DÉJATE LLEVAR

La cena

Martina

El día de hoy ha sido agotador y para colmo, mi encuentro con Bobby aún hace que me estremezca. Me siento terriblemente imbecil, nunca me había pasado esto, esta absurda relación de odio y atracción me supera.

Todas mis relaciones sentimentales habían sido corrientes, la mayoría habían sido amigos con los que intenté llegar a algo más, pero la cosa nunca terminaba de cuajar. Siempre me había preguntado el porqué ya que esos chicos eran muy parecidos a mí, teniamos los mismos gustos y  aficiones. Pero no me importaban mucho este tipo de cosas, sabía que alguna vez me enamoraría de verdad y por supuesto no sería ni en Texas y muchos menos, de Bobby.

Las cosas en casa estan cada vez más raras, siento que no pertenezco aquí y cada vez me siento más sola.Mi madre me llama cada día pero yo nunca le cojo el teléfono por mucho que Jude me insista.Creo que me ha traicionado y tengo la esperanza de que se sienta culpable y me pida volver a Barcelona.

Creo que lo único bueno que me ha pasado ha sido conocer a Caitlin, nunca había valorado tanto tener una amiga al lado ya que si no fuera por ella mi vida en el instituto sería todavía más difícil.

Jude interrumpe mis pensamientos y entra en la habitación con el teléfono en la mano.Nunca se cansa de venir aunque sabe que siempre le voy a dar la misma respuesta. Entonces se lo comunica a mi madre y cuelga.

-Algún dia tendrás que hablar con ella Martina.

-No quiero hablar con ella, me ha abandonado. 

-No digas tonterias, no te ha abandonado.Martina, nos ha dado una oportunidad a todos, a ti, a mi y hasta a ella misma. 

-No lo comprendes eramos un equipo, nunca nos separabámos.No puedes enviar a tu hija a otro continente solo porque te has cansado de ella.

-Tu madre te quiere. Te llama todos los días y me pregunta por todo lo que haces.Tienes suerte.

-Si! Soy super afortunada!

-Está bien... te pido un mes.

-¿Qué?

-Un mes y si tu lo quieres volverás a Barcelona.

-¿Porqué? Te habrás cansado de mí, supongo.

-Me rompe el corazón verte así, quiero que seas feliz, más que nada en el mundo, hija. Y si yo no puedo hacerlo posible aquí lo haré dejándote ir, otra vez.

Su expresión es la más triste que he visto en mi vida. Estos días he descubierto que somos bastante similares en muchísimas cosas. Tenemos el mismo carácter, la misma sonrisa y hasta pequeños tics a la hora de hacer las cosas que son realmente sorprendentes.

-Está bien, acepto.

Él cambia su epresión levemente y esboza una pequeña sonrisa.

-Me alegro. Queria comentarte una cosa, pasado mañana viernes, tenemos una cena con los Brown.

-¿Quien?- Esto ya estaba rozando loslimites del surrealismo.

-La familia Brown. Hago negocios con Samuel Brown, a lo mejor conoces a su hijo Robert... es lo más posible porque es bastante popular por aquí.

-¿Bobby? NOOO!!

-Así que lo conoces.. ¿No te cae bien? Se le ve buen chico.

-Si para ti buen chico significa que es un pedante lleno de esteroides con aires de superioridad.

-Así que así están las cosas...- dice con un aire misterioso.

-No se que estás pensando pero no.