𝖲𝗈𝗅𝗈 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝗈 𝗎𝗇 𝗏𝗂𝗋𝗀𝖾𝗇. ☞ Harry Styles.

☞En marcha ¡Plan para besarlo!

                  

Capitulo 3  "En marcha ¡Plan para besarlo!"

Mi nombre es Rachel Allen. Tengo 16 años y mi larga meta es tener 100 pretendientes sexuales. Es un largo camino, ya que aun soy virgen pero ¡No me dicen Rachel Allen por nada! ¡No me rendiré! Claro que no. Voy a luchar hasta tener a Harry Styles en a mis pies, y arriba de mi cama.

Hoy tenemos la revisión física, donde tomaran las medidas de mi cuerpo.

Pues vale.

Altura. 1,64.

Peso 51 kg

Altura sentada 87 cm

—¡Rachel es tan delgada y bonita!

—Pero si debería ser una modelo.

—Es tan perfecta. Me gustaría ser como ella.

—Ay, me hacen sonrojar. —acuno mi rostro entre la palma de mi mano, sonrojada.

Cuando salimos del salón, todas caminando con una nota en las manos de las medidas de nuestros cuerpos, pude ver a Harry que estaba saliendo de una habitación. Pude sentir como al verme se puso rojo y comenzó a mirar hacia el suelo.

Harry —punto de vista—

Cuando salí de la habitación, pude ver como Rachel se acercaba con su grupo de amigas con una nota en la mano. Quizá estaban sacando las medidas que toman todos los años.

Pero, realmente no tengo idea de lo que pasa por su cabeza. Es tan extraña. Pero tal vez ella...¿quiere...ser mi amiga, quizás?

Giré la cabeza para poder verla, y cuando pude observarla puso la nota médica en su rostro para que no pudiera verla ¡¿Ni siquiera me deja ver su cara?! ¿Tan enojada está?

Rachel —punto de vista—

Puse la nota médica en frente de sus ojos al notar que miraba en mi dirección. Espero que haya podido leer las medidas de mi perfecto cuerpo.

**

Están casi por empezar los exámenes iníciales. La verdad no me preocupa en lo absoluto. A parte de ser bella tengo muy buenas calificaciones.

—¿No crees que esta es una buena oportunidad para acercarte a Harry?— Amy dijo llamando mi atención —¿Por qué no estudias con él?

Me reí y luego me cruce de brazos. —No es necesario. No me va mal.

—Podrías mejorar mas en matemáticas— dijo mi amiga —Y podrías acercarte más a Harry también— sugirió. Lo que estaba diciendo no era una mala idea. Estudiar con Harry no podría estar nada mal. Es uno de los más inteligentes de la escuela después de todo.

—¿Pero dónde?— pregunté. —No estamos aun lo suficientemente cerca para ir a una de nuestras casas.

—Podrían hacerlo aquí.

Hacerlo...hacerlo...hacerlo...

— ¡¿Hacerlo aquí?!

¿Cómo seria hacerlo en un salón de clases? Dios podría...

—Harry...— gemí.

—Rachel, estoy tan cerca...

—¡Imposible! ¡Alguien podría vernos!— Aluciné. Dios pero es tan romántico y peligroso.

—Céntrate en el tema del que estamos hablando, pervertida. O estudias o fornicas— me regaña. —Para estudiar, Rachel, para estudiar.

—Muy bien, entonces ¿Qué hago?— pregunté. La verdad es que como nunca había tratado con un chico, no se como hacerlo.