vacío, asumiendo cualquier culpa.

Gotas de sudor frío recorrían su frente, se despertó de golpe y con la respiración agitada. Se reincorporó, y poco a poco fue calmandose, pero justo cuando estaba volviendo a su posición inicial, una voz femenina, irrumpió el silencio.
-¿Un mal sueño?- pregunto.
-¿Qué?- respondió Mark algo desubicado.
-Tranquilo, soy Kelly.
- Y ¿Qué haces despierta?¿Tú tampoco puedes dormir?- pregunto el chaval mientras se levantaba y se acercaba a la posición de la chica.
- No, es mi turno, hoy me toca vigilar...    
-¿Vigilar?¿El qué?
- La noche es muy larga, y mucha gente nos busca...
-Bueno, si quieres me puedo quedar yo, no creo que pueda dormir.- se ofreció Mark.
-Permiteme dudar, y no dejar nuestras vidas en manos de una persona que he conocido hace unas hora, no se, soy algo esceptica.-respondió con una sonrisa.
-¿Me puedo sentar?-Kelly solo respondió con un gesto.
-Bueno, bueno Mark... Dime ¿Qué ha sido de tu día duro?
- Agotador...
-¿Nada más que añadir?
-Ha sido todo... Tan deprisa...
-Ni siquiera te ha dado tiempo a reaccionar- dijo terminando la frase.
-Exacto ¿Como lo sabes?- pregunto Mark algo sorprendido .
-A todos nos pasa lo mismo, un día estás en tu casa, tranquila, crees que todo va bien y... y...- su tono comenzó a quebrarse y no comenzaba a tragar saliva.
-¿Te ves, persiguiendo a una misteriosa dama por unas alcantarillas, huyendo de los guardias y entrando en una habitación  secreta?Conozco esa sensación- interrumpió Mark, cortando la tensión que comenzaba a notarse. Kelly, dejo ver una sonrisa, una sonrisa algo rota, pero fuerte.
-Bueno... No exactamente.- respondió​, mientras se giraba y miraba a Mark. Él noto las lágrimas que se negaban a salir de sus ojos, pero ella se mantuvo compacta, sabía como no derrumbarse.
-Mark, tú y yo, no somos tan diferentes ¿Sabes?- dijo mientras se apoyaba en su hombro.
-Ambos hemos tenido un día largo...
-Y miranos, hablando en una alcantarilla a las 5 de la mañana...
-Bueno... Podría ser peor...
-Y que lo digas... Bueno, cambiemos de tema ¿Tú de donde eres?- pregunto la chica algo cansada. Mark comenzó  a inventar una excusa.
-Bueno, nací en la zona este de la ciudad, de donde era mi madre, pero me tuve que mudar, porque a mi padre, lo transladaron a la fábrica de metales, y me moví a la zona centro ¿Sabes?     ¿Kelly?    ¿Estas ahí?- Kelly estaba totalmente dormida, el cansacio había podido con ella. Mark la miro, y por primera vez en mucho tiempo, volvió a sonreír. El chico se levantó poco a poco, dejando con cuidado a la chica, la cogió y la llevo a su cama, le coloco las sábanas y volvió  a continuar la guardia que nunca había comenzado.

El Muro De VaporWhere stories live. Discover now