Mi amada bestia

Capitulo 1

"Encuentro"

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Su carrera cada vez se hacía más larga, sin tener conocimiento de donde estaba, no sabía para dónde ir. Solo le quedaba un paso, salir de ese lugar. Había logrado burlar a los guardias, había conseguido salir de esa habitación, pero todavía no veía la libertad.

Tres sujetos con batas, le taparon el camino, en ese estrecho pasillo su única opción era pararse, pero no. No frenaría ahora, no sabiendo que le faltaba poco para escapar completamente. Siguió corriendo, tomando más velocidad de la que llevaba, con un salto consiguió patear a uno de los hombres, quien cayo inconsciente al piso. Con golpes directos al estómago de cada uno, dejo sin aire a los dos restantes. Prosiguió en seguir su camino. El sonido incesante de la alarma, le estaba comenzando a dar dolor de cabeza, deseaba encontrar el lugar donde se prendía eso, para apagarlo de una vez por todas.

Los gritos de otras personas también le llego de lleno, así como el sonido de recarga de armas. El olor a humanos cada vez se expandía más, dándole a entender, que más hombres hacían su aparición en ese lugar. Si quería salir de ahí, antes de que le hallen, debía de tomar medidas más drásticas, o dolorosas.

- R18, basta de hacer esto- Se escuchó una voz masculina, que conseguía llegar todos las partes de ese lugar, gracias a los parlantes ubicados en cada esquina, al lado de las cámaras de seguridad. Ella frenó, idealizando un plan para salir de ahí- Solo quédate donde estas, iremos a buscarte y hablaremos de esto como personas civilizadas

- No soy una persona normal- Murmuró, continuando con su camino.

Siguió corriendo, tomando la misma velocidad de hace un rato, esperando paciente para poner su plan en acción. Al encontrar una esquina no dobló, siguió de largo. Colocando sus brazos en su cara, evito alguna lesión en ella, al atravesar completamente la estructura.

Cayó al piso, junto con algunas partes de escombro, rodó al tocar tierra. Solo se detuvo gracias a un tronco de árbol que golpeó de lleno en sus costillas. Oler algo distinto a lo que estaba acostumbrada, le dio la idea de que por fin, había logrado salir de ese lugar. Sin meditarlo más, comenzó a correr, sintiendo esa punzada a la cual no le dio importancia, estaba libre, todo lo que había soñado desde hace años

Podía escuchar lo ladridos de los perros detrás de ella. Su visión nocturna le permitió, moverse con facilidad por entre los troncos, sin la necesidad de pararse o caerse nuevamente. El problema, era su ubicación, no sabía dónde estaba y tenía la certeza, que no podría seguir corriendo por siempre.

Se detuvo, solo al pisar algo distinto. Agachándose, comprobó que no era tierra lo había debajo de sus descalzos pies, sino otra sustancia, más dura, fría y áspera. A lo lejos, escuchó el rugir de algo, no era tan fuerte pero si molesto. Dos pequeños puntos de luces, aparecieron frente a sus ojos, luces que a medida que se acercaban se iban haciendo más grandes.

Volteó, sintiendo la presencia de sus perseguidores cada vez más cerca, al igual que aquel aparato, que resultó ser una camioneta. Se escondió detrás de un árbol, decidiendo que hacer. Para cuando estaba segura de su siguiente movimiento, el vehículo ya estaba a su lado.

Sin perder tiempo, corrió detrás de él, saltando en la parte trasera. Observando, como las personas, solo pasaban de largo, internándose en la otra parte de la carretera.

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Alice

La mañana había comenzado perfecta. Un delicioso café, el saludo rutinal de mi mejor amiga, y por supuesto, la visita de mi padre, quien siempre se toma su tiempo para estar en el desayuno. El camino a mi trabajo, tampoco estuvo tan mal. Solo tienes que ignorar a los idiotas en el colectivo, esos que creen que todas se alegran con los "Piropos" que te dicen.