"Peligrosa" ||Alan Navarro.|| Sin Editar.

Capítulo 12

El impacto me deja sin aliento. Creí que no sabia bailar.

-¿Qué... haces?

Me tambaleo un poco mientras farfullo las palabras. ________ me pone el celular en el bolsillo delantero de mis pantalones y me mira con los ojos entornados. Un auricular va en mi oreja y el otro al de ella.

Yo me limito a observar en silencio, completamente hipnotizado, mientras ella apoya uno de sus brazos en mi hombro y entrelaza las manos que tenemos libres.

-Bailo contigo, Alan.

Empieza a sonar una música lenta y yo me sorprendo porque conozco la canción.

-Tú sígueme -me susurra y empezamos a movernos.

Arranca el primer verso, y yo trato de concentrarme, pero me es imposible, ya que solo escucho un poco la letra.

-Tienes que mirarme -habla y yo siento que me tiembla todo -los jueces tienen que tragarse lo que les vendamos.

Claro que sí. Estamos actuando porque no debo reprobar. Exhalo lentamente. El objetivo es no reprobar.

-Vamos a intentarlo de nuevo, pero esta vez mírame a los ojos, ¿de acuerdo? -asentí.

Narra ________.

De la nada, su mano se desliza unos centímetros arriba. Es un movimiento tan lento y sensual que no puedo evitar cerrar los ojos. La puñetera canción no es que sea de gran ayuda.

-Te voy a levantar del suelo, ¿vale? -¿Qué? Eso no lo tenía planeado.

-Por favor, no me tires -le susurro.

Alan se ríe un poco y me aprieta aún más fuerte contra su pecho. Ahora él es él que tiene el mando.

-¿No confías en mí?

-¿Es una pregunta retórica?

-Te voy a levantar quieras o no. Vas a tener que aprender a confiar en mí. -a mí se me escapa la risa.

-Es más fácil decirlo que hacerlo. Aunque el problema no eres tú, sino tu novia, me ha estado martirizando estos últimos días por culpa tuya y no sé si matarme este en su lista de cosas por hacer si alguien se mete contigo.

-No es mi novia -murmura serio.

Empieza la segunda estrofa de la canción y, sin previo aviso, Alan me levanta por la cintura y en cuestión de segundos mis piernas cuelgan en el aire mientras él nos hace girar a los dos.

Las palabras que oímos en nuestros respectivos auriculares resuenan a nuestro alrededor. Entre la forma en que me mira y la voz suave y delicada de la cantante, juraría que es el momento más increíble de mi vida.

Cuando me baja, busca mi cintura con las manos. No cabe ni un alfiler entre los dos. Mis pies tocan el suelo y me doy cuenta de que estoy totalmente enredada en él.

Sus brazos me rodean, una de sus piernas está entre las mías, mis manos se agarra a sus hombros... lo que me sorprende es que aun quede espacio entre los dos.

Sus ojos se posan en mis labios y siento que el corazón se me sale del pecho. Hasta el último átomo de mi ser es consciente de lo cerca que estamos. No lo entiendo. ¿Qué rayos está pasando?

-_________ -susurra Alan mientras se inclina sobre mí.

Noto como me voy acercando a sus labios cada vez más y más... un zumbido estridente perturba el silencio de la noche y siento que me acaban de echar un balde de agua fría.

Alan maldice entre dientes y se aparta de mí, yo me tambaleo y por poco no aterrizo de culo en el suelo.

Narra Alan.

-¿No piensas contestar? -me pregunta _________ como si nada.

Mi móvil sigue sonando y vibrando; me lo sacó del bolsillo con gesto tembloroso.

-¿Si?

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Hola!

Sé que había prometido actualizar el fin que paso, pero lamentablemente surgieron algunos problemas con la escuela, así que subiré dos capítulos por la espera.

Espero que los disfruten. Gracias por seguir leyendo.