Capítulo 4

113 5 0
                                    

Escucho el cierre de mi bragueta bajar lentamente. Por un momento mi cuerpo tiembla por un instante y un escalofrío me recorre por todo el cuerpo. La verdad no se si estoy nervioso o si tengo un poco de miedo, creo que la señorita Sofia se dio cuenta de eso pues me miró a los ojos y solo sonrió divertida.

-Se... Señorita... Señorita Sofia - trato de decir algo pero algún nudo en la garganta no me deja. Siento que se me va el aire.

Está a punto de meter su mano dentro de mi ropa interior y yo brinco por inercia. Me levanto y me dirijo a la entrada pero mis pantalones están abajo y tropiezo de espaldas. La señorita Sofia se dirije a la puerta y la cierra con llave.

-Estás en detención, no te puedes ir - se guarda las llaves dentro del sujetador.

Me levanto y aún con la erección dentro del pantalón, me los vuelvo a subir. Creo que me entraron ganas en verdad. Así que espero parado a que ella haga algo. Pero me mira y luegi dice.

-¿Qué esperas para escribir?

En cuanto dice eso me quedo perplejo. Quién rayos entiende a las mujeres.

-Pero yo creí que...
-Eres un alumno regular - me interrumpe -. Creíste ¿qué?

Me calentó y ahora actúa como si nada y eso me pone un poco molesto. Me pone caliente y ahora quiere que me aguente esto. ¡Ah claro que no!
Actuó por impulso y me acerco tanto a ella que puedo oler el perfume en su cuello.

-Pero esto es solo detención - le susurro al oído mientras presiono mi mano en su falda.

-Esto merita un castig...
-Entonces castigeme - le muerdo ligeramente un oido.

Después le beso el cuello pasando a los labios, primero lamo uno de sus labios y después meto la lengua dentro encontrandome con el tacto de la lengua de la señorita Sofia y lentamente continuamos con los movimientos.
Mis manos presionan las grandes sandías de la señorita Sofia. Por dios que bien se sienten. Le desabotono la blusa dejando solo el sujetador. Primero le beso el escote y ella deja salir un leve suspiro.
Le quito el sujetador y la llave sale volando, sus pechos rebotaron cuando los dejó caer y sus pesones se encurecieron.
Primero los presioné con los dedos y después los sobé mientras la volvia a besar. Ella pasó sus manos repetidas veces por mi cabello. Bese sus cuella hasta llegar a sus pechos y consumir de sus pesones, al parecer a ella le está gustando esto.
Ella hace que me quite la camisa y tambien salé volando. Esto cada vez se siente mejor y esto si es real y está pasando. Bajo hasta donde está su tanga y ella abre las piernas. Comienzo lamiendo por ensima de la tela. Y después de unos segundos meto dos dedos dentro de la tanga comenzando a dar unos lentos masajes.

-Oh...  - la señorita Sofia supiró.

Entonces meto los dedos. Dentro y fuera. Dentro y fuera. Dentro y fuera. Y la señorita Sofia se dobla, entonces me detengo.

-No pares - dice de una manera entre cortada.

Entonces acerco mis labios a su vagina, y juego con su clitoris mientras ella gime de una manera exitante.
Ella se detiene y se pone de pie, pues se encontraba sobré el escritorio. Me vuelve a bajar lentamente los pantalones y comienza a sobar mi miembro por ensima de la ropa interior. Después de un momento estando así ella baja mi ropa interior quedando totalmente desnudo. Ella toma mi pene y lo presiona fuertemente con su mano comenzando a masturbarme lentamenta.
Cierro los ojos para disfrutar los movimientos de sus manos, pero me lleno de placer cuando siento su caliente lengua pasando por la cabeza de mi miembro y después lentamente entrando entero a su boca. Dentro y fuera. Dentro y fuera. Cada vez más rapido.
Dentro y fuera, siento un gran placer cuando la mete por completo a su boca. Espero más pero se detiene.

-¿Qué pasa?
Ella no me contesta, se levanta, me toma del pene y me lleva de nuevo al escritorio. Ella se pone de espalda a mi y entonces comprendo lo que ella quiere que haga.
Quiere que la penetre.

-Pero no tengo condón - me digo con un tono de lastima.
-¿Y que con eso?  - contesta ella.

Entonces doy la primer embestida y ella suelta un grito. Por un momento me pregunto si hay alguien que nos escuche... No se un profesor o tal vez dejemos traumado al conserje. Pero descarto la idea al recordar el aparcamiento vacio. Recuerdo que hasta el conserje usa coche.

Continuo con las embestidas. Dentro y fuera. Dentro y fuera.
-Más rápido - me pide entre gemidos.

Comienzo a darle más fuerte mientras le muerdo la espalda.
La volteo dejandola frente a frente. Y la vuelvo a penetrar.
Dentro y fuera, mientras presiono sus pechos y lamo sus pesones. Esto es el paraíso.
Continuamos así por un rato hasta que llega el momento en que quiero venirme.

-Me voy a venir - le digo
-No la saques - me susurra al oído.

Mi miembro ya no soporta más y todo un gran orgasmo nos llega a ambos. Siento como me vacio dentro de la señorita Sofia.

-Oh - está vez yo suspiro.

Saco mi pene del interior de la señorita Sofia.

-La detención a terminado. Es hora de que te vallas - ella vuelve al tono frío en el que siempre habla.

No digo nada más. Simplemente no la entiendo. Nos vestimos y sin decir nada más guardo mis cosas y salgo sin mirar a la señorita Sofia.
Aún no me acabo de creer lo que acaba de ocurrir. Aún siento un leve placer recorriendo en todo mi miembro.
Salgo del edificio sin ni siquiera pasar al baño para arreglarme bien.

-¡Seb! - no me di cuenta cuando Aline se acercó.

-Aline. ¿Qué haces aquí?

-Acabo de llegar. Vengo por un justificante.

-Descuida, no hay nadie - le comento.
Que suerte que Aline no llegó antes o si no valgame dios que habría escuchado la pobre.

-Maldición... Oye me di cuenta que tu casa está cerca de la mía. ¿Te puedo acompañar?

No puedo responder que no. Me vería demasiado grosero. Así que acepto y ella me sigue. Entonces comenzamos a platicar mientras ambos caminamos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 30, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Alumno (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora