Prólogo

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Su madre estaba mal.
Su madre estaba mal y él lo sabía. Sabía que tenía cáncer y que estaba muy avanzado. También sabía que debía conseguir dinero lo antes posible. Su tratamiento millonario era la única cura, lo sabía.
Yuri Katsuki, tenía 23 años, era omega, y era la vergüenza de su padre. Desde que nació, supo instintivamente cual era su lugar. Debía estar en las sombras siempre, un omega pequeño, tímido y delicado, con un suave aroma no era para ser presumido, lo sabía. Siempre había sido así, callado, cerrado y tan acostumbrado a la soledad que ya no le molestaba. Pero así eran as cosas y no podría cambiarse a sí mismo.
Sabía que debía sacar dinero de algún lado. Tenía tres trabajos, por la mañana era reportero y trabajaba en una pequeña oficina, por las tardes hacia de mozo en un café y por las noches cocinaba en un pequeño restaurante.
Ganaba lo mínimo y estaba acostumbrado a ser rebajado, a ser humillado, debía bajar la cabeza, apartar la mirada y callar. Pero no era suficiente, el tratamiento de su madre costaba millones y el nunca podría pagarlo.
Pero no quería rendirse, no quería perder a la única familia que le quedaba.
Pensaría en algo, pensaría como ganar más dinero, saldría adelante, todo estaría bien, todo saldría bien.
Nadie quería a un omega, a un omega hombre. Ese era el problema. Siempre estaba rodeado de poderosos y olorosos alfas que lo seguían con la mirada. Alguno que otro murmuraba a cerca de sus curvas y el solo sonreía, sintiendo la bilis en su garganta.
Estaba sentado en un pequeño café, era viernes y debía ir a trabajar.
Miraba a los adolescentes que entraban, sonriendo, sin ninguna preocupación y lo extrañaba. Extrañaba no tener obligaciones, extrañaba estar en su cama tibia, tomando café a altas horas de la madrugada.
Yuri nunca se preocupo por el dinero, hasta ahora. Era un tema que él no tocaba, y, aunque su padre lo mantuviera siempre alejado, siempre lo consentía ¿Qué clase de amor era ese? Siempre tuvo todo. Ducha caliente, comida caliente, buena ropa y una acogedora casa para vivir.
Quería ser profesor de idiomas, al irse de su casa luego de pelear con su padre y dejar a su madre, conoció el placer de viajar. Secretamente, su padre pagaba sus viajes y él lo sabía. Sabía que con tal de que su pequeña vergüenza estuviera lejos, pagaría lo que fuera. Aprendió inglés, latín, sueco, alemán, y español. Nunca estudio ruso. Creía que era imposible que fuera para allá, odiaba el frio. Se defendía con el francés, y creía que era suficiente para poder recibirse y tener la carrera que tanto quería.
Pero nunca pudo darse ese lujo. Años después de haber dejado su casa recibió un llamado de su madre. Estaba enojado, pero sabía que ella no podía desobedecer a su padre, el era su alfa. Se escuchaba débil y se le encogió el corazón. Dos meses después de haberse ido, su padre la había dejado.
Volvió al instante; con lagrimas, y los ojos desolados su madre le conto sobre el cáncer y él se sintió culpable. No debió irse, no debió dejarla.
Pensó que ella moriría, y se fue cerrando y rompiendo de a poco. Pero decidió ser fuerte y pudo salir adelante.
Se dedico a trabajar y a mantener a su madre, quería conseguir dinero y mandarla a Estados Unidos, el único lugar en el que podría curarla.
Había pasado ya media hora y entraba al trabajo a las 7:45 am. No debía llegar tarde.
No debía desobedecer, no debía quedarse sin empleo, debía salvar a su madre, debía curar a su madre. Yuri lo sabía.
Lo que no sabía era como conseguirlo.

Heartbeats ~Victuri [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora