Capítulo 22

347 37 10
                                    

 —Creo que no debí venir —dije sintiéndome no bienvenida y extremadamente incómoda.

—Estoy de acuerdo con eso —dijo.

Se cruzó de brazos y me bloqueó el paso de la puerta. El corazón se me encogía lentamente. Dolía. Esta fue una estúpida idea, de todas formas, si alguno de los dos iba a dar el primer paso, ese tenía que ser él, no yo.

Mis ojos instantáneamente buscaron los de Alan y nos miramos fijamente por unos cuantos segundos, minutos, horas; no sabría decirlo con exactitud.

— ¿A qué viniste, _________? —preguntó por fin. Me relamí los labios e intenté formar palabras coherentes.

—Vine para que hablemos. Creo que me apresuré a...

— ¿A qué? ¿A juzgarme? —suspiró, irritado. Se pasó una mano por el rostro

—Disculpa si me he dejado llevar por la lógica y asumir que me harías lo mismo que me hizo Erick y que... me dejarías.

—Yo no te dejé. Mi palabra ya no vale nada para ti. Solo admitámoslo: es mejor dejar las cosas así. No quiero seguir haciéndote daño.

—Era lo mejor para ti; jamás hubiera funcionado esto entre nosotros, de todas formas, tú nunca confiarías lo suficiente en mí. -dije. Asiente.

 —Yo no he estado con otra mujer... así que quita esa cara porque, a diferencia de lo que creas de mí, no me acuesto con lo primero que me guiñe el ojo y tenga puesto una falda.

—Eres un... —dije y rápidamente me tomó del brazo y me empujó cerca de su cuerpo. Me costó un momento recuperarme de la sorpresa.

—¿Has estado llorando, ________? —pasó un dedo por debajo de mis ojos, sentí mi rostro arder en llamas —¿Has comido algo? —esta vez sus manos se fueron directo a mi cintura. Me ruboricé por completo.

Retiré con un golpe las manos de Alan que aún seguían en mi cuerpo, y me aparté unos buenos centímetros de él. Este no era momento para dejarme aturdir por las hormonas que me hacían actuar así.

—No tienes que preocuparte por mí —respondí de mala gana—, solo déjame estar con tu abuela esta comida y prometo no volver a molestarte jamás.

—Bien —estuvo de acuerdo—. Recuerda mantener tu palabra.

—Lo haré. -le dije retante.

Antes de que se hiciera a un lado, y me dejara pasar, me tomó de la cintura abruptamente. Llevó una de sus manos detrás de mí nuca y pronto sus labios estuvieron sobre los míos.

Estaba tan aturdida que no supe lo que pasaba hasta que sentí su lengua tratando de deslizarse sobre la mía. Su boca ejerciendo presión en un beso tan salvaje que pensé por un momento que me ahogaría.

Me agarré a sus brazos y dejé que mis caderas chocaran contra las suyas por un breve instante. Eso fue suficiente para escucharlo gruñir desde el fondo de su garganta.

Sus manos viajaron hasta mi trasero y me acomodó en la posición perfecta para que mi cuerpo sintiera el suyo a la perfección. Me soltó con la misma rapidez con la que había comenzado el beso; se relamió los labios y me sonrió como sólo él sabía hacerlo. Tonto. Había extrañado horriblemente besarlo.

—Alguien me contó que ya encontraste mi reemplazo —susurró tan cerca de mi boca—. Hablaste de cómo fui muy cruel y todo un canalla cuando en realidad tú estás haciendo exactamente lo mismo conmigo en estos momentos.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

No terminan juntos, fin... ahaha jaja es mentira, lo que no es mentira es que ya casi acaba la novela, espero que disfruten este caps. y no se olviden de votar en este caps. y en los anteriores si no lo haz hecho, gracias.

"Peligrosa" ||Alan Navarro.|| Sin Editar.Where stories live. Discover now