Capítulo 27

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  Pasaron 2 días desde que ví a Sebastián, la última cosa que recuerdo es que me sentía pésima, el sentimiento aún está aquí, sólo que las palabras que mi madre dijo a través del teléfono habían golpeado fuerte en mí, el tiempo ayuda a curar las heridas, intentaba mucho creerlas.

  Decidí que lo mejor era cambiar el aire, estaba encerrada en mi departamento con la única compañía de mi padre, mi celular no llamaba, nadie parecía preocuparse en saber cómo estaba, no Harry. Seguía sin saber de su existencia.

  Era increíble cómo me esforzaba para mantenerlo fuera de mi vida, pero mi cabeza hacía todo para no olvidarlo.

  Cada mañana desde que dejé de saber de él, aparecía en mis pensamientos, desde temprano cuando despertaba e iba al baño a cepillarme los dientes, casi podía sentir su presencia por la costumbre que tenía de estar a su lado, cuando preparaba el almuerzo y hacía algo de comer, lo primero que pensaba era que lo preparaba porque era su comida favorita.

  Y en la noche, hacía zapping en la televisión sin encontrar algo que me entretuviera, no era alguien que consumía mucha TV pero era a causa de que todos los días tenía a Harry para hablar, siempre estaba conmigo charlando, riéndose, aveces de mí y otras veces conmigo pero al fin hacía que olvidará todo por un rato.

Si tenía que cambiar el aire por mí bien, lo haría. Me alejé un poco del centro de la ciudad, manejaba despacio, no en segunda, porque los autos de atrás si parecían tener prisa, pero lento.

No tenía muchas ideas de lugares a donde podría ir, no tenía ánimos suficientes tampoco. Entonces decidí ir a comer, ir a almorzar al shopping, mi estómago está gruñendo y ahora que tenía que alimentar a otra personita más era peor.

Dejé el auto en el estacionamiento del lugar, a diferencia del resto de los días el lugar estaba casi vacío, quizás era por el horario, eran las 12:00 am. Tenía algo de lógica, era el horario de entrada de los niños a las escuelas, y también de la mayoría de gente que trabaja por la tarde. Todos hacían sus actividades de todos los días, excepto yo.

Pasé por la entrada del cine antes de dirigirme al patio de comidas pero me quedé viendo la cartelera gigante que aparecía en las pantallas ensima de la boletería.

Sonreí levemente al ver mi película favorita ahí, o al menos mi trailer favorito porque no la había visto hasta ahora. No dudé en sacar una entrada para la película, no me la perdería, por más de que mi estómago gruña mucho.

La función comenzaba en 10 minutos, en los que gaste el tiempo comprando comida. Por más raro que suene en mi cabeza, compré unos nachos con queso, siempre compraba palomitas, me hubieran gustado las palomitas pero tenía que almorzar algo salado.

Recuerdo que el trailer de esta película salió en televisión, era la película romántica más esperada del año según el comercial. De cualquier manera yo quedé completamente enamorada y Harry estaba conmigo esa vez. Él me prometió que iríamos a verla juntos, apesar de que prefería ver una de acción o de terror antes que la típica película romántica que me encantaba.

Y acá estaba yo, sentándome sola en el medio del la sala, en el asiento del centro, haciendo equilibrio para llevar mi bolso, los nachos y la gaseosa sin que ninguno cayera al suelo.

En cuanto me senté los comerciales que aparecen antes de toda película empezaron, mi comida olía muy bien, pero sabía que si empezaba no quedaría nada en cuanto empiece la filmación.

Finalmente comenzé a comer cuando empezó. No sacaba mi vista de la pantalla, la sala estaba casi llena de gente, parecía que si iba a ser un éxito como todos esperaban.

Everything You Are || H.S EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora