Confía en mí (Actualizada)

Capitulo 2 parte 2

Mi mente había estado tan extraña estos días que ni siquiera había recordado que Javier me había dicho que recogería nuevamente a las niñas en el colegio. Así que cuando llegué allí, él estaba sonriendo hacia ellas mientras corrían en su dirección.

Lo vi atraparlas en el aire y abrazarlas apretadamente. Solo fue cuando las soltó que ellas me vieron parada allí detrás de ellos.

Por alguna razón sentí vergüenza cuando Javier se volteó a verme. Un gesto de su cabeza fue lo único que obtuve de él como saludo al tiempo que las niñas me abrazaban y hablaban a mil por hora de su día; no sabia como íbamos a llevar a las niñas a casa, o quien lo haría, pero Javier caminó hasta mi auto y lo seguí sin decir nada.

Él no tenia que ser agradable conmigo, pero me tomó por sorpresa. Desde que nos habíamos separado él había sido atento conmigo, intentando que habláramos y solucionáramos lo nuestro. Había estado seguro de que volveríamos en algún momento, podía verlo en su rostro cuando me veía, y había tratado de hacer que eso sucediera. Pero yo no estaba tan segura.

¿Tal vez finalmente él lo había comprendido? ¿Por qué eso hacia que mi pecho se sintiera pesado?

Él le hizo cosquillas a Sara en el estomago haciéndola chillar de risa mientras abrochaba su cinturón y yo hacia lo mismo con Olivia — ¿Vas a venir a cenar con nosotras? — Le preguntó ella.

— No cariño, pero este fin de semana vamos a poder estar juntos todo lo que quieran.

— Pero queremos que vengas con nosotras — Le dijo Olivia, un puchero en sus labios.

Una gran roca se formó en mi garganta haciéndome difícil tragar. Habíamos estado de acuerdo en que pasarían un fin de semana por medio con él y el resto conmigo. Estaba bien para empezar. Yo había pesado que eso estaba bien en ese momento, pero de repente me pareció algo ruin.

— Tal vez otra día ¿Si? — Él miró a las dos y sonrió — ¿Cómo les fue en clases hoy?

— Bien — Dijeron las chicas al unísono con expresiones tristes.

— ¿Qué clase tuvieron? A mi siempre me gustaron mas las matemáticas, ¿Y a ustedes?

— Siiii, a mi también me gustan las matemáticas — Gritó Olivia con entusiasmo, olvidando por completo que había estado triste hace algunos segundos.

— Solo lo dices porque papá lo dijo primero — Le dijo Sara frunciéndole el ceño.

Olivia arrugó su rostro — No, no es verdad Sara.

— Si, es cierto. ¿Verdad mamá, que es cierto?

— Chicas, chicas, chicas — Les dije — ¿Qué les dije con lo de pelear entre ustedes?

— Lo siento — Dijeron nuevamente al unísono bajando la vista hacia el suelo.

— Será mejor que nos vayamos ahora ¿Está bien?

Ambas asintieron y yo cerré la puerta del lado de Olivia mientras Javier cerraba la del lado de Sara. Nos juntamos al lado de mi puerta y estuvimos en silencio un momento antes de que finalmente yo me decidiera a hablar — Puedes venir a cenar a la casa, si quieres — Ofrecí.

No me miró mientras respondía — No, preferiría que no. No quiero forzar mi presencia demasiado.

Entonces lo observé mientras se alejaba, se subía a su auto y se iba.