Enamorado De La Muerte ✓ →[Steve Rogers]

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La curiosidad la embargo cuando lo sintió así que fue hasta él, el rubio con el cual tuvo complicaciones años atrás.

Aún recordaba como estuvo sentada 70 años en el hielo, meditando profundamente si lo dejaba morir a causa del hielo quemándole la piel o si lo dejaba vivir sin razón alguna, aunque estaba el pretexto del suero que corría por su sangre.

Pero aun así lo dejó vivir.

Se tardaron 70 años en encontrar su cuerpo, y ella tardo 70 años en tomar la decisión de dejar al corazón del rubio seguir latiendo.

Por fin después de cuatro años del despertar de Steven Grant Rogers, tiene una idea del porque lo dejó seguir viviendo aun cuando su tiempo ya había terminado.

Lo supo en el momento en el que vio como todo el edificio caía sobre el rubio.

Lo supo justo en el momento en el que ella salió corriendo para quitarlo del camino.

Lo supo justo cuando por primera vez en toda su existencia se dejó ver por un vivo.

Y es que el super soldado tenía algo que nadie más tenía.

El poder de hacer a su corazón latir.

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El super soldado se distrajo por completo viendo como el helicarrier estaba a punto de marcharse del lugar, se debatía entre correr o terminar con los robots para que Ultron no pudiera seguir existiendo.

Justo cuando estaba por tomar la decisión de correr a la nave, sintió como alguien lo empujaba fuertemente, gracias a la fuerza aplicada Steve fue arrojado aproximadamente cuatro metros hacia el frente, justo en ese momento se escuchó un gran estruendo y una gran nube de polvo se levantó.

El capitán Rogers comenzó a toser a causa del polvo pero aun así poco a poco se fue incorporando, mientras observaba como todo el polvo desprendido por los escombros se disipaba, tomó su escudo del suelo y entonces se puso de pie tratando de ver un poco más.

Entonces recordó el empujón que le propinaron momentos antes de que el edificio se cayera y la preocupación lo embargó.

Corrió hacia el frente buscando a la persona que lo salvó, no pudo evitar abrir sus ojos con sorpresa cuando vio a una mujer bajo lo que parecía haber sido una pared

-Dios mío. -Susurro el rubio mientras se acercaba con rapidez a la chica, al instante puso dos dedos en su cuello para tomar su pulso, no pudo evitar soltar un respingo al sentirla completamente fría, helada mejor dicho, pero sí, su corazón aún latía. -Resiste por favor. -Murmuró.

Sin dudarlo colocó su escudo en su espalda para luego ir directo a los escombros que estaban sobre ella, con mucho esfuerzo fue capaz de retirar todo ese material sobre el cuerpo de aquella mujer, sin duda fue mucho peso lo que ese cuerpo soporto.

Con mucho cuidado y delicadeza tomó el pequeño cuerpo en sus brazos tratando de no ser muy brusco ya que lo más seguro es que la mujer tuviera secuelas después de ese impacto.

Observó como el helicarrier estaba cada vez más lejos así que tenía que llegar ahí lo más pronto posible para salvarse y salvarla a ella.

-Capitán tiene que salir de ahí ya. -Ordenó la voz de Nick Fury por el comunicador.

-Eso intento. -Respondió mientras apresuraba el paso ya casi corriendo. -Llevó a una joven herida en estos momentos.

-Apresúrese estamos a nada de alejarnos por completo del lugar. -Eso fue más que suficiente para que rubio comenzará a correr lo más rápido posible, para poder tomar vuelo y aterrizar en el lugar.

Y así fue, el rubio corrió lo más rápido que pudo y casi al llegar a la orilla del lugar brinco lo suficiente para poder caer en el helicarrier.

Al caer casi se le cae la mujer que llevaba en brazos pero alcanzó a sostenerla, el lugar estaba lleno de gente, y había gente hasta en el suelo ya que estaban heridos, todo estaba lleno, no había lugar para recostarla.

Vio un pequeño espacio de lo que parecía ser una banca y sin dudarlo fue a tomar asiento ahí para tratar de acomodar un poco a la mujer que tenía cargada.

Una vez sentado miro detalladamente a su acompañante, no tenía ningún raspón en su rostro y por lo visto tampoco se veía alguna herida en su cuerpo, fue entonces cuando noto el largo vestido negro que llevaba puesto, sin duda si el vestido no estuviera lleno de tierra sería muy lindo, entonces noto que no tenía zapatos.

Con algo de curiosidad miro a la chica, observando la piel morena de esta, sus cabellos color chocolate, sus largas pestañas y sus labios levemente rosados.

Sin duda era joven, no le calculaba más de veinticinco años, tenía una vida por delante, al sentir como seguía muy fría, con algo de miedo llevo nuevamente sus dedos al cuello de ella para sentir su pulso, respiro con alivio al saber que seguía con vida, sin duda no se perdonaría el hecho de que le ocurriera algo por salvarlo a él.

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Los ojos de aquella mujer mejor conocida como la muerte se abrieron, casi al instante observó la cara del rubio al cual había salvado momentos atrás, antes de que el rubio dijera algo los ojos de la morena se volvieron a cerrar, se sentía extraña, completamente diferente y más o menos tenía una idea del porqué, salvar a alguien con sus propias manos fue algo que ella misma no se permitió desde el principio.

A causa de esto, ningún ser vivo moriría alrededor de un mes.

Ya que ella no tendría el poder suficiente para quitarlas.

No había tantos problemas para ella.

Unas vacaciones no le caerían mal después de todo.