28. Armonía

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---------------------Regla de Oro-------------------

Aquí viene el segundo tip sutil del dúo, esencial para lograr una buena narrativa.

La historia, además de ser estética y transmitir información, tiene que resultar armónica al leerla. Debe resultar atrayente, fácil de entender, cómoda y funcional. De esta forma evitamos el amodorramiento del lector o una molestia que se genera al final de cada capítulo, y que puede influir en leer el siguiente o no.

Es lógico recordar que el modo de leer depende mucho del propio lector, y que a veces no podemos hacer nada para mejorarlo sin que a otros les empeore. Por lo tanto, entenderéis mi dificultad a la hora de buscar ejemplos completamente objetivos, así que he cogido ejemplos bien escritos de mis historias y los he modificado para que queden exageradamente mal.

Para que una lectura resulte armoniosa, he recopilado algunas instrucciones:

- No hagas frases eternas. Si tienen una composición MUY fácil sí funcionan bien, pero generalmente considero frases largas aquellas que están formadas por varias coordinadas/yuxtapuestas y que están llenas de comas, por lo que al final acabas perdiendo el Norte de cuál era el sujeto de la oración. Por ejemplo:

En mi interior afloraron sentimientos de incredibilidad y confusión, además de la inquietante sensación de ser parte de algo enorme, inimaginable y todavía desconocido, igual a cuando descubrí mis poderes por primera vez, congelando un vaso de agua por accidente hace seis años; enorgulleciéndome de haber sido capaz de mantener oculto mi secreto durante tanto tiempo, incluso cuando tuve que ocuparme de mantener oculto el de Leaks también, aunque ahora llegaran estos desconocidos a llamarles Dones y a comentarlos con la misma naturalidad que aquel que camina por un campo, sin entender la estupefacción que nos recorría al escuchar hablar de ellos por primera vez desde una tercera persona.

- Combina frases cortas con frases largas. Aunque puedes hacerlo de forma intencionada para dar cierta sensación, lo mejor es que combines frases de diferente extensión para que el lector no se vaya interrumpiendo ni se le hagan los párrafos eternos. Generalmente la acumulación de frases largas no molestan tanto como la acumulación de frases cortas, pero recordemos que todo en exceso llega a cansar. Aquí un ejemplo de buen uso:

No creo que logréis entenderlo hasta que no lo veáis. Los camareros de Inglaterra intentan evitar los escándalos sirviendo copas con veinticinco mililitros de alcohol, medidos religiosamente y a un precio estratosférico, pero no pueden hacer nada contra una comunidad de ingleses que se pone como una cuba en su casa y luego salen a la calle desatados. Hay negros que se pasean por ahí con navajas en los bolsillos. El pasado agosto incluso hubo tiroteos en el carnaval de Notting Hill.

- No hagas pausas bruscas. Queda bien en contadas ocasiones, pero si vienes de una racha enorme de frases largas y de repente haces un corte abrupto en la frase siguiente, (generalmente por no poner complementos, adverbios o verbos fuertes) romperás la armonía. Sucede mucho por añadir una frase corta después de una frase coordinada. Por ejemplo:

Se pasaba las horas tumbada en la cama donde su amigo había muerto para «grabarse bien su olor antes de que se diluyera» y poder recordarlo durante muchos años, algo que resultaba siniestro.

 ****Podéis ver cómo la frase subrayada se queda un poco corta en comparación con el resto. Esto se arregla añadiendo más complementos o añadiendo un adverbio acabado en -mente, que como ya dije en el tip anterior, sirven para rellenar frases.

No alterar orden de los elementos de frase. Aunque se haga muchísimo en fantasía épica, muchas veces la alteración del orden de los elementos lo único que hace es dificultar la lectura. 

Ante tan melosas palabras sonreí, para desatar mi caballo posteriormente. Bajo las estrellas cabalgué sin descanso, parando solo para que mi montura bebiera cada tres horas agua del río. Cuando sería mejor: Sonreí ante tan melosas palabras, para posteriormente desatar mi caballo. Cabalgué sin descanso bajo las estrellas, parando solo para que mi montura bebiera agua del río cada tres horas.


Frente a una narrativa poco armónica encontramos dos comportamientos de lectores: el primero es el lector que SE PARA, porque los humanos venimos con una capacidad que sirve para intuir lo que se quiere decir aunque esté mal escrito (por eso podemos entender la frase "Ets0s tips m3 1ntentan ayudrar"), así que si esa capacidad choca con una mala armonía, el lector se desconcierta y pierde el hilo de la frase, así que se para. El segundo es el lector que CONTINÚA LEYENDO pero no se entera de nada. Aquí seguro que os sonará la frase de: "He tenido que volver a leer el párrafo lentamente porque no me había enterado de lo que había leído", y que sucede porque el lector encuentra obstáculos en la narración y termina leyendo el párrafo por encima pero sin asimilarlo.

Contra estos problemas, la solución es dar a los lectores una narrativa fácil de entender y exigente con su atención, a la vez.


Contrapunto: No permitáis que el miedo a tener una narración ardua y molesta os frene a la hora de escribir. Siempre se puede corregir después, puesto que son frases que generalmente se arreglan cambiando los signos de puntuación y jugando con los nexos.

Tips para alcanzar nivel PROFESIONALWhere stories live. Discover now