—Disculpa, ¿Puedo saber que estás intentando encontrar en el brazo de mi esposo? —yo conozco esa voz. Inmediatamente Kristen se voltea y mira a Alex con sus grandes ojos castaños bien abiertos.

Esto no debe ser cierto, me volteo casi incrédulo ante lo que Alex acaba de hacer. Henry y Jane también miran a Alex perplejos, es que no sé si reír o molestarme por esta escena.

En cierta parte, se siente como un acto de celos y por algún extraño motivo, me gusta.

—Disculpa, yo no lo sabía...... ¿Tienes esposa? —Ella me mira, ¿Qué? ¡Me acaba de preguntar por mi anillo!

—Te dije que soy casado —digo de lo más calmado posible.

Oliver, no te rías.

Ella me suelta de inmediato y se levanta de la mesa "con permiso" —exclama —llevándose a la chica a la par de Henry con ella.

Henry disimuladamente comienza a teclear en su computador, no teme por mí, teme por él y que Alex le cuente a Brittany. Yo miro a Alex con desaprobación, y no, ya no puedo aguantar la risa. Es que aún no me creo esto.

—Usted y yo vamos a hablar señorita —le digo, una vez sentada en el lugar que la pelirroja estaba, ella sólo me mira con una sonrisa.

— ¿Por qué? Tú estabas dejándote manosear por esa tipa —también murmura, sin siquiera titubear.

—No me estaba manoseando, ya le había dicho que soy casado, solo estábamos buscando una dirección en el GPS.

—¿Y tú eras el único que podía ayudarla?

—Tú me has dicho que hay que ayudar al prójimo.

—Sí, pero no a un prójimo que use shorts que cubren menos que mi ropa interior —enarca una ceja y me preparo mentalmente para lo siguiente que voy a decir.

—Eso no es cierto —también enarco una ceja, ya había visto su ropa interior. De inmediato agranda sus ojos y me parece tan divertido, si no estuviésemos en público ni loco hago esto. Sé que aquí no puede golpearme. El mesero se nos acerca, nosotros ya habíamos desayunado pero Alex no.

—¿A qué horas nos vamos? —pregunta, luego de hacer su pedido.

—Dentro de unos minutos así que desayuna lo más rápido que puedas —contesto, mientras reviso unos correos.

Comienza a comer todo, miro una y otra vez preguntándome cómo va a alcanzar toda esa comida en su pequeño cuerpo, pero sí alcanza. Deja por último un pequeño postre que sé que no va a comer y yo lo haré por ella.

Tomo el postre y comienzo a comerlo. Ella me observa con esos sus ojos fulminantes que según ella dan miedo.

—¿Nos vamos? —pregunto, saboreando el postre de la manera más maliciosa posible en su cara.

—Claro —contesta, aún manteniendo esa su mirada feroz y observa el postre.

—Iré por Brittany —dice Henry levantándose de la mesa —Nos vemos en el jet.

—Está bien —exclamo y vuelve mi mirada a la rubia junto a mí —Sostén mi postre —hablo, extendiendo el postre con mi mano hacia ella.

—¿Qué? ¿Te refieres a mí postre? —enarca una ceja y no puedo evitar sonreírle triunfante.

—No te lo ibas a comer ¿Por qué desperdiciarlo? sostenlo, no me hagas repetirlo dos veces —ella deja caer el tenedor sobre el tazón de frutas que estaba comiendo y se cruza de brazos.

—Tú no me mandas —esas precisas palabras me molestan —si no me lo pides como un favor no lo haré —se levanta de la mesa y frunzo mi entrecejo.

Casado con mi secretaria © (Borrador de la 1era edición - 2016)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin