Mi amada bestia

Capitulo 14

Wow! no puedo creer que esta historia este por lo 1,2 K... Me siento muy feliz de saber que les este gustando ^^

Lamento la demora al actualizar, pero debía de hacer algo y ahora que lo termine, volví con las actualizaciones >.<

Capitulo 14:

Me parecía un poco raro que mi celular siguiera llamando de un numero desconocido. Más aun, que al contestar solo puedo escuchar una molesta respiración sumando a palabras sin sentido. Entre el nerviosismo y el pánico, le conté a mi hermana, quién solo dijo "Estan jugando"

- Idiotas- Mencionó Lucia, a la vez que seguía pasando lo canales

- ¿Dónde aprendiste eso?- Cuestioné sorprendida, en ningún momento se lo había dicho

- En la película- Señalo el televisor

Ahora que lo pienso, ha estado viendo muchas películas. Ya dejo de lado los dibujitos, algo así como una etapa que ya supero. Pero las películas que ve, son muy influenciables, demasiado.

Aunque su figura aparente una chica de más de 20, su cabeza aun no da con esa edad. Me da una pequeña cosa en el interior, el escucharla insultar.

- A partir de ahora no veras más televisión- Anuncié, ella me observó detalladamente

- ¿Qué hago entonces?- Wow eso no me lo esperaba, nunca me había contestado antes

- Leerás, nada mejor que lo educativo de los libros- Señale la pequeña biblioteca que tenía en la sala- Eso te ayudara en mucho

Miró la televisión, y sin quistar apago el aparato. Se levantó, a pasos lentos llegó hasta la biblioteca, tomando un libro cualquiera, volvió a la alfombra, tirándose de lleno en ella. Lo que no había pensado, fue que ahora yo tampoco debía de ver tele, para igualar la situación.

- Debía de haberlo pensado mejor- Murmuré, viendo su espalda

Otra vez esa parte negra resaltaba de su piel. Aunque ahora podía notarla un poco mejor, parecía un tatuaje y por el pequeño espacio de piel que vi, juraría que son dos.

¿Algún día sabré que dice? Con sinceridad me había olvidado de eso, tantas cosas pasaron estos días que no me acordaba de la pequeña parte de su cuerpo que nunca vi. Ya que prácticamente la observe desnuda en más de una ocasión.

- ¿Estas bien?- Esa pregunta me trajo a la realidad

- ¿E-eh?- Dalia me observaba como si fuera un bicho raro

- Estas roja, ¿Estas bien?- Volvió a preguntar

Con esa pregunta, recordé el porque. Mis mejillas volvieron a arder, de solo ver el cuerpo desnudo de Lucia en mi cabeza.

- S-si- Contesté, sin sonar convincente

La sola mirada de ella, me indico que estaba pensando algo, dudando si decirlo. Aunque se calló, y solo asintió levemente

- Esta caluroso acá- Volteó la cabeza, notando los nuevos clientes de la tienda- Deberías de mojarte la cara, eso te hará bien- Sonriéndome, salió del cuarto.

Le hice caso, salí del cuarto y me dirigí al baño. Mojándome consecutivamente la cara, fui sintiendo la frialdad poco a poco, esa que me calmó.

- ¿Qué me pasa?- Susurré, fijándome en mi reflejo, notando algo que antes no tenía.

Me sorprendía lo rápido que leía un libro, aunque no debería de hacerlo. La mayoría de libros en mi biblioteca son cortos, no superan las 30 paginas y eso se debe a mis pocas ganas de leer algo. Si me lo proponía podía hacerlo, pero no es algo que haga por mera ganas de lectura.

En menos de dos días, ya se había terminado de leer la mitad de la biblioteca. Me divertía el notar como en su lugar de la alfombra, había una pequeña pila de libros mal acomodados. Como esa pila iba subiendo de altura a medida que pasaban las horas.

Así como ella, Nick también se había adueñado de un lugar de la alfombra. Y si que podías notar cual era, ya que esa parte estaba completamente rodeada de pelos. Por supuesto su lugar, estaba a un lado del de Lucia, quién siempre lo acariciaba o jugaba con él un rato antes de ponerse a leer nuevamente.

Aun si le pregunte no me había dicho de ninguna incomodidad al leer, por lo cual lo tomé como una señal de que no necesita lentes. Algo que no me sorprende, pero debo de admitir que se vería hermosa con ellos puestos

¿Qué estoy pensando?

La mañana del sábado no parecía muy común. Desde que Lucia se sentó en la mesa, no había dejado de mirarme fijamente. Quería evitar, ignorar que me estaba clavando sus ojos en mi nuca, pero me era inevitable el sentirlos.

Aun así me senté en la mesa, llevando las tazas conmigo. Ella tomó un sorbo grande de leche, sin despegar la mirada de mi rostro. Comencé a sentir los indicios de nerviosismo, nunca me gusto que me miraran por mucho tiempo, y ahora descubrí que si es Lucia quién lo hace, me pone más nerviosa.

- ¿Qué pasa?- Cuestioné, dejando mi taza en la mesa

Un silencio se hizo presente. Tomó aire, y miré sus labios, cuando hizo una pregunta que me dejo en blanco completamente

- ¿Te puedo besar?

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Como soy mala, los dejaré con esta intriga hasta que actualice (Risa burlesca) 

Gracias por leer, comentar y votar... Me hacen crecer las ganas de escribir ^^