Capítulo 78

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Mantengo los ojos cerrados mientras sus pasos abandonan la mansión:

-Más vale que esto salga bien -susurro.

-Siento cierta resignación por tu parte.

Cada vez que habla, esa aguda pero maligna voz llena mi cabeza con facilidad. No es una sensación fácil de describir, y tampoco que me agrade mucho.

Sin embargo ya estoy acostumbrada, por lo que alzo la vista encarando al mago, para luego sonreír de manera perversa:

-Solamente me gusta que las cosas estén bien hechas.

-Entiendo tu sufrimiento, pero no creía conveniente tu aparición en esta batalla. Prefiero que estés a mi lado cuando el final llegue, y no puedo asegurar eso si luchas ahora.

Asiento de manera casi imperceptible. No soy su mano derecha, pero me trata mejor que a muchos de sus subordinados. Supongo que le interesa mi poder y mis antiguas relaciones sociales.

Muerdo mi labio al pensarlo, nunca imaginé que podría llegar a tal rango en el bando equivocado. Sí, el equivocado:

-Con su permiso, voy a mi habitación. Avisadme cuando mi padre haya vuelto, por favor.

Inclina la cabeza, aceptando mis últimas palabras. Con esto, me alejo escuchando solamente el ruido de mis pasos.

Voy prácticamente arrastrando los pies, aunque intento disimular mis ánimos. Sólo tengo ganas de dormir.

La oscuridad ayuda a que esto no tarde mucho en suceder.

(...)

Unas voces interfieren en mi descanso:

-Joder... podrían hacer algo menos de ruido -susurro para mí misma.

Me estiro y salgo con intención de descubrir si han vuelto ya (que será lo más probable, si no ya puedo empezar a correr).

Ruedo los ojos al escuchar la represalia de Voldemort hacia los mortífagos. Entro a la escena sin ningún tipo de cuidado, y todos me miran. Algunos se nota que están asustados por mi cara de pocos amigos:

-Te iba a avisar ahora Lobo, pero-

-No son buenas noticias y has decidido darles un toque primero -sonrío de manera cínica-. No te preocupes.

Sí, me ha llamado Lobo. No, no se ha equivocado, ese es mi apodo:

-¡Un respeto niña! ¡No interrumpas al señor oscuro!

-Calma Bellatrix, no pasa nada.

La susodicha me mira con odio, aunque yo paso de ella. Entonces, mi padre aparece con una sonrisa en la cara:

-No he derribado a Harry, pero sí a su acompañante, Alastor Moody.

Me tenso por un instante:

-Seguramente está muerto -exclama con orgullo.

-Pero no era Harry -exclamo, aliviada en el fondo.

Mi padre abre los ojos algo alarmado, manteniendo aun así su pose. De repente, el mortífago de antes habla:

-Harry Potter no se encontraba con Moody...

Consigue captar mi atención, y no tardo en pensar de la manera más rápida que puedo cual ha podido ser la causa de la confusión.

Durante los siguientes minutos, llegan el resto de los atacantes. Algunos llevan el miedo a flor de piel por no haber conseguido nada, pero a medida que escucho sus conversaciones no puedo evitar sonreír por dentro.

Por otra parte, sé cómo debería reaccionar, y así lo hago. Una risa sale cada vez más fuerte de mi garganta, y el silencio inunda la sala:

-¿Qué ocurre? -pregunta mi padre.

-No me puedo creer que hayáis sido tan estúpidos.

-¿¡A quién llamas tú estúpidos!? ¡¡Ni siquiera estabas allí!!

-Calma ese humor, Greyback. Sólo digo que podríais haber pensado en un plan mejor.

Se acerca, enseñando los afilados dientes que posee:

-¿Acaso quieres ser un lobo de verdad?

-Si haces eso eres hombre muerto -suelto con frialdad.

Se aleja un par de pasos, sabiendo que soy capaz de hacerle daño de verdad:

-Os han engañado con señuelos.

Me cruzo de brazos, y pienso en ir de nuevo a mi habitación. Sin embargo, el orgullo de esta gente es hasta estúpido:

-Yo he derribado a uno, y aunque no creo haberme equivocado esperemos que sea el verdadero.

Modestia totalmente fingida debido al existente margen de error en sus actos, pero seguro que piensa que todos son unos inútiles y él ha dado a Harry:

-¿Le has matado?

Ha faltado poco para que mi voz temblara:

-No creo, pero le he herido.

Asiento, y abandono definitivamente el lugar. No puedo estar ahí ni un segundo más.

Me tiro sobre el colchón, y después de comprobar otra vez que la puerta está cerrada, comienzo a lagrimear.

Uno de mis profesores favoritos ha muerto... Y Harry puede estar sufriendo... Pero sin duda lo que más me preocupa es que no sea él.

Cualquiera de las personas a las que quiero podrían tener heridas de gravedad, ya que según los veredictos de los mortífagos he sacado la conclusión de que fue la Orden quien protegió al chico.

Una cosa es segura, el trato se ha roto. Confían en mí (cosa que no deberían haber hecho NUNCA), por lo que será fácil seguir actuando como siempre. 

Sin embargo, por fin podré desobedecer a Voldemort cuando quiera, y eso me da un poder más increíble de lo que nadie podría pensar.

Seco mis lágrimas, ya que la tristeza comienza a desvanecerse. No diría que ahora me siento feliz, pero es lo más alegre que he sentido en mucho tiempo.

Mi lucha interna ha dejado de ser una lucha. Ahora simplemente tengo que esperar al momento indicado, y no desaprovecharé la oportunidad de ayudar a los chicos en todo lo que pueda.

Mi corazón se ha separado de 'Lobo', ahora vuelvo a ser la de siempre, pero con un objetivo en mente.

Derrotar a Voldemort.

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora