Quien iba a decirlo.

Un viaje no muy largo.

Era un día de agosto; yo como de costumbre estaba trabajando en lo que me apasiona. Con un pincel en la mano y concentrado para no arruinar mi pintura, hacia mis trazos delicadamente.
Esperaba la hora en que llegaran mis padres, para poder comenzar la cena; en mi profunda concentración y espera; se escucha un estruendo en la puerta.

¡PUM! ¡PLAZ! - el seguro de la puerta se corría -

Con una alegría mamá y papá entraban por esa puerta. Papá cargando las cámaras, mamá los lentes.
Cuando de repente papá pisa parte de el vestido de mamá por accidente, caen al suelo y las cámaras vuelan, y los lentes también. Un estruendo me saca de mi concentración y mi pincel se va como si tuviera vida propia arruinando la pintura. Frustrado voy a la puerta de el departamento y veo a estos dos tirados en el suelo riendo a carcajadas.

- ¡Ustedes dos!, ¿que hacen ahí? - hablado con tono de fastidio -

Con remota alegría mi padre contesta:
- ¿Quien me empujo? - Carcajadas -

Ayudándolos a levantarse y a levantar el equipo de fotografía, les preguntaba

- ¿ como les fue?
- ¡muy bien! - con sonrisa en el rostro - hay una buena noticia, de la que te tienes que saber, pero te diremos hasta la cena.

Guarde mis pinceles, tome las laminas y las guarde. Pues era de esperarse que de algún viaje se trataba.
Todas las cosas estaban en su lugar y ni siquiera pasaba un minuto y se escucho el clásico grito de mamá petra:

- ¡MIGUEL ÁNGEL! ¡LA CENA ESTA LISTA!

Corrí hasta la cocina me senté en la mesa y empezó el agasajo, la revatinga, la masacre. Terminamos satisfecho y entre el erupto de papá se dice:

- Ahora si, lo que teníamos que decirte es algo que nos llena de alegría.

- y ¡¿que es?!

- Esperábamos que fuera seguro para contarte. Pero esta semana nos confirmaron, ¡que fuimos elegidos para una importante revista de España!

- ¡ES ENSERIO!, felicidades padre, madre!! - Con sonrisa y euforia -

Me levante de la mesa y brincando los abrase. En cuanto a abrazo a papá, emocionado empieza a brincar sentado en la mesa, derrama un vaso de vino, callendole todo a el vestido de mamá; entre enojo y sonrisa se escucho hasta la luna un grito que dice:

- ¡¡ Te mato Augusto !!

Papá se llevo un golpe de mamá Petra, que casi lo dejo tarado - carcajada -

- y ¿Cuando salimos?

Mama contesta limpiándose el vestido en un intento fracasado de limpiar la mancha:

- Nos vamos en dos días.

- ¡pero aun no me dicen a donde vamos!, ¿A donde vamos esta vez? Tal vez es a Francia, a África o tal vez...

- ¡NOOO!, Para nada, vamos a un pequeño pueblo cerca de aquí; ¡vamos a Bermeo!

- ¡Ash!, ¡que flojera!

- ¡Vamos hijo!, tendrás oportunidad de pintar los paisajes de esas bellas playas.

- Tienes razón madre. Mis cosas están listas, pues me las olía que volveríamos a salir de aquí.

Sin mucha emoción por la noticia de que esta vez no saldríamos muy lejos. Me prepare para que llegara el día jueves, para partir a Un viaje no muy largo.